Familias suspendidas frente a la frontera en Melilla
Las dificultades para documentar a sus hijos nacidos en el exilio relega a las familias de refugiados sirios a un limbo burocr¨¢tico a la espera de las pruebas de ADN
Aiyoush y Suliman llevan casi dos meses sin ver a su hijo Aziz. Todos viven en Melilla, pero les separa un abismo burocr¨¢tico. El peque?o, de tres a?os y nacido en Argelia, est¨¢ acogido en el centro Gota de Leche, tutelado por la ciudad aut¨®noma. Sus padres, sirios, esperan en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) las pruebas de ADN que certifiquen que Aziz es su hijo.
¡°El ni?o estaba muy unido a su padre y le echa mucho de menos. Le pide a su padre que lo saque de all¨ª¡±, describe Aiyoush, la madre, tras enviar un v¨ªdeo en el que su hijo llora desconsoladamente en la puer...
Aiyoush y Suliman llevan casi dos meses sin ver a su hijo Aziz. Todos viven en Melilla, pero les separa un abismo burocr¨¢tico. El peque?o, de tres a?os y nacido en Argelia, est¨¢ acogido en el centro Gota de Leche, tutelado por la ciudad aut¨®noma. Sus padres, sirios, esperan en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) las pruebas de ADN que certifiquen que Aziz es su hijo.
¡°El ni?o estaba muy unido a su padre y le echa mucho de menos. Le pide a su padre que lo saque de all¨ª¡±, describe Aiyoush, la madre, tras enviar un v¨ªdeo en el que su hijo llora desconsoladamente en la puerta del centro. Antes del decreto de alarma, pod¨ªa acercarse a verle, pero tras el confinamiento las visitas est¨¢n suspendidas.
Seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones, hasta 25 familias sirias est¨¢n acogidas en el CETI de Melilla, un alojamiento temporal preparado para acoger a 782 personas en el que conviven, en cuarentena, unas 1.600. De esas familias, una veintena podr¨ªan estar esperando los resultados del ADN que prueben la filiaci¨®n. Sin esas pruebas no entran en las listas que elabora la Polic¨ªa para autorizar los traslados de los residentes a un alojamiento de la Pen¨ªnsula, seg¨²n testimonios recogidos por EL PA?S. Aziz es el ¨²nico ni?o separado de sus padres.
Melilla, junto a Ceuta, es un territorio de excepci¨®n a la legislaci¨®n espa?ola. Las dos ciudades aut¨®nomas son los ¨²nicos lugares donde los solicitantes de asilo no tienen libertad de movimiento, algo contra lo que se han emitido varias sentencias en los ¨²ltimos a?os. Los residentes del CETI dependen del permiso del Ministerio de Interior, para cambiar de ciudad. A pesar de la saturaci¨®n de los centros, especialmente el de Melilla, las salidas se han producido con cuentagotas (uno en Melilla y dos en Ceuta) desde el decreto del estado de alarma. Aun recibiendo los resultados de sus pruebas, las posibilidades de salir de estas familias sirias son remotas. Interior, a pesar de la presi¨®n ejercida por el Defensor del Pueblo y la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) no tiene previsto realizar ¡°a corto plazo¡± m¨¢s traslados.
Las pruebas gen¨¦ticas se realizan cuando las autoridades espa?olas no pueden verificar por medios documentales los v¨ªnculos familiares o dudan de la documentaci¨®n. Para los padres de ni?os nacidos en el exilio, documentar a sus hijos mientras saltan de un pa¨ªs a otro es una odisea.
La administraci¨®n auton¨®mica asume la tutela de los menores a la espera de que se resuelvan los test. El proceso suele tardar un mes, aclaran desde la Delegaci¨®n del Gobierno de Melilla. Los resultados ya acumulaban retraso y la emergencia sanitaria acab¨® paralizando el proceso. Suliman y Aiyoush llevan dos meses m¨¢s de lo previsto esperando. Seg¨²n el consejero de Familia y Menor del Ejecutivo local, Mohamed Al-lal, intentan que la familia se mantenga unida si los padres, que pueden solicitar un certificado a la Consejer¨ªa, se encuentran en el CETI. Para estos padres, esa solicitud lleg¨® tarde, en v¨ªsperas de la cuarentena.
Los problemas de las familias que huyen de Siria, que lleva una d¨¦cada en guerra civil, se acrecienta en la frontera con Marruecos, donde no existe un sistema nacional de asilo ni una ley que proteja a los refugiados. La historia de esta pareja y sus hijos ilustra el drama de las familias de refugiados divididas por la valla. El 27 de enero, la joven madre consigui¨® cruzar la frontera pagando 1.000 euros. Un d¨ªa y otros 1.000 euros despu¨¦s, cruz¨® su otra hija, Haya, nacida en Marruecos y a¨²n lactante. Aiyoush la recogi¨® en la frontera de los brazos de una mujer marroqu¨ª que la hizo pasar por hija suya. El d¨ªa 29 era el turno de Aziz. Dos mujeres intentaron atravesar el paso fronterizo de Beni Ensar, el ¨²nico cruce internacional en Melilla, con el ni?o. Lo hab¨ªan sedado, presumiblemente para que no llorase y evitar ser descubiertas, inform¨® la Polic¨ªa Nacional en Melilla. Ambas mujeres fueron detenidas. ¡°No existe ning¨²n padre que pueda drogar a su hijo¡±, se indigna Suliman recordando por tel¨¦fono el episodio, ¡°si lo hubiese sabido, habr¨ªa pagado m¨¢s por llevarlo con otras personas¡±. ?l entr¨® en Melilla el 2 de febrero. En total, pagaron 7.000 euros, afirma.
Hula y Abdelkader (nombres ficticios para proteger su identidad) tambi¨¦n aguardan el resultado de las pruebas de ADN para intentar salir de Melilla. Su beb¨¦ de apenas tres meses naci¨® en el hospital Hassani de Nador, donde recibieron la partida de nacimiento y nada m¨¢s. El ni?o no tiene pasaporte, no est¨¢ inscrito en ning¨²n registro, ni siquiera tuvieron tiempo de actualizar el Libro de Familia. Con solo dos semanas, el beb¨¦ cruz¨® en brazos de otra persona que se lo entreg¨® a su madre en el lado espa?ol del puesto fronterizo.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia