As¨ª sudan por toda Espa?a los ¡®locos del crossfit¡¯
El ¡®crossfit¡¯ naci¨® en California, a mediados de los a?os noventa, como un entrenamiento militar para los polic¨ªas de Los ?ngeles. Ahora, la fiebre por este deporte se ha extendido por todo el mundo. Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Espa?a son los pa¨ªses l¨ªderes en n¨²mero de boxes
Vallecas, en una nave industrial. Las once de la ma?ana. Por los altavoces suenan los primeros acordes de We Are the Champions, de Queen. Sarai Cumares (Venezuela, 29 a?os), que hace unos segundos ha puesto la m¨²sica, ahora controla el mando del cron¨®metro situado al fondo de la sala. Los n¨²meros rojos marcan 15 minutos. Y empieza el show. Cerca de una veintena de personas siguen sus ¨®rdenes. Suben y bajan las rodillas. Extienden y contraen los brazos. Repiten cada movimiento que Cumares, su coach, les ordena. Todo puede parecer una clase convencional, de esas que se ven a diario en los gimnasios, hasta que, pasados 15 minutos, empiezan las variaciones: unos hacen el pino; otros levantan pesas o balones medicinales, o corren alrededor de los cerca de 200 metros cuadrados de la nave. Todos unidos por una pasi¨®n, el crossfit.
Cumares conoci¨® este deporte hace siete a?os y es una de las monitoras de CrossFit Vallecas, el box ¡ªel gimnasio, en la terminolog¨ªa crossfitera¡ª fundado en 2012 al sur de Madrid. Ella ya es una experta en todo el vocabulario que rodea a este deporte: squat snatch (un tipo de levantamiento de pesas que consiste en elevar la barra desde el suelo hasta llevarla por encima de la cabeza haciendo una sentadilla), burpees (esa secuencia de ejercicios tan temida en los institutos) o muscle up (dominadas con fondo sobre una barra), entre muchos otros.
¡ª?Qu¨¦ es el crossfit?
¡ªSon ejercicios funcionales de alta intensidad.
Ante la mirada dubitativa de la periodista y del fot¨®grafo, se explaya. ¡°Combinamos entrenamientos de resistencia cardiorrespiratoria, muscular, de fuerza, de coordinaci¨®n, de agilidad¡ Todos aquellos ejercicios que en el gimnasio se hacen, por lo general, en una sesi¨®n, aqu¨ª los unimos en una hora con un entrenamiento muy variado¡±.
A m¨¢s de una hora en metro de all¨ª, al norte de Madrid, el box WeZone CrossFit Plaza Castilla dista mucho de aquella nave industrial de ladrillo y cemento de Vallecas. Su entrada, con una puerta acristalada, es de lo m¨¢s convencional. Pero, tras la recepci¨®n de este gimnasio, solo hay una salida: unas escaleras que dirigen al s¨®tano. En un primer vistazo puede parecer el acceso a una discoteca en plena calle de Bravo Murillo. Por los altavoces suena Gasolina, de Daddy Yankee. S¨ª que podr¨ªa ser una fiesta. Aunque, tras bajar una veintena de escalones, no hay luces de colores. En el primer piso, sobre un c¨¦sped artificial, hay varias bicicletas, mancuernas de distintos pesos, m¨¢quinas con bebidas isot¨®nicas y un peque?o despacho. M¨¢s abajo, en la planta baja, una decena de personas se suben a las barras, trepan por las cuerdas, saltan sobre un caj¨®n y levantan las pesas que marcan, en su mayor¨ªa, m¨¢s de 120 kilos. Son solo las cuatro de la tarde, y dos horas despu¨¦s los visitantes del box se renovar¨¢n y habr¨¢ otra treintena de personas.
El primer box de crossfit en Espa?a se abri¨® en 2009 en Zaragoza. Ahora hay 628 gimnasios repartidos por el pa¨ªs
¡°El entrenamiento var¨ªa cada d¨ªa, jam¨¢s se repiten los mismos ejercicios. Por eso nunca te aburres¡±, explica Felipe Romero, el director de marketing de WeZone, la red de boxes de crossfit m¨¢s grande de este pa¨ªs con ocho gimnasios repartidos por la Comunidad de Madrid. En cambio, subraya, s¨ª que hay cuatro fases que se dan en cada clase, de una hora de duraci¨®n: la pr¨¢ctica de ejercicios de halterofilia, de fuerza, de gimn¨¢sticos (donde se ejercita la flexibilidad y los saltos, en fin, acrobacias y gimnasia) y el workout of the day (WOD), una combinaci¨®n de todo el entrenamiento realizado en la ¨²ltima hora comprimido en 10 minutos.
