La Polic¨ªa detiene a El Pantoja, el ¨²ltimo gran narco del Campo de Gibraltar
Jes¨²s Heredia, sospechoso de controlar el tr¨¢fico de hach¨ªs entre Marruecos y C¨¢diz, fue arrestado cuando com¨ªa con su familia en un restaurante
La Polic¨ªa Nacional ha propinado este mi¨¦rcoles un importe golpe a las estructuras del narcotr¨¢fico en el Campo de Gibraltar. Agentes de la Brigada Central de Estupefacientes han detenido en un restaurante de Chiclana de la Frontera (C¨¢diz) a Jes¨²s Heredia Heredia, alias El Pantoja, considerado el presunto jefe del Clan de Los Pantojas y lugarteniente de Abdellah El Haj Sadek el Membri, m¨¢s conocido como El Messi del hach¨ªs. Los investigadores consideran a Heredia el m¨¢ximo respon...
La Polic¨ªa Nacional ha propinado este mi¨¦rcoles un importe golpe a las estructuras del narcotr¨¢fico en el Campo de Gibraltar. Agentes de la Brigada Central de Estupefacientes han detenido en un restaurante de Chiclana de la Frontera (C¨¢diz) a Jes¨²s Heredia Heredia, alias El Pantoja, considerado el presunto jefe del Clan de Los Pantojas y lugarteniente de Abdellah El Haj Sadek el Membri, m¨¢s conocido como El Messi del hach¨ªs. Los investigadores consideran a Heredia el m¨¢ximo responsable de la organizaci¨®n que, en la actualidad, controlaba la pr¨¢ctica totalidad del tr¨¢fico de hach¨ªs desde Marruecos a C¨¢diz. La Polic¨ªa ya asest¨® un duro golpe a su estructura poco antes de que se decretase el estado de alarma por el coronavirus. Entonces detuvo a una veintena de miembros de su organizaci¨®n y decomis¨® 4,3 toneladas de hach¨ªs listas para ser trasladadas por Europa. Entonces, Heredia consigui¨® escapar.
El arresto de El Pantoja, que estaba en busca y captura dentro de varios procedimientos judiciales, se produjo en un restaurante de comida italiana de Chiclana de la Frontera, al que hab¨ªa acudido para comer con su esposa y sus hijos, seg¨²n detallan fuentes de la investigaci¨®n. Al local lleg¨® en primer lugar su familia y, un poco m¨¢s tarde, ¨¦l, a bordo de un veh¨ªculo en el que viajaba solo. Heredia fue identificado r¨¢pidamente por los agentes, ya que no hab¨ªa cambiado su aspecto f¨ªsico. Tampoco iba armado ni opuso resistencia cuando fue detenido. La Polic¨ªa cree que, tras el ¨²ltimo golpe a su organizaci¨®n, El Pantoja se hab¨ªa escondido en esta zona de la costa gaditana, alejada de su tradicional zona de influencia.
Hist¨®ricamente, la Bah¨ªa de Algeciras y su entorno siempre ha estado dividida en dos mitades cercanas y dedicadas al mismo fin, pero no revueltas. Las aguas que ba?an La L¨ªnea eran de los hermanos Casta?a, Isco y Antonio Tej¨®n. Las que dan con Algeciras, de Abdellah El Haj. El reparto transcurri¨® durante a?os sin sobresaltos hasta que el refuerzo policial del Ministerio del Interior contra el narco, a partir del oto?o de 2018, hizo que estas reglas no escritas se alterasen. Los primeros acabaron detenidos y el segundo permanece huido desde marzo de 2019, tras un pol¨¦mico acuerdo con el fiscal jefe de Algeciras que le dej¨® en libertad a la espera de juicio en 2017. El Pantoja, que comenz¨® a trabajar con Abdellah El Haj cuando era tan solo un joven, hab¨ªa ido escalando puestos en la organizaci¨®n hasta convertirse en su lugarteniente, seg¨²n aseguran agentes de la zona destinados a la lucha contra el narco. Cuando este huy¨®, a Heredia no le cost¨® mantener activa una organizaci¨®n de la que la polic¨ªa sospecha que nunca han estado del todo desvinculados de El Messi.
Cada narco tiene su sello y Heredia pronto se hizo conocido por arriesgar para conseguir llevar los alijos a la costa. Aunque los traficantes del Estrecho suelen preferir las noches, los d¨ªas de temporal o festivos para hacer sus alijos y as¨ª dificultar ser descubiertos, El Pantoja dio un paso m¨¢s, justo en un momento en el que el cerco policial asfixiaba al m¨¢ximo a los delincuentes de la zona. Si las condiciones m¨¢s id¨®neas eran durante el d¨ªa, organizaba los portes camuflados en barcos de pesca recreativa y en peque?as cantidades. De noche, optaba por las cl¨¢sicas narcolanchas de la zona y las cargaba hasta los topes con viajes de hasta tres toneladas de hach¨ªs. Con su ca¨ªda, queda ahora la duda de qui¨¦n heredar¨¢ el testigo que un buen d¨ªa dej¨® Abdellah El Haj con su huida.