De lugares silenciosos a espacios de encuentro: las bibliotecas se reinventan
Esta es la historia de seis bibliotecas, rurales y urbanas; de pueblos, institutos y universidades que dan servicio a barrios populosos y tambi¨¦n a la Espa?a vaciada.
La biblioteca p¨²blica Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez de Barcelona ha sido elegida la mejor del mundo en el a?o 2023 por la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA, por sus siglas en ingl¨¦s). Fue la primera de Espa?a y el sur de Europa en conseguir esta distinci¨®n. Su filosof¨ªa es la del llamado ¡°tercer espacio¡±: la casa, el trabajo y la biblioteca como un espacio social polivalente. Una relaci¨®n entre ...
La biblioteca p¨²blica Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez de Barcelona ha sido elegida la mejor del mundo en el a?o 2023 por la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA, por sus siglas en ingl¨¦s). Fue la primera de Espa?a y el sur de Europa en conseguir esta distinci¨®n. Su filosof¨ªa es la del llamado ¡°tercer espacio¡±: la casa, el trabajo y la biblioteca como un espacio social polivalente. Una relaci¨®n entre el libro y su entorno que est¨¢ presente con ¨¦xito en otras, ya sean urbanas, escolares y rurales.
Al cruzar la puerta de la Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en el popular y muy poblado barrio barcelon¨¦s de Sant Mart¨ª, uno tiene la sensaci¨®n de entrar en otra dimensi¨®n. El constante movimiento de gente rompe los t¨®picos de las bibliotecas como esos espacios cerrados, envueltos en el m¨¢ximo silencio y con escasa afluencia de un p¨²blico normalmente adulto. En medio de un ir y venir ininterrumpido de personas, de una arquitectura interior llena de luz y espacios abiertos interconectados desde los que se ve el exterior en todas las salas, la atm¨®sfera atrapa al reci¨¦n llegado.
Neus Castellano, su directora, maneja el lugar como si fuera la capitana de un gran buque con diferentes ecosistemas. ¡°Una biblioteca es una comunidad lectora¡±, dice con determinaci¨®n despu¨¦s de las presentaciones. La suya impresiona: tiene m¨¢s de 2.000 visitas diarias, 2.500 los fines de semana, entre ellas turistas atra¨ªdos por el reci¨¦n conseguido premio. Castellano trasmite orgullo y humor al contar el cambio que supuso el galard¨®n: ¡°Me han llamado hasta turoperadores afirmando que nos pagaban por poder incluirlo en sus visitas. Por supuesto, les he dicho que no¡±. Inaugurada en mayo de 2022, el jurado del premio valor¨® la calidad arquitect¨®nica, la flexibilidad de los espacios, su interacci¨®n con el entorno y la sostenibilidad ecol¨®gica. Un c¨®ctel perfecto.
Con 4.000 metros cuadrados y un fondo de 40.000 libros, m¨¢s all¨¢ del eco medi¨¢tico y el inter¨¦s generalizado destaca el dinamismo que trasmite todo el espacio. Un ilustre vecino del barrio, Francisco Ib¨¢?ez, tiene un espacio propio con el conjunto de su monumental obra de c¨®mics, con copias de 13, Rue del Percebe o Mortadelo y Filem¨®n en diferentes idiomas. La biblioteca es frecuentada por vecinos del barrio, teletrabajadores, estudiantes de todas las edades, familias con ni?os, visitantes ocasionales y muy especialmente la comunidad latina de Barcelona, ¡°que lo ha tomado como lugar de encuentro¡±, apunta Castellano. Esa conexi¨®n est¨¢ condicionada por el nombre de Gabo. El Nobel colombiano tuvo una relaci¨®n intensa con Barcelona, ciudad en la que vivi¨® casi una d¨¦cada. Su sombra literaria est¨¢ presente en este espacio de confort colectivo especializado en literatura latinoamericana. Se realizan presentaciones y actividades todas las semanas y escritoras como la argentina Fernanda Garc¨ªa Lao o el cubano Leonardo Padura han participado en talleres.
