Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat se reconcilian en Par¨ªs
El padre del pop art y el ni?o prodigio de la pintura ochentera crearon juntos unas 160 obras. Una gran exposici¨®n de la Fundaci¨®n Louis Vuitton en Par¨ªs celebra el 40? aniversario de esta colaboraci¨®n
No pod¨ªa haber dos tipos m¨¢s distintos. A un lado, la vaca sagrada, el genio del arte pop, el hijo de inmigrantes eslovacos en Estados Unidos que capt¨® el Zeitgeist de los a?os sesenta, un cincuent¨®n cuyo momento quiz¨¢ hab¨ªa pasado. Al otro, un veintea?ero, el ni?o prodigio de la pintura ochentera, el hijo de un haitiano y una portorrique?a, el rey del arte callejero.
Andy Warhol (1928-1987) era un artista consagrado, ...
No pod¨ªa haber dos tipos m¨¢s distintos. A un lado, la vaca sagrada, el genio del arte pop, el hijo de inmigrantes eslovacos en Estados Unidos que capt¨® el Zeitgeist de los a?os sesenta, un cincuent¨®n cuyo momento quiz¨¢ hab¨ªa pasado. Al otro, un veintea?ero, el ni?o prodigio de la pintura ochentera, el hijo de un haitiano y una portorrique?a, el rey del arte callejero.
Andy Warhol (1928-1987) era un artista consagrado, el pope que llevaba dos d¨¦cadas reinando desde su estudio, The Factory, en la contracultura neoyorquina. Jean-Michel Basquiat (1960-1988) era la estrella ascendente del vibrante y desquiciado Nueva York de hace 40 a?os. En octubre de 1983, una vieja gloria, aunque atent¨ªsima a las nuevas tendencias, y el cohete que despegaba coincidieron. Durante dos a?os, entre 1983 y 1985, crearon juntos unas 160 telas. En palabras de otro contempor¨¢neo, Keith Haring, se convirtieron en ¡°dos esp¨ªritus extraordinarios fusionados para crear un tercer esp¨ªritu, ¨²nico y totalmente distinto¡±. El milagro ocurri¨®.
¡°Es una de las m¨¢s excitantes historias de la historia del arte: c¨®mo se puso en marcha, lo intensa que fue, c¨®mo acab¨®¡±, resume Dieter Buch?hart, comisario de la exposici¨®n Basquiat ¡Á Warhol. Pintar a cuatro manos, que puede verse hasta el 28 de agosto en la Fundaci¨®n Louis Vuit?ton de Par¨ªs. A?ade Suzanne Pag¨¦, directora art¨ªstica de la Fundaci¨®n Louis Vuitton: ¡°No olvidemos que, aunque se exhib¨ªa por doquier, Warhol era un gran t¨ªmido. Y Basquiat era alguien que preservaba totalmente su misterio. Cada uno preserv¨® su misterio ante el otro, que, en el fondo, no lo toc¨®. He aqu¨ª la clave de la fascinaci¨®n¡±. ¡°Es algo ¨²nico que dos artistas de este nivel colaborasen de tal manera que, en efecto, en muchos cuadros de la exposici¨®n no se puede saber qui¨¦n hizo qu¨¦¡±, comenta Jean-Paul Claverie, asesor art¨ªstico de Bernard Arnault, el presidente de la fundaci¨®n y el hombre m¨¢s rico del mundo. ¡°Warhol y Basquiat realizan sus obras sobre la tela a cuatro manos, como si fuesen pianistas¡±.
Los n¨²meros de la exposici¨®n, en el edificio de Frank Gehry en el Bois de Boulogne, abruman: 11 galer¨ªas, 4 pisos, 80 telas conjuntas m¨¢s obras de otros artistas de la ¨¦poca y las ic¨®nicas fotograf¨ªas de Michael Hals?band con Basquiat y Warhol disfrazados de boxeadores. Unos d¨ªas antes de la inauguraci¨®n, el 5 de abril, El Pa¨ªs Semanal convers¨® con Buchhart, Pag¨¦ y Claverie, art¨ªfices de uno de los eventos culturales del a?o en Par¨ªs.
La idea, cuenta Claverie, surgi¨® en 2018, cuando se inaugur¨® la retrospectiva de Basquiat en la misma Fundaci¨®n Louis Vuitton. A la inauguraci¨®n acudi¨® el galerista Bruno Bischofberger, el hombre que provoc¨® el encuentro entre Warhol y Basquiat. Bischofberger le habl¨® a Claverie del g¨¦nesis de aquella colaboraci¨®n. Y la decisi¨®n cay¨® por su propio peso. La retrospectiva en Par¨ªs exig¨ªa una segunda parte: la de las obras a cuatro manos. ¡°El se?or Arnault en seguida fue muy muy entusiasta¡±, recuerda el consejero del rey planetario del lujo, que posee varios de los cuadros que pueden verse estos meses en Par¨ªs. Una treintena vienen de la colecci¨®n de Bischofberger, personaje decisivo en la novela de Warhol y Basquiat. ¡°Fue apasionante trabajar con ¨¦l, recoger su testimonio, su memoria¡¡±, dice Claverie.
Basquiat y Warhol, y Bischofberger anim¨¢ndolos a colaborar, segu¨ªan una tradici¨®n en la historia del arte: la de las obras colectivas. ¡°Veo una diferencia entre una colaboraci¨®n de Rubens con su equipo y dos artistas individuales que, durante un momento determinado de la historia, se encuentran y trabajan juntos mientras al mismo tiempo crean sus propias obras¡±, precisa Buch?hart. ¡°Pero es interesante que literalmente, cuando Basquiat estaba en la ciudad, se encontraba con Warhol en The Factory de 9.00 a 17.00. Despu¨¦s se iban a cenar o a una fiesta o a una exposici¨®n. Era una conversaci¨®n muy seria. Warhol y Basquiat no eran una unidad, sino una remezcla de dos estilos¡±.
