No hacerlo todo juntos: claves para que agosto no se convierta en el mes de los divorcios
Las estad¨ªsticas no mienten: despu¨¦s de las vacaciones se disparan los divorcios. Estar con el otro 24 horas pasa factura. Cinco claves para no convertir la pausa veraniega en un infierno.
Por muy esperado que sea, un mes de vacaciones es todo un reto para la convivencia de quienes est¨¢n acostumbrados a compartir breves lapsos de tiempo a lo largo del a?o, motivo por el que se disparan los divorcios al final del periodo. Para entender este fen¨®meno debemos comprender primero c¨®mo funcionan los otros 11 meses del a?o. Una pareja trabajadora con ni?os encontrar¨¢ pocos espacios a lo largo del a?o para tratar posibles problemas de fondo que subyacen en la relaci¨®n. Entre la jornada laboral, las tareas del hogar y los compromisos sociales, no hay tiempo ni energ¨ªa para ocuparse de lo...
Por muy esperado que sea, un mes de vacaciones es todo un reto para la convivencia de quienes est¨¢n acostumbrados a compartir breves lapsos de tiempo a lo largo del a?o, motivo por el que se disparan los divorcios al final del periodo. Para entender este fen¨®meno debemos comprender primero c¨®mo funcionan los otros 11 meses del a?o. Una pareja trabajadora con ni?os encontrar¨¢ pocos espacios a lo largo del a?o para tratar posibles problemas de fondo que subyacen en la relaci¨®n. Entre la jornada laboral, las tareas del hogar y los compromisos sociales, no hay tiempo ni energ¨ªa para ocuparse de lo que va mal, con lo que los conflictos se acumulan silenciosamente. Y es al llegar las ansiadas vacaciones que, como una caja de Pandora, sale todo de golpe cuando lo que necesitamos es descansar.
Veamos un ejemplo pr¨¢ctico.
Desde que cambi¨® de trabajo por uno mejor remunerado, pero m¨¢s exigente, Andrea sue?a con las vacaciones. Sus jornadas de casi 10 horas diarias apenas le dejan tiempo para respirar. Al llegar a casa, atiende a los ni?os, se ocupa de la cena los d¨ªas que le toca a ella y cuando los peque?os est¨¢n en la cama se sienta al sof¨¢ junto a su marido, tan cansado como ella. Mientras ven la serie de turno, est¨¢ tan agotada que hace esfuerzos por mantenerse despierta, aunque ¨¦l suele caer dormido a los cinco minutos. Del sof¨¢ van a la cama para descansar seis o siete horas y vuelta a empezar.
El primer d¨ªa de vacaciones, las expectativas son enormes. Sin embargo, Andrea no consigue dormir las horas que quer¨ªa porque los ni?os corretean por el piso de buena ma?ana. Cogen el coche para ir a la playa, pero se encuentran con un fenomenal atasco. Ella est¨¢ al volante y su marido le recrimina que deber¨ªa haber elegido la ruta alternativa que ¨¦l le suger¨ªa. ?Por qu¨¦ nunca le escucha?
Esto es solo el pre¨¢mbulo de un agosto de alta tensi¨®n. Despu¨¦s de varios d¨ªas de roces constantes, la familia inicia un tour por Italia. All¨ª les esperan nuevos madrugones, colas bajo el sol en los museos y rifirrafes diarios por cualquier menudencia.
Tras regresar a casa, m¨¢s cansados de lo que salieron, un ambiente de confrontaci¨®n se ha instalado entre la pareja. Los 15 d¨ªas que quedan de vacaciones se har¨¢n muy largos. Andrea piensa en el dicho anglosaj¨®n ¡°He¡¯s okay in small doses¡± ¡ª?l est¨¢ bien en peque?as dosis¡ª y se da cuenta de que no soporta a su marido. Se queja por todo y nunca asume cuando es ¨¦l quien hace las cosas mal, siendo el rey del desorden. Cuando ella le habla, se muestra ausente, y tiene cero paciencia con los ni?os. Quiz¨¢ por todo eso, apenas est¨¢n teniendo sexo. ?Sobrevivir¨¢n a estas vacaciones?
Aunque afortunadamente muchas parejas viven situaciones m¨¢s placenteras durante la pausa de verano, veamos cinco claves para reducir la tensi¨®n en este intensivo relacional.
Rebajar las expectativas. Pretender que las vacaciones sean siempre una fiesta y un b¨¢lsamo har¨¢ que seamos m¨¢s intolerantes ante los peque?os contratiempos y diferencias que sin duda ir¨¢n surgiendo.
Encontrar la v¨ªa del medio. Este concepto budista nos sirve para pactar de forma equilibrada cuando hay distintas visiones sobre c¨®mo pasar el tiempo libre. Si una de las partes estar¨ªa todo el d¨ªa en la playa y la otra es partidaria de leer a la sombra de un pino, se puede combinar para encontrar un punto de confort para todos.
Saber cu¨¢ndo y c¨®mo debatir. Si abordamos los problemas acumulados a lo largo del a?o en los primeros d¨ªas de vacaciones, las convertiremos en un infierno. Hay que ir sacando los temas con cuentagotas y en momentos propicios de serenidad, comunicando lo que nos molesta desde el cari?o y la escucha mutua.
Practicar el humor ante los problemas cotidianos. El calor, los gritos de los ni?os, los defectos del hotel o la baja calidad de la paella que nos acaban de servir en una terraza ruidosa pueden vivirse como un drama o como algo que convoca la risa. El humor es el disolvente universal de los malos rollos.
No intentar hacerlo todo juntos. Tras 11 meses compartiendo p¨ªldoras de tiempo con la fatiga a cuestas, no podemos darnos un atrac¨®n de convivencia. De hecho, incluir en el d¨ªa a d¨ªa peque?os ¡°retiros¡± para hacer algo individual redundar¨¢ en el bien de todos.
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.
La vacuna de la ¡®solosof¨ªa¡¯
¡ª En su libro Solosof¨ªa, Nika V¨¢zquez aborda la importancia de saber estar con uno mismo y afirma que las parejas que intentan hacerlo todo juntas sufren m¨¢s desgaste que las que preservan sus jardines secretos.
¡ª En sus palabras, ¡°un jard¨ªn secreto es cualquier cosa que nos ayude a reencontrarnos, donde poder ser nosotros libremente (¡) sin que nuestra pareja tenga que estar presente¡±.
¡ª El que cuida de sus jardines secretos se nutre all¨ª para luego darse a la pareja con energ¨ªa renovada. Gracias a eso, siempre tiene algo nuevo que contar y compartir.