El crossfit es un deporte de interior. Tan solo en casos excepcionales, como sucede con los ejercicios cardiorrespiratorios, en los que se puede salir a correr una vuelta a la manzana para despu¨¦s seguir con el entrenamiento, se practica en el exterior. Algunas otras salvedades se dan en ciudades con playa, como Barcelona. All¨ª, aficionados a este deporte como Joan Mart¨ªnez, de 23 a?os, practican ejercicios gimn¨¢sticos en uno de los gimnasios exteriores de la playa de la Barceloneta. Se cuelga y se desliza por las barras met¨¢licas. Luego hace subir y bajar su cuerpo con la ayuda de unas anillas.
En Espa?a, el primer box de crossfit se abri¨® en Zaragoza en el a?o 2009. Tres a?os despu¨¦s, Elche, Madrid y Alicante tambi¨¦n ten¨ªan un local cada uno. Muy poco a poco la afici¨®n por este deporte se fue abriendo paso en el pa¨ªs. En Barcelona, Sof¨ªa Hig¨®n Bouzas (Alicante, 37 a?os) fue una de las pioneras en abrir estos espacios: en 2013 inaugur¨® Condal CrossFit Gr¨¤cia.
¡ª?Existe un perfil concreto de las personas que practican este deporte?
¡ªNo. Se cree que el crossfit es para la gente que quiere estar muy fuerte o tiene muchas capacidades. Pero no es para nada as¨ª.
Prueba de ello es Lucy Trevin (Toreno, El Bierzo, 70 a?os). A las ¨®rdenes de su entrenador, Quim Prades, se deja caer y vuelve en pie sujet¨¢ndose con unas cuerdas el¨¢sticas ancladas al techo. ¡°Conoc¨ª el box poco despu¨¦s del confinamiento por la pandemia. No sab¨ªa lo que era el crossfit. Solo sab¨ªa que aqu¨ª se hac¨ªa deporte, y que hac¨ªa ya unos meses que mi m¨¦dico me hab¨ªa recomendado que practicase ejercicio para fortalecer mis huesos y los m¨²sculos¡±, recuerda.
Trevin se mud¨® desde su pueblo natal de Le¨®n a Barcelona cuando apenas hab¨ªa cumplido la mayor¨ªa de edad. Estudi¨® enfermer¨ªa y trabaj¨® en distintos hospitales de la capital catalana hasta que se jubil¨®. Junto a varias kettlebells (pesas hechas con hierro fundido con forma de bola y con un asa en la parte superior) colocadas en uno de los pisos superiores de Condal CrossFit Gr¨¤cia ¡ªs¨ª, este box tambi¨¦n tiene una rampa que dirige a los visitantes a su s¨®tano¡ª explica las din¨¢micas de las clases. ¡°Trato de venir dos o tres veces por semana. Quim me gu¨ªa en los ejercicios. Solemos hacer estiramientos con las anillas y levantamiento de bal¨®n medicinal¡±, relata.
Mientras coge una barra y coloca los discos con un peso total de 40 kilos, el resto de sus compa?eros en la sala atienden a otra clase paralela. Ellos, m¨¢s j¨®venes [la mayor¨ªa, entre 30 y 45 a?os], hacen lo mismo, pero con cerca de 120 kilos. Bomberos, consultores, cirujanos, m¨¦dicos, mossos d¡¯esquadra, ingenieros, inform¨¢ticos, profesores¡ Hombres y mujeres con perfiles muy distintos. Unos, con un mayor nivel f¨ªsico; otros, con menos.
