¡°Esta ceremonia no es un funeral¡±
Los Reyes presiden el homenaje a las v¨ªctimas del coronavirus, al que asisten los 17 presidentes auton¨®micos
¡°No es un funeral, es un homenaje de Estado, una ceremonia de recordatorio y acompa?amiento¡±, tuvieron que repetir los responsables de La Moncloa en la presentaci¨®n del solemne acto que este jueves a primera hora de la ma?ana (antes de que arrecie el calor) se celebrar¨¢ en la Plaza de la Armer¨ªa del Palacio Real de Madrid. Un corresponsal extranjero crey¨® entender que en el centro del escenario habr¨ªa un f¨¦retro, pero ser¨¢ un pebetero, un recipiente con una llama ante la que se har¨¢ una ofrenda floral en memoria de los ...
¡°No es un funeral, es un homenaje de Estado, una ceremonia de recordatorio y acompa?amiento¡±, tuvieron que repetir los responsables de La Moncloa en la presentaci¨®n del solemne acto que este jueves a primera hora de la ma?ana (antes de que arrecie el calor) se celebrar¨¢ en la Plaza de la Armer¨ªa del Palacio Real de Madrid. Un corresponsal extranjero crey¨® entender que en el centro del escenario habr¨ªa un f¨¦retro, pero ser¨¢ un pebetero, un recipiente con una llama ante la que se har¨¢ una ofrenda floral en memoria de los 28.415 fallecidos en Espa?a por la covid-19 (¨²ltima cifra oficial) y miles m¨¢s que murieron durante la pandemia por otras causas o por la misma, nunca se llegar¨¢ a determinar.
Casi un mes despu¨¦s del levantamiento del estado de alarma y en medio de grandes medidas de seguridad ¡ªmascarilla, separaci¨®n de metro y medio entre los invitados y gel hidroalc¨®holico¡ª las v¨ªctimas a las que no se pudo despedir durante la pandemia tendr¨¢n su ceremonia solemne. La presidir¨¢ la Familia Real y han confirmado su asistencia los presidentes de las 17 comunidades aut¨®nomas y Ceuta y Melilla (hecho ins¨®lito en los actos oficiales celebrados en los ¨²ltimos a?os en Madrid), adem¨¢s de los titulares de las m¨¢s altas instituciones del Estado y todos los expresidentes del Gobierno vivos, salvo Felipe Gonz¨¢lez, que se ha excusado.
Pero el Gobierno ha querido mezclar dos actos en uno y, junto al recuerdo de los fallecidos, necesariamente triste, habr¨¢ tambi¨¦n un homenaje a los colectivos que han luchado en primera l¨ªnea contra la pandemia y han mantenido el pa¨ªs en pie en los momentos m¨¢s duros.
De los m¨¢s de 400 invitados, dispuestos en c¨ªrculos conc¨¦ntricos en torno al escenario, tres quintos ser¨¢n representantes de la sociedad civil y el resto, cargos institucionales. Habr¨¢ un centenar de familiares de los fallecidos junto a responsables de sindicatos, patronales, colegios y organizaciones profesionales, trabajadores de sectores esenciales (personal sanitario y de residencias, maestros, empleados de la industria agroalimentaria, cajeros, limpiadoras) junto a militares y polic¨ªas de uniforme. Los dos protagonistas del acto, los ¨²nicos que tomar¨¢n la palabra adem¨¢s del Rey, ilustrar¨¢n esta doble faceta: el hermano de un periodista fallecido por el coronavirus en Madrid y una enfermera del hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona.
Junto a ellos, un ramillete de invitados internacionales de primer nivel: los presidentes de la Comisi¨®n, el Consejo y el Parlamento europeos (Ursula von der Leyen, Charles Michel y David Sassoli), el alto representante de la UE (Josep Borrell), el director general de la OMS (Teodros Adhanam), el secretario general de la OMT (Zurab Polohkasvili) y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a quienes S¨¢nchez ofreci¨® el jueves una cena en la Moncloa.
El Gobierno ha querido que este acto ofrezca una ¡°imagen de unidad, de todos los poderes del Estado y de la sociedad civil¡±, pero de la foto ya se ha descolgado Vox, neg¨¢ndose a asistir, en un gesto ¡°inentendible e inaceptable¡± para Moncloa.
Ser¨¢ una ¡°ceremonia civil de Estado¡± sin precedentes, pero tambi¨¦n habr¨¢ pastores de m¨²ltiples iglesias. No estar¨¢ el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan Jos¨¦ Omella, (que ofici¨® el funeral del pasado d¨ªa 6 en La Almudena, al que acudi¨® la Familia Real, aunque no el presidente del Gobierno), pero s¨ª el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y representantes de las confesiones budista, ortodoxa, isl¨¢mica, jud¨ªa o evang¨¦lica. Su coste ha sido limitado (22.000 euros) para un objetivo tan ambicioso y tal vez contradictorio: reconfortar a las familias de las decenas de miles de v¨ªctimas e insuflar confianza en la sociedad espa?ola para salir adelante.