¡°La biblioteca es el lugar m¨¢s transversal que tiene hoy en d¨ªa Barcelona¡±, dice con seguridad la directora, ¡°aqu¨ª nadie te pregunta qu¨¦ vienes a hacer. Hay gente que se acerca porque aqu¨ª se siente segura¡±. Tambi¨¦n para combatir la soledad no deseada: ¡°Hay dos se?ores que vienen todos los d¨ªas desde que se abri¨®, se sientan en el vest¨ªbulo y saludan a todo el que entra¡±. Entre esa diversidad de funciones, un proyecto destaca sobre el resto: Radio Maconda. La emisora de las 40 bibliotecas p¨²blicas de Barcelona tiene all¨ª su estudio. Hay programas de m¨²sica, cine y literatura, ¡°todos fuera del foco de la actualidad¡±. Tambi¨¦n hacen podcast y radio escolar con los centros de ense?anza del distrito, lo que ayuda a desarrollar la ¡°comprensi¨®n lectora y la escucha¡± de los chavales, destaca Neus Castellano.
Desde esa misma l¨®gica de espacio polivalente y abierto a la diversidad, la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid celebr¨® en 2023 su centenario. Su director, Javier P¨¦rez Iglesias, es un entusiasta de su trabajo y lucha por involucrar a su equipo en las tareas de un espacio sobre el que se act¨²a como si fuera ¡°un escenario para hacer cosas con y sin libros¡±. P¨¦rez Iglesias define las bibliotecas como ¡°una obra de arte colectiva e inacabada¡±, porque arrastran un pasado, construyen un presente y tienen la mirada puesta en el futuro. Desde esa perspectiva, explica, las bibliotecas tienen que estar abiertas a los debates que preocupan al mundo. ¡°Al arte le concierne todo lo que ocurre en la sociedad. El feminismo, la diversidad sexual, la supervivencia del ecosistema o el poscolonialismo¡±, y a?ade que las bibliotecas ¡°son una herramienta perfecta para imaginar una democracia radical¡±. Con motivo del centenario realizaron numerosas actividades, una din¨¢mica que no fue exclusiva por la efem¨¦ride, sino que es la t¨®nica general de un espacio que se percibe vivo y abierto. P¨¦rez Iglesias sostiene que las bibliotecas tienen valores feministas ¡°por esa manera de entender un mundo para todas, por la necesidad bibliotecaria de la escucha y tambi¨¦n por hacer una pol¨ªtica de los cuidados hacia la gente. No solo a la que viene de usuaria, sino tambi¨¦n a la que trabaja dentro y a los colectivos art¨ªsticos¡±.
Esa permeabilidad de la calle se percibe en pasillos y salas donde se mezcla innovaci¨®n art¨ªstica (con obras de Iv¨¢n Argote o Dandara Catete) con mobiliario y ornamentaci¨®n vetusta. Inaugurada el 3 de marzo de 1923 por Alfonso XIII, la biblioteca tiene un fondo de m¨¢s de 50.000 documentos, un archivo que abarca desde el siglo XVIII hasta la actualidad, donde hay desde vestigios de artistas o escuelas de arte hasta un importante cat¨¢logo de fotolibros o una completa fanzinoteca. Esa particularidad hace que sea lugar de consultas para investigaciones de todo tipo y no solo un servicio para los estudiantes de la Facultad, tambi¨¦n un lugar donde apreciar el arte. Javier P¨¦rez Iglesias contextualiza el periodo en que las bibliotecas cambiaron de perspectiva: ¡°Hasta mitad de la d¨¦cada de 1980 la realidad bibliotecaria en Espa?a estaba muy atrasada. Hab¨ªa buenas profesionales, pero estaban muy aisladas y sin conexi¨®n con lo que estaba pasando en el resto de Europa o en Estados Unidos, donde desde los a?os sesenta se estaban abriendo a p¨²blicos distintos desde una perspectiva de compromiso con la sociedad¡±.
