Joyas para celebrar la vida
Dentro de su l¨ªnea Amuletos de Frida, Suarez lanza una colecci¨®n que rinde homenaje a la iconograf¨ªa y los rituales del D¨ªa de Muertos mexicano a trav¨¦s de colgantes, pendientes y anillos.
El D¨ªa de Muertos, una de las festividades m¨¢s conocidas de M¨¦xico, es un momento de celebraci¨®n y de color. Las calaveras y las cruces se unen a las flores y los tonos vivos, record¨¢ndonos que, para que llegue la muerte, ha tenido que existir la vida. Suarez, la firma de joyer¨ªa fundada en 1943, ha tomado esta inspiraci¨®n para una colecci¨®n dentro de una l¨ªnea que naci¨® como tributo a una de las artistas m¨¢s ic¨®nicas de M¨¦xico, Frida Kahlo.
La nueva colecci¨®n de Amuletos de Frida toma, por tanto, los motivos y las formas del D¨ªa de Muertos para crear 23 joyas que celebran el color y la vida. El equipo de Suarez viaj¨® a Tzintzuntzan y P¨¢tzcuaro, lugares m¨ªticos para vivir el d¨ªa de muertos y encontrar la inspiraci¨®n para sus dise?os.
As¨ª, las calaveras, cruces, corazones y coronas de flores que adornan los altares de esta festividad se convierten en pendientes, anillos y colgantes realizados en oro rosa y blanco, mientras que los diamantes y los zafiros multicolores le aportan esas tonalidades vivaces tan caracter¨ªsticas de esa celebraci¨®n.
Los sagrados corazones, con zafiros rosas, o las flores de cempas¨²chil, t¨ªpicas en los altares para honrar a los que ya no est¨¢n entre nosotros, son otros de los motivos t¨ªpicos que han inspirado una serie de piezas que destacan por su atrevimiento y su vitalidad.
Materias primas
El proceso tradicional y la exigencia en los materiales son se?as de identidad de Suarez. Para esta nueva colecci¨®n, las gemas son seleccionadas y tra¨ªdas desde su lugar de origen personalmente por la familia Su¨¢rez, que descarta el 99,5% de las piedras valoradas. Para estas piezas, se han utilizado diamantes blancos y zafiros para aportar los tonos m¨¢s llamativos, desde rosas a azules intensos o amarillos. Como es habitual en la firma, todos los diamantes empleados siguen las condiciones del Proceso de Kimberley, que certifica que las piedras no proceden de pa¨ªses en conflicto.
El uso del oro blanco o rosa, que dulcifica el conjunto, se contrapone con explosiones de color que le aportan las piedras. El resultado transgrede las gamas crom¨¢ticas habituales en la joyer¨ªa y crean piezas originales y atrevidas, que se unen al esp¨ªritu del D¨ªa de Muertos de color y vida.