Espa?a reclama medidas urgentes a Bruselas
El pa¨ªs destruye miles de empleos al d¨ªa desde el estado de alerta; el PIB trimestral cae a ritmos del 12%. Patronales, sindicatos y ¡®think tanks¡¯ espa?oles exigen al Gobierno m¨¢s contundencia en la UE ante la crisis
Espa?a destruye 100.000 empleos al d¨ªa en la primera semana de confinamiento, seg¨²n los datos que maneja el Gobierno. El Ejecutivo decret¨® el estado de alarma el d¨ªa 14, s¨¢bado; el lunes las empresas empezaron a acudir a las oficinas de empleo, y el jueves se hab¨ªa eliminado ya toda la creaci¨®n de puestos de trabajo del ¨²ltimo a?o: los 360.000 generados entre febrero de 2019 y el mes pasado, y 50.000 adicionales, aunque este dato aglutina despidos y suspensiones temporales. Son...
Espa?a destruye 100.000 empleos al d¨ªa en la primera semana de confinamiento, seg¨²n los datos que maneja el Gobierno. El Ejecutivo decret¨® el estado de alarma el d¨ªa 14, s¨¢bado; el lunes las empresas empezaron a acudir a las oficinas de empleo, y el jueves se hab¨ªa eliminado ya toda la creaci¨®n de puestos de trabajo del ¨²ltimo a?o: los 360.000 generados entre febrero de 2019 y el mes pasado, y 50.000 adicionales, aunque este dato aglutina despidos y suspensiones temporales. Son a¨²n muy pocos d¨ªas y hay que tomar los n¨²meros con precauci¨®n, pero el resto de indicadores apuntan a que esto supone solo el principio. M¨¢s all¨¢ del terrible impacto de los contagios y las muertes por la Covid-19, se avecina un trimestre del diablo, con la econom¨ªa en punto muerto. Las estimaciones provisionales, a¨²n cogidas con alfileres, apuntan a ca¨ªdas del 12% del PIB trimestral. Ese mordisco puede ir a m¨¢s: Espa?a depende de sectores como el autom¨®vil y el turismo, cuyo batacazo puede considerarse sideral. La sanidad est¨¢ al l¨ªmite, la econom¨ªa se tambalea y la respuesta pol¨ªtica se enfrenta a un desaf¨ªo formidable: es ¡°uno de esos momentos de la verdad¡± para el presidente Pedro S¨¢nchez, seg¨²n expresa gr¨¢ficamente uno de sus m¨¢s estrechos colaboradores.
Tras las vacilaciones iniciales, el Gobierno reaccion¨® con un plan de choque de 200.000 millones para liquidez y ayudas. Varios pa¨ªses han hecho lo mismo, aunque en conjunto esos planes parecen un mont¨®n de remiendos mal cosidos de muchos colores. El BCE despert¨® de su letargo con un bazuca de 750.000 millones que ha anestesiado los mercados. Pero en ese puzle falta la pieza: la recesi¨®n en la UE va a ser del 10% en el escenario negativo, precis¨® la responsable del BCE, Christine Lagarde, en la ¨²ltima cumbre comunitaria, y ese agujero requiere respuestas genuinamente europeas. Francia e Italia reclaman ya medidas por tierra, mar y aire; Bruselas solo ha dado manga ancha con el d¨¦ficit y las ayudas de Estado. Espa?a va a sumarse a la presi¨®n: el Ejecutivo exigir¨¢ a la UE una respuesta contundente y r¨¢pida, seg¨²n las fuentes consultadas en La Moncloa, las instituciones europeas y el Eurogrupo.
La sociedad reclama exactamente eso: CEOE, UGT y CC OO, la patronal bancaria, los principales think tanks y economistas de todo el espectro ideol¨®gico apremian al Ejecutivo a que reivindique mayor acci¨®n de Bruselas, seg¨²n una docena de voces consultadas por EL PA?S. Joaqu¨ªn Almunia, exvicepresidente comunitario, sostiene que esta crisis evidencia ¡°la necesidad de una Europa capaz de reaccionar¡±. ¡°Los l¨ªderes de la UE deben estar a la altura. No hay excusas¡±, indica.