Natalia D¨ªez (Madrid, 37 a?os), country manager (una especie de coordinadora general) de la empresa CrossFit Espa?a, es una de las precursoras del crossfit en el pa¨ªs. En el a?o 2011 se divorci¨®, dej¨® su trabajo como publicista y viaj¨® a Miami en busca de nuevas experiencias. All¨ª conoci¨® esta disciplina deportiva, que llevaba desde principios de los 2000 en pleno auge. ¡°Jam¨¢s hab¨ªa o¨ªdo lo que era el crossfit. Pas¨¦ por un box, me entr¨® la curiosidad, y all¨ª empez¨® todo¡±. D¨ªez se aficion¨®: se volvi¨® una usuaria recurrente del gimnasio. Poco a poco se introdujo m¨¢s en el mundo del crossfit. En 2012, cuando solo hab¨ªa cuatro boxes en Espa?a, quiso seguir vinculada y trabaj¨® como traductora de los seminarios que la marca hac¨ªa en el pa¨ªs para atraer a nuevos usuarios. Escal¨® puestos hasta acabar siendo la country manager de CrossFit Espa?a en 2017.
Ese mismo a?o abrieron la cuenta de Instagram de CrossFit Espa?a, que empez¨® a acumular seguidores gracias a las explicaciones en v¨ªdeo de los ejercicios y de un estilo de vida distinto. ¡°Por entonces ya empez¨¢bamos a vivir el bum del crossfit, aunque no fue hasta despu¨¦s de la pandemia cuando todo explot¨®¡±, rememora. A mediados de este pasado julio, Espa?a logr¨® posicionarse como la cuarta potencia mundial en n¨²mero de boxes de crossfit con un total de 628 gimnasios. Este top, encabezado por Estados Unidos, lo completan Reino Unido y Francia.
No se puede decir que haya un n¨²mero exacto de personas que practiquen este deporte. Desde CrossFit Espa?a tratan de hacer una aproximaci¨®n: cada box cuenta con 175 usuarios de media, por lo que hay cerca de 110.000 usuarios que hacen crossfit en Espa?a. El precio medio de las clases mensuales de este deporte oscila entre los 75 y los 100 euros.
Las lumbares, los hombros y las rodillas son las partes del cuerpo que m¨¢s lesiones sufren con este deporte
La disciplina naci¨® en California. All¨ª, Greg Glassman (San Diego, California, 68 a?os) la cre¨® en 1995, mientras entrenaba a los polic¨ªas de Los ?ngeles. Combinaba ejercicios de resistencia, de fuerza, de agilidad y cardiorrespiratorios. En el a?o 2000 fund¨® la marca CrossFit Inc. y abri¨® el primer box en Seattle. Dos a?os despu¨¦s, en octubre de 2002, public¨® un art¨ªculo titulado The CrossFit Journal en el que sentaba las bases de este deporte. La pr¨¢ctica creci¨®. En 2007 se crearon los CrossFit Games, una gran competici¨®n en la que atletas de distintos pa¨ªses compet¨ªan por ser el hombre o mujer m¨¢s fuerte del mundo. En 2011, la marca deportiva Reebok firm¨® un contrato con CrossFit Inc. para representar la competici¨®n deportiva. Los juegos pasaron a llamarse The Reebok CrossFit Games.
Pero todo se trunc¨® en 2020. Tras la muerte violenta del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un polic¨ªa blanco el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Minnesota, Greg Glassman escribi¨® en su cuenta de Twitter: ¡°It¡¯s FLOYD-19¡å (es FLOYD-19) ¡ªen clara alusi¨®n a la covid-19¡ª, despu¨¦s de que el Instituto de M¨¦tricas y Evaluaci¨®n de la Salud clasificara el racismo y la discriminaci¨®n como un problema de salud p¨²blica. Esa broma racista llev¨® a Reebok a romper lazos con la marca y a dejar de ser patrocinador de los tan afamados juegos. Poco despu¨¦s, el propio Glassman se vio obligado a dimitir como CEO de CrossFit Inc.
Pocos aficionados al deporte en Espa?a conocen esta historia. Algunos due?os de boxes s¨ª que la recuerdan, y tienen presente c¨®mo esas palabras da?aron el prestigio de este deporte entre los seguidores que llevaban m¨¢s tiempo practic¨¢ndolo. Adem¨¢s, los gimnasios, solo por incorporar en su nombre la marca CrossFit ¡ªy practicar sus ejercicios¡ª tienen que pagar 4.500 d¨®lares anuales [unos 4.100 euros] a la casa madre de EE UU. Es el caso de Nacho Aragon¨¦s, due?o de CrossFit Century, en Las Rozas (Madrid), el box m¨¢s grande de Espa?a con cerca de 2.000 metros cuadrados.