La idea de remezcla, como la del hip hop que podr¨ªa ser la banda sonora de esta historia, o del jazz y la fusi¨®n de m¨²sicas europeas y africanas, recorre la exposici¨®n. Los anuncios de multinacionales o los titulares de tabloides, marca de la casa de Warhol, mezclados con el grafiti de Basquiat y la escritura como arte. Dec¨ªa Basquiat de Warhol: ¡°?l comenzaba la mayor¨ªa de las pinturas. Pon¨ªa en ellas algo muy concreto o muy reconocible, como una mancheta de diario o el logo de un producto, y despu¨¦s yo lo desfiguraba de alguna manera y despu¨¦s intentaba que ¨¦l lo retrabajase un poco, y despu¨¦s yo lo retrabajaba de nuevo¡±. Warhol, en sus diarios, escribi¨®: ¡°Yo creo que estos cuadros que hacemos juntos salen mejor cuando es imposible decir qui¨¦n ha hecho qu¨¦¡±.
¡°Lo que les conect¨® fue la energ¨ªa y un poco como en un partido de pimp¨®n: uno dec¨ªa ¡®esto¡¯ visualmente y el otro reaccionaba visualmente. Se desafiaban uno a otro. El desaf¨ªo elevaba lo que hac¨ªan¡±, dice Buchhart, que lleva media vida estudiando a Basquiat y nunca se ha aburrido de ¨¦l: ¡°Cada vez que veo un cuadro suyo siento que me insufla de nuevo energ¨ªa¡±.
El momento culminante de la relaci¨®n fue a la vez lo que provoc¨® el distanciamiento entre ambos: la exposici¨®n conjunta en la galer¨ªa Tony Shafrazi de Nueva York. Las famosas fotograf¨ªas de Basquiat y Warhol como boxeadores sirvieron para ilustrar el cartel. Recibieron cr¨ªticas demoledoras. La de The New York Times fue determinante para el final de esta historia. ¡°Hace un a?o escrib¨ª que Jean-Michel Basquiat ten¨ªa una oportunidad para convertirse en un muy buen pintor, siempre que no sucumbiera a las fuerzas que quieren convertirle en una mascota del mundo del arte¡±, escribi¨® la cr¨ªtica de arte Vivien Raynor. ¡°Este a?o¡±, a?adi¨® en referencia a la exposici¨®n, ¡°parece que estas fuerzas han prevalecido¡±. En el cat¨¢logo de la Louis Vuitton, Bischof?berger escribe: ¡°Basquiat, que esperaba ganar en notoriedad gracias a esta exposici¨®n y la consagraci¨®n gracias al c¨¦lebre Warhol, se sinti¨® decepcionado por la reacci¨®n de la cr¨ªtica y pr¨¢cticamente decidi¨® poner fin a las sesiones de pintura en The Factory¡±. Warhol morir¨ªa en febrero de 1987 tras una operaci¨®n. Basquiat, en agosto de 1988 de una sobredosis.
Post mortem, hubo cr¨ªticos m¨¢s despiadados a¨²n, como Robert Hughes: ¡°Basquiat nunca dio la impresi¨®n de poder convertirse en un pintor realmente de calidad. Su importancia era meramente como s¨ªntoma; significa poco m¨¢s que la histeria de la reputaci¨®n instant¨¢nea que todav¨ªa afecta de manera grotesca al gusto americano. Sus admiradores son como una banda de antiabortistas que adoran el feto de un talento y se ponen raps¨®dicos hablando de qu¨¦ gran hombre habr¨ªa sido si hubiese vivido¡±. Hughes, en el mismo art¨ªculo, calificaba la obra conjunta de Warhol y Basquiat de ¡°pinturas colaborativas sin valor¡±. El art¨ªculo, en alusi¨®n al cartel de la exposici¨®n de 1985, se titulaba R¨¦quiem por un peso pluma.
Despu¨¦s hubo pel¨ªculas consagradas a ambos artistas y a aquella amistad, libros y retrospectivas que engrandecieron el mito. La electricidad ¡ªla de los personajes y su leyenda y la de los cuadros¡ª no se ha apagado.
¡°Hoy, 40 a?os despu¨¦s, son de una modernidad¡¡±, dice Claverie. ¡°Son s¨ªmbolos del arte que baja a la calle, de formas diversas de expresi¨®n ligadas a la vez a las artes visuales, a la m¨²sica, a las artes gr¨¢ficas, al arte presente en la ciudad y en nuestra vida cotidiana. No es un arte sacralizado¡±. A?ade Pag¨¦: ¡°Hay un eco hoy del lenguaje de la pintura completamente electrizado por aquella colaboraci¨®n: la pintura se redespliega de nuevo por los muros en la calle. Durante un tiempo hab¨ªa desaparecido en favor de un lenguaje m¨¢s conceptual, v¨ªdeo, instalaciones, performances. Y de repente hay una renovaci¨®n de la pintura¡±. Son cuadros, a?ade, que hablan al mundo actual: ¡°Todo lo que tiene que ver con el racismo, la violencia, la imaginer¨ªa urbana¡ Todo esto est¨¢ presente hoy¡±.
Basquiat ¡ªy Warhol¡ª han ganado la batalla del tiempo o, en todo caso, la del p¨²blico y el mercado. La exposici¨®n en Par¨ªs es la prueba irrefutable.