En el Instituto de Ense?anza Secundaria de Bri¨®n (A Coru?a) el compromiso es con el alumnado. A 20 kil¨®metros de distancia de Santiago de Compostela, Bri¨®n es una localidad de algo m¨¢s de 7.000 habitantes que mezcla un pasado rural con nuevos residentes que trabajan en la ciudad. Esa mezcla de or¨ªgenes convive en el instituto y tambi¨¦n en su biblioteca, que abre dos veces al d¨ªa durante los recreos de 20 minutos que tienen los estudiantes. Un espacio donde se desarrollan ¡°actividades que requieren alg¨²n tipo de aprendizaje¡±. Lo explica Nine Paz con perfecto detalle. Ella es profesora de franc¨¦s y coordinadora del espacio, en el que tambi¨¦n participan otras tres profesoras de un centro educativo con casi 500 alumnos. Paz define la biblioteca como un ¡°espacio de buenos tratos en el que todo el mundo se pueda sentir c¨®modo¡±. Cuando suena el timbre que avisa del inicio del recreo, el espacio es invadido por un mont¨®n de chavales entusiastas de entre 12 y 18 a?os que realizan distintas actividades; desde investigaciones cient¨ªficas hasta partidas de ajedrez, consulta y devoluci¨®n de libros, grabaciones de v¨ªdeos o pr¨¢cticas con un ¨®rgano electr¨®nico que hay en la sala para escuchar con cascos. El ambiente es el¨¦ctrico y todo est¨¢ conectado. ¡°El objetivo es que los chavales, que est¨¢n en una edad complicada y con intereses diversos, sigan enganchados a la lectura. Y que se creen comunidades lectoras para que eso sea tambi¨¦n una se?a de identidad del grupo. Que sus referentes no sean los youtubers de Andorra¡±, cuenta Paz con visi¨®n pedag¨®gica.
Para ella y sus compa?eras uno de los retos es que hay un ¡°d¨¦ficit de chicos lectores preocupante¡±, y la mayor¨ªa de usuarias son chicas. En ese sentido, apunta, es importante ¡°trabajar para que los chavales aprendan a cuidar a los dem¨¢s¡±. Una din¨¢mica que se percibe en un ambiente de grupos de distintas edades que recogen todo meticulosamente a velocidad de v¨¦rtigo cuando suena la campana para volver a clase. Nine Paz cuenta que los libros con m¨¢s demanda son c¨®mics de manga, ciencia ficci¨®n y fantas¨ªa, y otros en los que ¡°puedan verse ellos mismos reflejados¡±. Por eso una de las patas del proyecto es que la biblioteca sea un lugar ¡°protegido¡±, donde poder realizar actividades solos o en compa?¨ªa, siempre relacionadas con el expediente curricular y donde se sientan seguros. Algo importante a esas edades de tambaleos emocionales.
Al igual que en la biblioteca p¨²blica Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez de Barcelona, una de las sinergias vinculadas al proyecto es la existencia de una radio donde los tres clubes de lectura del centro cuentan sus impresiones sobre un libro, adem¨¢s de aprender a hacer un guion, modular la voz o ¡°jugar con los silencios¡±. En septiembre de 2023, el Ministerio de Educaci¨®n, FP y Deportes les concedi¨® el segundo premio al mejor club de lectura escolar por ¡°el fomento de la lectura, no solo entre el alumnado sino entre todos los miembros de la comunidad educativa¡±, y por ¡°su importancia como factor dinamizador de las actividades que irradian desde la biblioteca escolar, as¨ª como generador de otras iniciativas transversales en el ¨¢mbito escolar¡±.
De clubes de lectura e iniciativas transversales puede presumir una mujer que es referencia a la hora de hablar de bibliotecas p¨²blicas en Espa?a. Blanca Calvo Alonso Cort¨¦s fue desde 1980, y hasta su jubilaci¨®n en 2013 casi ininterrumpidamente directora de la biblioteca p¨²blica del Estado en Guadalajara (Castilla-La Mancha). Cuando lleg¨® a su destino la biblioteca contaba con 10 empleados; siete eran antiguos guardias civiles retirados del servicio activo.
¡°Estaba en el palacio del Infantado, en un espacio muy peque?o. Los libros estaban en dep¨®sitos, hab¨ªa que acceder a ellos a trav¨¦s de ficheros, hab¨ªa poco personal y no cualificado. El horario era peque?¨ªsimo y no abr¨ªa los fines de semana. Era la antibiblioteca¡±. Lo cuenta en un tono tenue de voz, sin perder la sonrisa y con amor a una profesi¨®n que considera ¡°muy vocacional¡±. El proceso de revitalizaci¨®n fue poco a poco. ¡°Empezamos a abrir puertas, incitando a la gente a que viniera. Nos centramos primero en mujeres que no trabajaran fuera de casa, fueron las primeras que poblaron los clubes de lectura. Luego vino el resto¡±.