¡°Espa?a no puede esperar a que la UE rompa su irresponsable inacci¨®n¡±, afirma Ant¨®n Costas, del C¨ªrculo de Econom¨ªa. ¡°O Europa reacciona o hasta los m¨¢s convencidos europe¨ªstas veremos este proyecto con una mezcla de decepci¨®n y amargura¡±, ataca Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, de la patronal bancaria. FAES, el think tank del PP, coincide en que el Gobierno ¡°tiene que presionar¡±. Pero quiz¨¢ la voz m¨¢s contundente sea la del siempre comedido Banco de Espa?a: ¡°Hay que mutualizar la deuda¡±, ha escrito en este diario el gobernador Pablo Hern¨¢ndez de Cos. Hace falta un paraguas europeo para capear el temporal; sin ¨¦l, la tormenta se convertir¨¢ en eurodesencanto.
En 1890, justo antes de una crisis brutal, Rudyard Kipling termin¨® su primera novela, La luz que se apaga, una historia de amor que public¨® con dos versiones: una corta con final feliz que hizo las delicias de su madre y otra extensa de desenlace tr¨¢gico. En una esquina de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, en el coraz¨®n de Madrid, Miguel ?ngel P¨¦rez lleva meses construyendo un cine en el que se ha dejado medio mill¨®n, los ahorros de toda la vida m¨¢s el inevitable cr¨¦dito. Ten¨ªa que levantar la persiana en unos d¨ªas. Como casi todo lo dem¨¢s, sus planes est¨¢n en el aire: ¡°Si la coronacrisis dura un par de meses quiz¨¢ salgamos adelante. Si dura m¨¢s, tendr¨¦ que decir aquello de Michael Corleone: casi me han eliminado¡±. La luz que se apaga, versi¨®n espa?ola: final feliz o tr¨¢gico en funci¨®n de lo que se alargue la pesadilla, esa es la disyuntiva para toda la econom¨ªa, con el Gobierno obligado a jugar una mala mano con habilidad.
Hay un consenso transversal sobre la UE: ¡°Europa debe demostrar que sirve para algo o su crisis de legitimidad ser¨¢ brutal¡±, dispara Unai Sordo, l¨ªder de CC OO. ?l y su hom¨®logo de UGT, Pepe ?lvarez, reclaman protecci¨®n para los pa¨ªses vulnerables: ¡°El Gobierno tiene que forzar la m¨¢quina¡±, un mensaje compartido en la orilla empresarial: ¡°La Moncloa debe reclamar pol¨ªticas comunes para reactivar la econom¨ªa cuando pase lo peor¡±, afirma Antonio Garamendi, jefe de CEOE.
Frente a esa extra?a unanimidad, en el Gobierno hay dos escuelas de pensamiento que han ido convergiendo. ¡°Los ministerios econ¨®micos, con Nadia Calvi?o y Mar¨ªa Jes¨²s Montero a la cabeza, han optado por la idea de que esta es una crisis transitoria; creen que no hay que hacer un esfuerzo excesivo porque el margen fiscal es estrecho y eso alimentar¨ªa las expectativas sobre un par¨®n brutal¡±, explica un secretario de Estado bajo anonimato. Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, Pablo Iglesias y Jos¨¦ Luis ?balos son m¨¢s pesimistas y piden mambo: m¨¢s ambici¨®n. Ambas partes limaron diferencias para pactar los 200.000 millones, pero las fisuras van m¨¢s all¨¢ del an¨¢lisis. ¡°Con Italia nunca, detr¨¢s de Italia nunca¡±, lleg¨® a decir una ministra en una reuni¨®n. Espa?a no quiere que le perjudique el paralelismo con Italia, pero lo que pide Roma le beneficia.
Y Roma ha movido ficha: reclama que el mecanismo europeo de rescate (Mede), creado tras la Gran Recesi¨®n, dispare toda la artiller¨ªa, 410.000 millones. Espa?a va ya en esa l¨ªnea. El Eurogrupo baraja dos opciones: crear un nuevo instrumento para movilizar recursos, o activar las l¨ªneas de cr¨¦ditos de precauci¨®n, ya existentes, con una condicionalidad light: circunscrita a que el gasto se destine al impacto del virus. Traducci¨®n bastarda: rescates para pa¨ªses vulnerables sin obligaci¨®n de sacar la tijera de la austeridad.
Respuesta contundente
Espa?a es partidaria de esa opci¨®n. ¡°Es imprescindible una respuesta europea contundente y veloz, para la semana que entra¡±, dijo este s¨¢bado a EL PA?S Nadia Calvi?o. ¡°Lo ¨®ptimo ser¨ªa un coronabono que permita mutualizar deuda. Pero hay que tener algo ya: la Comisi¨®n tiene que movilizar recursos del presupuesto, el Banco Europeo de Inversiones tiene que ofrecer garant¨ªas y vamos a empujar para activar los fondos del mecanismo de rescate¡±.
