Mamadou, el ni?o que huy¨® de Mal¨ª y acab¨® sentando jurisprudencia en el Supremo

Han pasado cinco a?os hasta que Mamadou K., un adolescente maliense que lleg¨® a Espa?a con 15 a?os, ha conseguido que la justicia le d¨¦ la raz¨®n. El Supremo falla ahora que la Fiscal¨ªa no deber¨ªa haberle declarado adulto ante la negativa del joven a someterse a pruebas de determinaci¨®n de la edad porque ten¨ªa documentos que acreditaban que era un adolescente y que la Comunidad de Madrid deb¨ªa haberlo tutelado. La sentencia no cambia el abandono que sufri¨® el joven en sus primeros a?os en Espa?a, pero el equipo de juristas que ha llevado el caso celebra el precedente que marca el fallo y que pu...

Han pasado cinco a?os hasta que Mamadou K., un adolescente maliense que lleg¨® a Espa?a con 15 a?os, ha conseguido que la justicia le d¨¦ la raz¨®n. El Supremo falla ahora que la Fiscal¨ªa no deber¨ªa haberle declarado adulto ante la negativa del joven a someterse a pruebas de determinaci¨®n de la edad porque ten¨ªa documentos que acreditaban que era un adolescente y que la Comunidad de Madrid deb¨ªa haberlo tutelado. La sentencia no cambia el abandono que sufri¨® el joven en sus primeros a?os en Espa?a, pero el equipo de juristas que ha llevado el caso celebra el precedente que marca el fallo y que puede beneficiar a cientos de ni?os. ¡°Esta sentencia es todo un logro que esperemos se traduzca en un cambio legislativo. Otros ni?os y ni?as, con similares circunstancias y documentaci¨®n, quedan habitualmente en la calle por ser declarados mayores de edad y no encontrar en su camino a nadie dispuesto a creerles y defender sus derechos¡±, defiende Lourdes Reyz¨¢bal, presidenta de Fundaci¨®n Ra¨ªces y valedora del caso.

Mamadou, nacido en Bamako en 1999, es un joven sin infancia. Vivi¨® el comienzo de los conflictos armados en Gao con apenas 13 a?os y perdi¨® a sus dos hermanos peque?os a manos de un grupo armado radical. Pas¨® unos meses intentando encontrarlos, pero acab¨® huyendo para salvarse. Trabaj¨® en el campo de Argelia y peregrin¨® por Marruecos hasta que en diciembre de 2014 logr¨® entrar en Melilla. All¨ª, ante la polic¨ªa, tom¨® la decisi¨®n de declararse mayor de edad como hacen muchos j¨®venes para poder salir de la ciudad aut¨®noma y no pasar a?os hacinado en un centro de menores.

Esa mentira marc¨® su historia, porque al llegar a Madrid en 2015 y pedir la protecci¨®n de la Comunidad, la Fiscal¨ªa no acept¨® la partida de nacimiento que consigui¨® a trav¨¦s de su Embajada y le oblig¨® a someterse a las pruebas que determinan la edad de los menores extranjeros, unos ex¨¢menes forenses cuestionados por su credibilidad. Mamadou se neg¨® y el fiscal decret¨® en mayo de 2015 que ten¨ªa 18 a?os. El chico se qued¨® fuera del sistema de protecci¨®n. ¡°La negativa a someterse a cualquier prueba no puede ser considerado como un indicio acreditativo de que la edad verdadera es la que figura en la partida de nacimiento sino m¨¢s bien como una prueba acreditativa de que la edad verdadera fue la que manifest¨® al entrar irregularmente en territorio espa?ol¡±, argument¨® entonces la Fiscal¨ªa.

Pocos meses despu¨¦s, Mamadou consigui¨® tramitar su pasaporte que acreditaba que ten¨ªa 16 a?os y lo present¨® ante la Fiscal¨ªa de Menores para recurrir la decisi¨®n que lo convirti¨® en adulto, pero no sirvi¨® de nada. Comenz¨® entonces una batalla judicial en juzgados de primera instancia y la audiencia provincial hasta que su caso lleg¨® al Supremo.

La Sala de lo Civil considera ahora que Mamadou no estaba indocumentado y que aport¨® una serie de documentos que demostraban su minor¨ªa de edad y que el valor de la documentaci¨®n debe prevalecer frente a las dudas de la Fiscal¨ªa. El Supremo mantiene en su sentencia que la declaraci¨®n de mayor¨ªa de edad que hizo Mamadou al entrar irregularmente en Espa?a no es decisiva para dudar de esos documentos y considera ¡°cre¨ªbles¡± las explicaciones que el joven da para justificar su mentira.

Por ¨²ltimo, el Supremo defiende que el rechazo a someterse a las pruebas no puede considerarse un criterio decisivo para sospechar de la mayor¨ªa de edad y considera ¡°coherente¡± la negativa de Mamadou. El criterio prioritario, en cualquier caso, debe ser la protecci¨®n del menor, resuelve el Supremo.

¡°Ahora dicen que todo fue un error, que yo ten¨ªa raz¨®n, estoy contento, yo no quiero que esto le pase a ning¨²n compa?ero m¨ªo, porque se pasa fatal siendo menor y teniendo que estar en un centro de adultos, no puedes estudiar, lo que hagas a todo el mundo le da igual, no tienes protecci¨®n¡±, celebra ahora el joven, que trabaja en un restaurante.

Fundaci¨®n Ra¨ªces reclama tras el fallo que la Fiscal¨ªa revise de inmediato sus actuaciones en materia de identificaci¨®n, determinaci¨®n de la edad y protecci¨®n de los menores y pide al Gobierno que reforme la ley para garantizar que ning¨²n ni?o o adolescente extranjero que tenga documentaci¨®n acreditativa de su fecha de nacimiento sea sometido al procedimiento de determinaci¨®n de la edad. ¡°En los ¨²ltimos a?os han llegado a nuestra sede m¨¢s de 250 ni?os y ni?as de pa¨ªses del ?frica Subsahariana, cuya minor¨ªa de edad ha sido negada por la Fiscal¨ªa a pesar de tener documentaci¨®n oficial de sus embajadas y consulados. Esta documentaci¨®n nunca es cuestionada por la Fiscal¨ªa cuando quien la porta son ciudadanos adultos de esos pa¨ªses o ni?os que llegan a Espa?a acompa?ados por sus padres¡±, denuncia Lourdes Reyz¨¢bal. El Ministerio Fiscal, a?ade Reyz¨¢bal, no debe ser el ¨®rgano que determine la edad de los menores y s¨ª los jueces, ¡°pues ello permitir¨ªa a los ni?os y ni?as contar con todas las garant¨ªas necesarias¡±.

A pesar de que los ni?os y j¨®venes extranjeros contin¨²an necesitando recurrir a la justicia para que se reconozca su edad y protecci¨®n, la sentencia del Supremo cierra los resquicios legales a los que se aferraba la Fiscal¨ªa, pese a otros fallos en sentido similar que el propio alto tribunal dict¨® en 2014 y 2015, a los informes y recomendaciones del Defensor del Pueblo y a los dict¨¢menes del Comit¨¦ sobre los Derechos del Ni?o de Naciones Unidas.