Hoy son m¨¢s de 50 clubes, hay actividades para todas las edades, voluntarios que ayudan a chavales a hacer los deberes, a veces porque son de familias migrantes y todav¨ªa no dominan el castellano, se organizan maratones de cuentos y una vez al a?o hay una actividad para que ni?as y ni?os puedan dormir en la biblioteca, entre libros. En 2004 se mudaron al palacio de D¨¢valos. ¡°Ahora es un espacio c¨¢lido de acogida¡±, dice Blanca Calvo, que a pesar de llevar diez a?os jubilada acude casi a diario.
M¨¢s del 50% de la poblaci¨®n de la ciudad tiene el carnet de la biblioteca, un dato impresionante que habla muy bien del recorrido del proyecto. ¡°La biblioteca es una instituci¨®n necesaria en cualquier momento hist¨®rico y lo demuestra su permanencia¡±, explica. Para ella el reto est¨¢ en ¡°imaginar actividades para involucrar a los j¨®venes, atraerles para que no rompan ese v¨ªnculo que ya tienen muchos desde peque?os. La biblioteca es un organismo querido y la gente se identifica con la suya, eso es lo que hay que mantener¡±. En paralelo a la reconstrucci¨®n de la biblioteca de Guadalajara, Blanca Calvo empez¨® a coordinar las bibliotecas rurales de la provincia, algunas de ellas creadas durante la II Rep¨²blica. ¡°Estaban desastrosas¡±, gestionadas por personas que ten¨ªan otras dedicaciones. ¡°Lo primero fue reunir a la gente que las llevaba, involucrarles en la selecci¨®n de libros, en las novedades del mercado editorial¡ Los tiempos han ido a favor¡±.
Carol Delgado estudi¨® filosof¨ªa, trabaj¨® como archivera y desde hace 20 a?os gestiona bibliotecas rurales en la provincia de Guadalajara. En la actualidad se encarga de dos: Dur¨®n, un pueblo de 100 habitantes, y Budia, de 250. En el primero solo vive una ni?a y en el segundo hay un peque?o grupo de chavales que no llega a la decena. Trabaja mucho con las mujeres del pueblo, que son las que m¨¢s usan el servicio. ¡°Las mujeres leen m¨¢s, les gusta relacionarse en un espacio que no sea el bar y aqu¨ª el invierno se hace muy largo. Muchas veces vienen a pasar la tarde y a merendar, entonces aprovecho para hacer charlas sobre, por ejemplo, Gloria Fuertes o Mar¨ªa Moliner. Tambi¨¦n hacemos ganchillo, porque esto es m¨¢s que un centro social¡±.
Delgado conoce bien la zona, de donde es su familia y en la que vive desde hace d¨¦cadas. A veces las consultas tienen que ver con el catastro o para pedir ayuda con la renovaci¨®n del carnet de identidad. Muchas actividades que propone son tambi¨¦n para conocer el entorno natural en el que viven, que los chavales sepan qu¨¦ es una noguera o c¨®mo se cogen las olivas. ¡°En Budia hab¨ªa tener¨ªas hasta el siglo IX. Hace 20 a?os hab¨ªa entre 35 y 40 ni?os en la escuela; ahora son entre 7 y 10 y tienen que conocer la historia de este lugar porque si no se va a perder, aqu¨ª cada vez hay menos gente y cada vez m¨¢s envejecida¡±. Delgado rebosa personalidad, se siente una privilegiada por vivir donde vive a pesar de la despoblaci¨®n y asegura que todos los a?os lee Viaje a la Alcarria, de Camilo Jos¨¦ Cela, publicado en 1948, que trascurre por los pueblos de la zona. Tiene claro su concepto de biblioteca: ¡°Es un espacio de la comunidad libre y gratuito para el desarrollo colectivo y personal¡±. Una idea que conecta con algo que comenta tambi¨¦n Neus Castellano, directora de la premiada biblioteca Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez: ¡°El ¨¦xito de las bibliotecas es que hemos ido sumando capas de servicios. Desde cuando empezaron han evolucionado. Primero como espacios abiertos a la lectura en sala, luego se introdujo el pr¨¦stamo de libros, los clubes de lectura, la parte digital, la actividad social¡ Se van sumando capas sin eliminar ninguna¡±. Un ejercicio de servicio p¨²blico y democracia poco frecuente.