El Gobierno mantiene a m¨¢s de 1.600 migrantes hacinados en el CETI de Melilla

El Gobierno mantiene a m¨¢s de 1.600 personas hacinadas, en plena cuarentena, en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, un alojamiento provisional de 782 plazas. En circunstancias normales, traslados peri¨®dicos a la Pen¨ªnsula consiguen aliviar la enorme presi¨®n de este centro, pero desde que se decret¨® el estado de alarma Interior los ha paralizado. El confinamiento ha dejado encerrados a todos los residentes, incluidas familias con ni?os, obligados a convivir en unas instalaciones con m¨¢s del doble de...

El Gobierno mantiene a m¨¢s de 1.600 personas hacinadas, en plena cuarentena, en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, un alojamiento provisional de 782 plazas. En circunstancias normales, traslados peri¨®dicos a la Pen¨ªnsula consiguen aliviar la enorme presi¨®n de este centro, pero desde que se decret¨® el estado de alarma Interior los ha paralizado. El confinamiento ha dejado encerrados a todos los residentes, incluidas familias con ni?os, obligados a convivir en unas instalaciones con m¨¢s del doble de su capacidad.

Las denuncias sobre la situaci¨®n del centro se han intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas. ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, ha pedido al Ministerio del Interior y al de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones ¡°medidas urgentes¡± para descongestionar el CETI y ¡°proporcionar un alojamiento digno a los residentes¡±. El Defensor del Pueblo tambi¨¦n ha denunciado que estas condiciones impiden mantener las medidas de seguridad ante la covid-19. El centro se encuentra a un 214% de su capacidad, seg¨²n responde el Ejecutivo a una pregunta parlamentaria planteada por el diputado de EH-Bildu Jon I?¨¢rritu.

El n¨²mero de residentes en el CETI de Melilla es el mayor, al menos, desde 2015, cuando el centro aloj¨® un pico de 2.000 personas en plena crisis de refugiados de Oriente Medio. Desde entonces, nunca ha estado por debajo de su capacidad (480 plazas en 2015, hasta las 782 actuales). Actualmente, el centro registra su mayor ¨ªndice de ocupaci¨®n en el ¨²ltimo lustro. En Ceuta, con una ocupaci¨®n mucho menor (129%), la Delegaci¨®n del Gobierno s¨ª consigui¨® orquestar la salida de 105 y 37 personas en dos traslados a finales de marzo, semanas antes de detectarse en un beb¨¦ el primer positivo por coronavirus. En abril no se han vuelto a realizar m¨¢s traslados y, seg¨²n diversas fuentes, no se prev¨¦ que se reactiven.

El ministro de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, ¨²ltimo responsable de la gesti¨®n de estos alojamientos temporales, mantuvo esta semana en el Congreso que la situaci¨®n del centro de Ceuta estaba controlada, pero reconoci¨® su ¡°preocupaci¨®n¡± por la sobreocupaci¨®n del de Melilla. Su Secretar¨ªa de Estado de Migraciones no ha dejado de solicitar a Interior traslados desde principios de a?o, pero estos no se han producido. Pese a que la gesti¨®n del centro depende de la secretar¨ªa de Estado, las autorizaciones de los traslados llevan el sello del departamento de Fernando Grande-Marlaska.

La semana pasada, y tras multiplicarse las presiones al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez para reducir la saturaci¨®n del centro, se avis¨® a varios residentes de que s¨ª habr¨ªa ¡°salida¡±, como se llama coloquialmente a los traslados en barco a la Pen¨ªnsula. Seg¨²n testimonios recabados por EL PA?S, los elegidos ya ten¨ªan sus billetes para embarcar rumbo a M¨¢laga y el transporte para llevarlos hasta el puerto estaba preparado. A ¨²ltima hora de la tarde se anul¨®, sin dar explicaciones a los afectados. El dispositivo, coordinado por la Delegaci¨®n del Gobierno en Melilla y la direcci¨®n del centro, fue paralizado atropelladamente por Interior para reevaluar los perfiles de las personas seleccionadas, seg¨²n admiten fuentes del ministerio, que aseguran estar trabajando en el traslado de varias decenas de personas para esta misma semana.

Criterios arbitrarios

El listado de los residentes que pueden ser trasladados a la Pen¨ªnsula lo elabora la Comisar¨ªa General de Extranjer¨ªa y Fronteras; y los criterios de selecci¨®n, que dependen tambi¨¦n del n¨²mero de plazas disponibles en el resto del territorio (de acogida humanitaria para migrantes o de asilo para solicitantes de protecci¨®n internacional), suelen ser arbitrarios y desconocidos.

El tiempo medio de estancia var¨ªa enormemente en funci¨®n de la nacionalidad y el colectivo en el que encuadran a los residentes. Esto tambi¨¦n es caprichoso. Ha habido ¨¦pocas en las que se ha priorizado el traslado de determinados grupos (refugiados, colectivo LGTB, perseguidos pol¨ªticos), mientras que hay otras en las que prima el criterio de las nacionalidades (Siria, ?frica Subsahariana) o del perfil (familias u hombres solos). Los bloqueos tambi¨¦n afectan prioritariamente a algunos colectivos, especialmente a los magreb¨ªes. A finales de enero, un primer bloqueo provoc¨® una grave crisis con j¨®venes tunecinos registrados como solicitantes de asilo a quienes se vet¨® la entrada en el CETI, que estaba saturado.

Desde la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) denuncian que las decisiones del ministerio a la hora de aprobar o no los traslados y elaborar las listas no son jur¨ªdicamente sostenibles. Normalmente, prima una situaci¨®n de vulnerabilidad en determinados perfiles: solicitantes de asilo, mujeres o familias monoparentales y enfermos cr¨®nicos. La pasada semana, el Defensor del Pueblo solicit¨® el traslado urgente de una mujer marroqu¨ª y sus tres hijos que a¨²n siguen en el CETI. La madre padece asma, lo que la convierte en poblaci¨®n de riesgo ante la covid-19, y es v¨ªctima de malos tratos.

La actual sobreocupaci¨®n del CETI en Melilla contrasta con la reducci¨®n de llegadas de migrantes y solicitantes de asilo en 2019 y 2020 con respecto a 2018, cuando se registr¨® en Melilla el mayor pico de llegadas en los ¨²ltimos cinco a?os. El pasado 6 de abril, 53 j¨®venes lograron acceder a la ciudad sorteando la valla. Debido a la congesti¨®n, tuvieron que ser acogidos en una carpa instalada en una ubicaci¨®n distinta, en terrenos de titularidad privada. Pasaron casi 12 horas a las puertas del CETI, algunos heridos, atendidos por sanitarios de Cruz Roja y vigilados por las fuerzas de seguridad. Hasta entonces, tanto el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, como la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, hab¨ªan mantenido que la situaci¨®n en el centro estaba controlada.

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