Muere el hist¨®rico dirigente socialista Enrique M¨²gica

La aflicci¨®n y una consternaci¨®n inabordable sorprendieron de madrugada al PSOE. La muerte de Enrique M¨²gica (San Sebasti¨¢n, 20 de febrero 1932) una de las 16.000 v¨ªctimas del coronavirus, causante de la peor crisis sanitaria en Espa?a en m¨¢s de un siglo, impact¨® en un partido que le consideraba uno de sus dirigentes m¨¢s prominentes. Y eso que formalmente M¨²gica hab¨ªa dejado de ser militante socialista cuando fue nombrado defensor del pueblo en 2000 ¡ªera incompatible con su nueva responsabilidad¡ª, despu¨¦s de un pacto entre los dos grandes partidos que hoy resultar¨ªa inaudito.

La capacidad de M¨²gica, ministro de Justicia con Felipe Gonz¨¢lez entre 1988 y 1991, para lograr consensos entre partes en teor¨ªa irreconciliables le convirtieron en una figura muy importante no solamente para el PSOE. Tambi¨¦n de la historia reciente de Espa?a, en la que el pol¨ªtico vasco trascendi¨® a su partido. Sus denuncias del nacionalismo excluyente y del terrorismo etarra, que en los a?os noventa asesin¨® a su hermano Fernando dentro de una estrategia de eliminaci¨®n del adversario pol¨ªtico que ETA denomin¨® como la socializaci¨®n del sufrimiento, forman parte de su legado. El PSOE se despidi¨® record¨¢ndole como ¡°un gran defensor de la democracia, jurista y pol¨ªtico, precursor y una de las personalidades m¨¢s relevantes del socialismo¡±. ¡°Un referente socialista, un hombre que dedic¨® toda su vida a defender la democracia y la libertad. Nos deja una gran tristeza pero tambi¨¦n el legado m¨¢s valioso: un pa¨ªs mejor. Hasta siempre. Goian bego¡±, fueron las palabras que le dedic¨® Pedro S¨¢nchez, presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, en su cuenta de Twitter.

Infatigable defensor de la democracia, la represi¨®n franquista castig¨® su activismo con dos a?os y medio de prisi¨®n. Enrique M¨²gica comenz¨® su carrera pol¨ªtica durante sus a?os de estudiante de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. En 1953 comenz¨® su militancia en el PCE, decisi¨®n que le llev¨® a pasar varias temporadas en la c¨¢rcel en 1959 y entre 1962 ¡ªa?o en el que fue condenado en Consejo de Guerra a seis a?os de c¨¢rcel (cumpli¨® 22 meses de condena)¡ª y 1967. Este a?o, en su ¨²ltima estancia en prisi¨®n, abandon¨® el ideario comunista e ingres¨® en el PSOE como miembro de su ejecutiva. Siete a?os despu¨¦s fue elegido secretario de Coordinaci¨®n del PSOE en el Congreso de Suresnes. En representaci¨®n de su partido, tambi¨¦n form¨® parte activa de la Plataforma de Convergencia Democr¨¢tica (1974-76) y de la Coordinadora Democr¨¢tica, un ¨®rgano unitario de oposici¨®n al franquismo. Tambi¨¦n desempe?¨® la funci¨®n de secretario de Relaciones Pol¨ªticas de la direcci¨®n federal socialista.

En las primeras elecciones generales, en 1977, logr¨® el acta de diputado por la provincia de Gipuzkoa en unos comicios en los que el PNV fue la fuerza m¨¢s votada en Euskadi por poco margen: 29,3% de los votos y ocho diputados por el 26,5% y siete esca?os del PSOE. Desde entonces conserv¨® su esca?o hasta el a?o 2000. Uno de los grandes hitos en su trayectoria lleg¨® el 8 de julio de 1988, cuando Gonz¨¢lez le nombr¨® en su segundo mandato ministro de Justicia en lugar de Fernando Ledesma. M¨²gica ejerci¨® esa funci¨®n hasta marzo de 1991. Un periodo en el que se aprobaron, entre otras leyes, la de Demarcaci¨®n y Planta Judicial, la de Sociedades An¨®nimas y las reformas procesales y penales que dieron lugar a la creaci¨®n de los juzgados de lo penal.

Una tragedia marc¨® el resto de la vida de M¨²gica. ETA trat¨® de silenciar la lucha de su familia por la democracia y sus valores frente a todo tipo de totalitarismos, fuera la dictadura de Franco o el terrorismo, segando en 1996 la vida de su hermano, el abogado y dirigente del Partido Socialista de Euskadi (PSE) Fernando M¨²gica Herzog. La banda terrorista le asesin¨® de un disparo en la nuca en San Sebasti¨¢n, delante de su hijo Jos¨¦ Mar¨ªa. ¡°Al contrario de frases convencionales, yo ni olvido ni perdono a los asesinos, a los que los han impulsado, a los que han levantado su mano, a los que defienden o exculpan a ETA y la violencia callejera¡±, afirm¨® durante el velatorio de su hermano en la Casa del Pueblo de Donostia. ¡°Quiero decirles que he combatido, sigo combatiendo y combatir¨¦, el terrorismo y la violencia¡±, se reafirm¨®, precisamente en el momento m¨¢s doloroso, en sus convicciones. D¨ªez a?os despu¨¦s, el etarra Txapote fue condenado a 82 a?os de c¨¢rcel como responsable de haber ordenado su asesinato. En el ¨²ltimo homenaje a Fernando M¨²gica, el pasado febrero, su hijo pidi¨® a los principales partidos que aunaran fuerzas en defensa de la Constituci¨®n y del futuro de la sociedad espa?ola. Al acto acudieron, entre otros, Manuel Valls y Adolfo Su¨¢rez Illana.

Con el cambio de siglo M¨²gica fue nombrado defensor del pueblo, cargo que ocup¨® durante 10 a?os al lograr ser reelegido por primera vez en la historia de la democracia. Hace ahora 20 a?os, el PP y el PSOE pactaron el nombramiento del veterano pol¨ªtico socialista. El Congreso aprob¨® su designaci¨®n con 306 votos a favor, 11 en contra, 8 en blanco y 1 nulo. Fue uno de los pocos acuerdos que sacaron adelante los dos grandes partidos. Y lo hicieron, como reconocieron sus entonces portavoces parlamentarios, Luis de Grandes, del PP, y Luis Mart¨ªnez Noval del PSOE, por la ¡°gran personalidad y categor¨ªa¡± del candidato. En su ¨²ltima ¨¦poca como Defensor del Pueblo choc¨® con su propio partido por la Ley de Extranjer¨ªa o tras presentar en 2006 un recurso ante el Tribunal Constitucional a la reforma del Estatuto de Catalu?a. IU-ICV propuso su destituci¨®n, que fue apoyada por CiU, ERC y PNV. Una vez m¨¢s, M¨²gica puso de acuerdo al PSOE ¡ªel PSC se desmarc¨®¡ª y al PP, que impidieron que su cese prosperase. Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, el actual Defensor del Pueblo ¡ªen funciones¡ª, expres¨® su ¡°profundo dolor¡± por el fallecimiento de su amigo y compa?ero.