Vox recurre el cambio de nombre del municipio de Guadiana del Caudillo
La localidad pacense elimin¨® en enero la referencia al dictador con el voto en contra de la ultraderecha
A Antonio Pozo no le gust¨® nada que su pueblo, Guadiana, dejase de honrar al Caudillo en su apellido. El exalcalde popular y actual l¨ªder de Vox en esta localidad pacense de 2.500 habitantes luch¨® cuanto pudo por mantener las referencias al dictador en la toponimia, e incluso lleg¨® a perder una subvenci¨®n de 168.000 euros por incumplir la ley de memoria hist¨®rica. Su empe?o la vali¨® el t¨ªtulo de caballero de la Fun...
A Antonio Pozo no le gust¨® nada que su pueblo, Guadiana, dejase de honrar al Caudillo en su apellido. El exalcalde popular y actual l¨ªder de Vox en esta localidad pacense de 2.500 habitantes luch¨® cuanto pudo por mantener las referencias al dictador en la toponimia, e incluso lleg¨® a perder una subvenci¨®n de 168.000 euros por incumplir la ley de memoria hist¨®rica. Su empe?o la vali¨® el t¨ªtulo de caballero de la Fundaci¨®n Francisco Franco. Ahora que Guadiana se hab¨ªa librado de su pasado m¨¢s oscuro, Pozo vuelve a la carga: ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura contra la modificaci¨®n del nombre del ayuntamiento. A la espera de la decisi¨®n judicial, Guadiana ha dejado a Llanos del Caudillo (Ciudad Real) como el ¨²nico municipio con referencias a la dictadura.
La localidad extreme?a, situada 30 kil¨®metros al este de Badajoz, elimin¨® a finales de enero su alusi¨®n a Franco, que permanec¨ªa en el top¨®nimo desde que el tirano inaugur¨® la colonia a principios de los a?os cincuenta. La votaci¨®n en el pleno municipal cont¨® con los seis votos favorables del PSOE, que gobierna desde mayo de 2019, cuando gan¨® las elecciones con una promesa muy simple: cumplir la ley, en este caso, de memoria hist¨®rica. Al otro lado, los cinco concejales de Vox, encabezados por Pozo, se opusieron al cambio de denominaci¨®n.
Ahora, el propio Pozo y Jos¨¦ Andr¨¦s G¨¢mez han presentado, en nombre del partido ultraderechista, el recurso para revocar la decisi¨®n. Guadiana es el ¨²nico top¨®nimo de la localidad desde que el acuerdo plenario fue publicado el 9 de marzo en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) y el Diario Oficial de Extremadura (DOE), previa validaci¨®n del Consejo de Gobierno de la regi¨®n.
Seg¨²n Efe, los ediles de Vox argumentan en el recurso que Guadiana ¡°no ha incumplido nunca la infame ley de memoria hist¨®rica¡±, por lo que ¡°ser¨¢n los tribunales quienes juzguen si el acuerdo que se impugna es conforme a derecho o no¡±. Pero lo primero no se ajusta a la realidad. M¨¢s all¨¢ del cambio de nombre, que no est¨¢ tipificado expl¨ªcitamente en el texto legal de 2007, lo cierto es que el art¨ªculo 15 de la norma aprobada durante el Gobierno del socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero deja claro que las Administraciones tienen la obligaci¨®n de retirar ¡°escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltaci¨®n, personal o colectiva, de la sublevaci¨®n militar, de la Guerra Civil y de la represi¨®n de la dictadura¡±. Pozo se neg¨® cuando era alcalde, y perdi¨® por ello una subvenci¨®n de la Diputaci¨®n de Badajoz.
La negativa del pol¨ªtico a cerrar las heridas de la dictadura le cost¨® el bast¨®n de mando, despu¨¦s de la intensa actividad de la asociaci¨®n Guadiana Despierta, que logr¨® movilizar al pueblo a favor de la nueva denominaci¨®n ¡ªpese a que la mayor¨ªa se hab¨ªa opuesto en una consulta celebrada en 2012¡ª y de la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica. El pasado 9 de octubre, los operarios municipales retiraron un escudo preconstitucional y una placa franquista de la fachada del Ayuntamiento. El anterior regidor la hab¨ªa protegido con un cristal blindado, pero no pudo hacer nada para evitar que el nuevo Consistorio cumpliese la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. El proceso legal le cost¨® 20.000 euros a las arcas municipales, que fueron a parar al bufete madrile?o del sobrino del golpista Jaime Milans del Bosch.
Esta vez, el caballero franquista ha vuelto a elegir a la familia del general que quiso acabar con la democracia para librar su particular batalla por la memoria de la dictadura.