¡°Nadie pensaba que nos iba a alcanzar tan de sopet¨®n y con tanta intensidad¡±
La UCI del Hospital Cl¨ªnico de Valencia ha pasado de uno o dos ingresos diarios por covid-19 a uno o dos semanales
Han pasado casi dos meses desde que el coronavirus irrumpi¨® brutalmente en sus vidas y un cartel, escrito a mano en un sencillo folio con la frase ¡®Juntos podremos¡¯, est¨¢ bien visible en una de las salas UCI del Hospital Cl¨ªnico de Valencia. El n¨²mero de ingresos en la unidad de cr¨ªticos se reduce poco a poco despu¨¦s de semanas de incertidumbre y de superar el primer pulso a la covid-19. Es mediod¨ªa, parte del turno ...
Han pasado casi dos meses desde que el coronavirus irrumpi¨® brutalmente en sus vidas y un cartel, escrito a mano en un sencillo folio con la frase ¡®Juntos podremos¡¯, est¨¢ bien visible en una de las salas UCI del Hospital Cl¨ªnico de Valencia. El n¨²mero de ingresos en la unidad de cr¨ªticos se reduce poco a poco despu¨¦s de semanas de incertidumbre y de superar el primer pulso a la covid-19. Es mediod¨ªa, parte del turno est¨¢ comiendo y en la sala se respira tranquilidad. Dos sanitarias se embuten en el buzo, se colocan las mascarillas, las gafas y el resto de su equipo de protecci¨®n individual porque Adela, una paciente afectada por coronavirus, debe acostarse despu¨¦s de unos minutos incorporada. Ha vencido la fase m¨¢s cr¨ªtica y ahora habla sin parar y bromea con el personal sobre lo cerca que est¨¢ de poderse comer una paella.
¡°Al principio hab¨ªa mucho susto. Nadie pensaba que nos iba a alcanzar tan de sopet¨®n y con tanta intensidad. Hemos vivido otras epidemias pero no tan virulentas en la transmisi¨®n¡±, explica Marisa Blasco, jefa del Servicio de la UCI de este hospital y presidenta de la Sociedad Valenciana de Intensivos. Ven¨ªan noticias de China y las reuniones diarias de los jefes de intensivos comenzaron el 26 de febrero, aunque el primer ingreso en cr¨ªticos no se produjo en este centro hasta el 12 de marzo. ¡°Nos preparamos para lo peor¡±, apunta aunque la crisis sanitaria valenciana no es comparable con lo vivido en las unidades de cr¨ªticos de Madrid o Barcelona, absolutamente desbordadas.
De las 16 plazas de cuidados intensivos que tiene el Cl¨ªnico se prepararon con antelaci¨®n para disponer de muchas m¨¢s plazas, reconvirtiendo quir¨®fanos y reforzando el personal hasta las 80 personas, profesionales que saben manejarse con un ventilador y la tecnolog¨ªa que hay en el servicio. En los peores momentos tuvieron ingresados en la unidad hasta 21 pacientes cr¨ªticos. En su caso, la punta se dio a finales de marzo. ¡°Hemos pasado de tener uno o dos ingresos diarios y muy pocas altas, a tener ahora uno o dos ingresos a la semana y bastantes altas. Parece, y lo digo con much¨ªsima prudencia, que nos estamos estabilizando y es posible que salgan m¨¢s pacientes de los que est¨¢n entrando. No sabemos si habr¨¢ un repunte¡±, a?ade esta veterana de la medicina con 27 a?os de trayectoria. En el momento ¨¢lgido de la crisis, a?ade Blasco, ten¨ªan ocupado un 70% de los recursos que pod¨ªan usar.
Los momentos m¨¢s angustiosos fueron el susto y la incertidumbre del principio porque no sab¨ªan qu¨¦ iba a pasar y fue el peor momento para el personal sanitario. Despu¨¦s, lo anormal se ha convertido en normal. Muchas m¨¢s personas han salido victoriosas de la enfermedad de las que no. ¡°Hablamos de una proporci¨®n de cuatro a uno. No era lo esperado, se hablaba de cifras del 50% de mortalidad en los pacientes muy enfermos en las UCI¡±, dice Blasco. La situaci¨®n de duelo siempre es complicada y en los momentos de m¨¢s presi¨®n asistencial se multiplica ¡°por cien mil¡± porque no hab¨ªa familiares y les ha tocado a ellos vivirlo en primera persona.
En este tiempo, ha habido momentos gratos, cada alta lo ha sido. La primera la tienen grabada ¡°porque da mucha alegr¨ªa". El paciente se va diciendo te quiero, os quiero mucho, y es gratificante y muy emocionante, asume la especialista. ¡°He visto a compa?eros llorar con el paciente y su familia en la primera videoconferencia despu¨¦s de 15 d¨ªas de crisis. Estaban la mujer, el paciente y la doctora llorando como magdalenas. Son momentos que te hacen crecer y que luego nos pasar¨¢n factura, espero que una factura positiva¡±.
El personal de la UCI va y viene durante esta especie de tregua. Las cifras de ingresos hospitalarios y el paso a la unidad de cr¨ªticos ha mejorado en los ¨²ltimos d¨ªas; la curva se ha aplanado, como dice la consejera de Sanidad, Ana Barcel¨®. Llegan agotados a casa pero cuando est¨¢n en la UCI se sienten ¨²tiles. ¡°Si ten¨ªa alguna duda sobre mi trabajo, que no era el caso, despu¨¦s de lo que hemos vivido, se ha disipado por completo¡±.
Para los enfermos, el paso por la UCI es extra?o. Pasan dormidos muchos d¨ªas, conectados a la ventilaci¨®n mec¨¢nica. El personal de la unidad intenta que se cumplan las rutinas, que se diferencie la noche del d¨ªa pero la normalidad es dif¨ªcil porque entramos en estas habitaciones, acristaladas como si fu¨¦ramos de la NASA, con mascarillas y gafas, a veces se nos oye mal. As¨ª que cuando salimos del box, te sacas la mascarilla y les dices ¡®oye, que la que acaba de estar contigo soy yo¡¯¡±. La flojera de los pacientes es brutal. ¡°Es como el quebrantamiento que sientes con una gripe pero multiplicado por veintemil, es como si tuvieras tres camiones encima de ti. Ese es su despertar. Respirar les cuesta esfuerzo, ese agotamiento es duro para ellos¡±, concluye Blasco.