Los analistas llevan d¨ªas hablando de eurobonos, una especie de anatema en Alemania: ¡°No habr¨¢ mutualizaci¨®n [de la deuda] mientras yo viva¡±, avis¨® la canciller Angela Merkel hace 10 a?os. Y Merkel sigue viva y coleando: mantuvo un discreto silencio en la ¨²ltima cumbre cuando apareci¨® esa idea. Holanda, Finlandia y el resto de sospechosos habituales de la ortodoxia avalan esa posici¨®n. Pero ni La Haya ni Helsinki ni Berl¨ªn est¨¢n en el ojo del hurac¨¢n: Madrid es la zona cero de las capitales europeas; Italia, el pa¨ªs m¨¢s golpeado. Los contagios aumentan en el Norte, pero la presi¨®n para esos Gobiernos es mucho menor. El peligro es que las narrativas Norte-Sur empiecen a diferir, como en la Gran Recesi¨®n.
El ej¨¦rcito espa?ol construye hospitales de campa?a con 5.000 camas. El sector tur¨ªstico da por perdida la Semana Santa, y puede que el verano. Las im¨¢genes de los ata¨²des en B¨¦rgamo y de las residencias de mayores en Madrid son perturbadoras: es l¨®gico que el frente sur exija contundencia. ¡°Lo que no es l¨®gico es que Bruselas siga discutiendo en plena supercrisis de la entrada de Macedonia del Norte: o Europa es consciente del estremecimiento que recorren el espinazo del sur o la imagen de Roma ardiendo y los eur¨®cratas tocando la lira va a hacer much¨ªsimo da?o¡±, explican fuentes diplom¨¢ticas. ¡°Ante ese panorama tan devastador, el tono de Espa?a va a ser mucho m¨¢s duro en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, vaticina un embajador norte?o.
Flexibilidad fiscal
El primer paso de la respuesta europea ya est¨¢ ah¨ª: flexibilidad fiscal en Bruselas y bazuca en Fr¨¢ncfort. El segundo est¨¢ cerca: ante el azuloscurocasinegro de las previsiones, Roma y Madrid deber¨ªan conseguir la baza del mecanismo de rescate, una especie de mutualizaci¨®n por la puerta de atr¨¢s. Puede haber un tercero, si la munici¨®n se agota y la crisis sigue: ¡°Solo al borde del abismo Merkel y los halcones permitir¨ªan los eurobonos, en parte con raz¨®n: si Europa hace demasiado, los populismos van a crecer en el norte; si hace demasiado poco habr¨¢ problemas en el sur. Hay que hallar un camino en el medio¡±, declara una alta fuente europea.
La pelota est¨¢ en el tejado del presidente. ¡°La duda es si estar a la vanguardia o un paso por detr¨¢s, pero con las cifras de contagios y muertos Espa?a tiene toda la legitimidad para pedir contundencia¡±, concluye un asesor de S¨¢nchez. El error fundamental de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue minusvalorar la crisis: S¨¢nchez sabe que no puede permitirse tropezar en la misma piedra.
El coronavirus es una incursi¨®n en lo desconocido y a la vez un crescendo desestabilizador: en esos momentos de zozobra se forjaban antes los Robespierre y ahora los archipopulistas. ¡°Las grandes crisis son como las metamorfosis kafkianas: una crisis sanitaria deviene en crisis econ¨®mica y suele acabar convertida en una cucaracha en forma de crisis pol¨ªtica y social¡±, apunta el economista Paul De Grauwe. ¡°Si no actuamos con rapidez, el euro y la UE pueden estar en peligro¡±, avisa Federico Steinberg, del Instituto Elcano. ¡°La Uni¨®n se la est¨¢ jugando¡±, a?ade Pol Morillas, del think tank barcelon¨¦s Cidob. Kipling y sus dos finales, una vez m¨¢s: si la crisis dura un par de meses y Europa, el BCE y los Gobiernos consiguen alinearse con pol¨ªticas monetarias y fiscales como las de los anglosajones, estamos a tiempo de un final medianamente feliz. De lo contrario, gana enteros el desenlace tr¨¢gico: ¡°Cuando la econom¨ªa se tambalea, la democracia se quiebra¡±, prev¨¦ Charles Kupchan, exasesor de Obama.
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