El Gobierno achaca la crisis en Interior a un pulso de jefes de la Guardia Civil
El Ejecutivo cierra filas y arropa a Marlaska ante las cr¨ªticas de la derecha
A la crisis entre Interior y parte de la c¨²pula de la Guardia Civil se sum¨® este mi¨¦rcoles el dur¨ªsimo clima pol¨ªtico vivido en el Congreso. En las conversaciones informales entre ellos, los ministros ya no ten¨ªan dudas: la ofensiva contra el Ejecutivo, se?alan varios de ellos tanto del PSOE como de Unidas Podemos e independientes, es muy de fondo y busca su destituci¨®n. En ese contexto enmarcan lo que consideran un ¡°pulso¡± de algunos...
A la crisis entre Interior y parte de la c¨²pula de la Guardia Civil se sum¨® este mi¨¦rcoles el dur¨ªsimo clima pol¨ªtico vivido en el Congreso. En las conversaciones informales entre ellos, los ministros ya no ten¨ªan dudas: la ofensiva contra el Ejecutivo, se?alan varios de ellos tanto del PSOE como de Unidas Podemos e independientes, es muy de fondo y busca su destituci¨®n. En ese contexto enmarcan lo que consideran un ¡°pulso¡± de algunos mandos de la Guardia Civil contra Fernando Grande Marlaska, el titular de Interior. Y por eso, pese a que en privado algunos muestran dudas por su gesti¨®n de esta crisis, el Ejecutivo en pleno decidi¨® arroparlo en un cierre de filas total.
Fernando Grande Marlaska y Pablo Iglesias representan dos sectores del Gobierno de coalici¨®n muy alejados. El vicepresidente segundo viene del comunismo, del activismo antiglobalizaci¨®n, del 15-M. El ministro del Interior fue un destacado juez de la Audiencia Nacional cercano a sectores conservadores, propuesto por el PP para el Consejo General del Poder Judicial. Ambos han tenido tensiones importantes en los ¨²ltimos meses por la pol¨ªtica de inmigraci¨®n, sobre la que tienen una visi¨®n casi antag¨®nica. Sin embargo, fue Iglesias el ministro que con m¨¢s entusiasmo aplaudi¨® a Marlaska, puesto en pie como todo el Gobierno y los diputados del PSOE y de Unidas Podemos, cuando termin¨® la ronda de siete preguntas con las que la oposici¨®n trat¨® de arrinconar al ministro en el Congreso.
Ese ambiente pol¨ªtico, sumado a lo que los ministros ven como un claro pulso de algunos mandos de la Guardia Civil contra Marlaska, hizo este mi¨¦rcoles reaccionar a todo el Gobierno con el previsible cierre de filas. En el Ejecutivo hay una creciente preocupaci¨®n con el ambiente de tensi¨®n contra el Gobierno que se est¨¢ calentando no solo en la oposici¨®n de PP y Vox, algo que era esperable, sino tambi¨¦n en algunos sectores de la justicia, de la Guardia Civil o de la Polic¨ªa. A nadie le sorprende que esos tres mundos decisivos del Estado est¨¦n dominados por los conservadores. Siempre fue as¨ª. Pero s¨ª preocupa cada vez m¨¢s que la parte m¨¢s radical, representada por Vox, tenga un peso creciente en algunas de estas instituciones clave, seg¨²n varios ministros. Fuentes del Ejecutivo trasladan que Marlaska no va a aceptar ning¨²n tipo de pulso y que la situaci¨®n en la Guardia Civil ¡°no est¨¢ ni mucho menos tranquila¡±, pero est¨¢n convencidos de que la crisis est¨¢ controlada y en v¨ªas de soluci¨®n, porque en la Guardia Civil siempre se impone el criterio jer¨¢rquico y se acabar¨¢n asumiendo las decisiones de reorganizaci¨®n que tome Marlaska.
Varios ministros transmiten en privado su inquietud por lo que entienden como un llamamiento del n¨²mero dos del PP, Teodoro Garc¨ªa Egea, a una insubordinaci¨®n de la Guardia Civil, pero est¨¢n convencidos de que en pocos d¨ªas la crisis quedar¨¢ totalmente controlada. Los populares est¨¢n explotando al m¨¢ximo el enfrentamiento con mandos del instituto armado hasta el punto de que su l¨ªder Pablo Casado se reunir¨¢ este jueves con todas las asociaciones profesionales del cuerpo. Lo que preocupa a otros ministros y altos cargos es el ambiente destituyente que en su opini¨®n est¨¢ promoviendo la oposici¨®n. Y ah¨ª las palabras son m¨¢s gruesas y las llamadas al cierre de filas para defender al Ejecutivo surgido de las urnas mucho m¨¢s insistentes.
¡°Ninguno de nosotros pensaba que tendr¨ªamos que enfrentarnos a un ambiente golpista como este¡±, sentencia un ministro. En las ¨²ltimas semanas, ya antes de la crisis con un sector de la c¨²pula de la Guardia Civil, en el Gobierno se hab¨ªa hablado varias veces al m¨¢ximo nivel de este ambiente con gran preocupaci¨®n.
Alarmas
La escasa reacci¨®n de algunos cuadros de la Polic¨ªa ante las manifestaciones no autorizadas en el barrio de Salamanca de Madrid en plena fase 0 o en algunos escraches ante las viviendas de ministros hicieron saltar las alarmas. Algunos se?alan que el ambiente que se respira en sectores de la Guardia Civil y la Polic¨ªa es inquietante por la agresividad que se destila en foros internos.
El Gobierno ha cerrado filas al comprobar la ofensiva de la oposici¨®n, una reacci¨®n habitual, y fuentes del Ejecutivo insisten en que Marlaska tiene todo el apoyo del presidente Pedro S¨¢nchez. Pero ese contexto de defensa cerrada ante la presi¨®n exterior no impide que algunos altos cargos apunten cr¨ªticas a la gesti¨®n de la crisis que ha provocado el cese del coronel Diego P¨¦rez de los Cobos por el caso 8-M. Aunque todos ellos asumen que es normal que lo destituya si ha perdido su confianza y m¨¢s en este contexto, creen que podr¨ªa haber esperado un tiempo para hacerlo de forma m¨¢s discreta. Algunos miembros del Gobierno apuntan que a Marlaska le ha faltado ¡°olfato pol¨ªtico¡± para gestionar una situaci¨®n complicada con un cuerpo siempre problem¨¢tico, definido muchas veces como ¡°un Estado dentro del Estado¡±. Sin embargo, otros se?alan que el ministro hizo bien en dar una muestra de autoridad en un momento delicado, y creen que dejar la destituci¨®n para m¨¢s adelante solo hubiera empeorado las cosas si la falta de confianza ya era evidente.
El Gobierno se prepara ahora para hacer frente a una ofensiva pol¨ªtica cada vez m¨¢s dura. Varios ministros consultados creen que es el momento de reforzar la mayor¨ªa para resistir el embate. Con el PNV se cerr¨® un nuevo pacto, pero no parece sencillo consolidar al resto porque ni ERC ni Ciudadanos, su alternativa, se acaban de comprometer a pactos m¨¢s s¨®lidos: Edmundo Bal, portavoz de Cs, fue este mi¨¦rcoles especialmente duro. Todo indica que el Gobierno tendr¨¢ que resistir con su mayor¨ªa inestable. A¨²n as¨ª, de forma parad¨®jica, seg¨²n varios ministros la coalici¨®n se refuerza con cada ataque de la oposici¨®n. No hay nada como ali?arse un buen enemigo exterior.
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