¡ª?Qu¨¦ opina de aquellas declaraciones de Glassman?
¡ªNo me representan.
¡ª?Y eso de que el crossfit es un deporte en el que prima la fuerza?
¡ªNo es as¨ª. Hay dos tipos de crossfit: el de los deportistas de ¨¦lite, y el de la salud.
De ese ¨²ltimo es del que m¨¢s se encarga Aragon¨¦s. ¡°Al hacer deporte, la gente busca sentirse bien¡±, reitera. Karen Owens (Madrid, 46 a?os) lleva algo m¨¢s de un a?o acudiendo semanalmente a sus clases. Practica los ejercicios de fuerza, de halterofilia, de gimn¨¢sticos o corre alrededor de la sala. Pero tiene una peculiaridad: sufre una enfermedad rara, el s¨ªndrome u?a-r¨®tula, caracterizada por una aplasia de las u?as y, en su caso, de una de sus r¨®tulas. ¡°Nacho adapta los ejercicios: me pone un caj¨®n m¨¢s bajo para saltar, no levanto tanto peso como mis compa?eros¡ Hago crossfit y me siento en forma¡±.
Sobre los crossfiteros han ca¨ªdo cientos de calificativos en los ¨²ltimos a?os. ¡°Locos¡±, ¡°trastornados¡± o ¡°enfermos del deporte¡± han sido algunos de ellos. ¡°Practicar deporte es bueno, pero hay que aprender a hacerlo en su justa medida, con una buena t¨¦cnica¡±, explica Mario Flores, fisioterapeuta y usuario habitual de los boxes de crossfit de Madrid. Con ¨¦l coincide la tambi¨¦n fisioterapeuta Ana Canela: ¡°Es esencial tener un buen entrenador y hacer crossfit siempre con la supervisi¨®n de un profesional¡±. Ella enumera las zonas del cuerpo m¨¢s afectadas por las lesiones en esta disciplina deportiva: el hombro (tendinopat¨ªas y da?os en el manguito rotador), las lumbares (sobre todo en la zona lumbar baja) y las rodillas (meniscopat¨ªas y tendinopat¨ªas).
¡°Todo deporte es lesivo si se hace sin cuidado y sin supervisi¨®n¡±, dice Pau Mart¨ªn Tiers (Blanes, 16 a?os), que empez¨® a aficionarse a este a los 12. Cansado del f¨²tbol, el baloncesto, el tenis y las disciplinas m¨¢s convencionales, ¡°donde todo era siempre igual¡±, escuch¨® hablar del crossfit. Poco a poco se aficion¨®, y en 2022 particip¨® en sus primeros CrossFit Games, donde se qued¨® a las puertas de viajar a Estados Unidos para disputar las pruebas finales de su categor¨ªa. Un a?o despu¨¦s se convirti¨® en el tercer mejor adolescente del mundo. ¡°Mi objetivo es ser un atleta de ¨¦lite¡±, clama ahora tras levantar 170 kilos en unos segundos. La empresa The Fittest Manager le ayud¨® a suplir los gastos de su viaje. Dirigida por Luis Carlos Fern¨¢ndez (Torrelavega, 47 a?os) [que acaba de abrir su primer box en Fuengirola], se cre¨® en 2015 como la primera agencia espa?ola de representaci¨®n de atletas de crossfit. ¡°Antes hubo una en los pa¨ªses n¨®rdicos, y somos su ¨²nica competencia¡±.
¡ª?Qu¨¦ opina de las cr¨ªticas de que el crossfit y la gente que lo practica es una secta?
¡ªClaro que lo es. Pero como lo es el f¨²tbol, el p¨¢del o cualquier deporte. Somos una comunidad.
Tiene claro que el crossfit empieza a vivir su mejor momento tras casi 30 a?os. ¡°Hay una fiebre por esta disciplina. Conoces a much¨ªsima gente y te pones en forma, te sientes mejor f¨ªsicamente, tengas la edad que tengas. No hace falta ser la persona m¨¢s fuerte del mundo para hacer crossfit¡±. Parece que algo ha cambiado en este deporte. Ya no persigue el objetivo de aquel Greg Glassman que impart¨ªa un entrenamiento puramente militar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.