La ¨²ltima aventura de la cuadrilla que viv¨ªa para la monta?a
Tres espa?oles mueren, y uno sigue desaparecido, en un accidente de barranquismo en un desfiladero al noreste de Suiza
Viv¨ªan para la monta?a y all¨ª encontraron la muerte. Tres miembros de un grupo de aficionados a la escalada fallecieron este mi¨¦rcoles tras un accidente en el desfiladero de un r¨ªo en el noreste de Suiza; un cuarto integrante sigue desaparecido. La expedici¨®n se vio sorprendida por una intensa tormenta mientras se encontraba en un barranco de la localidad de V?ttis, en el cant¨®n de Saint Gallen. Las investigaciones policiales apuntan a que la tromba los arrastr¨® ...
Viv¨ªan para la monta?a y all¨ª encontraron la muerte. Tres miembros de un grupo de aficionados a la escalada fallecieron este mi¨¦rcoles tras un accidente en el desfiladero de un r¨ªo en el noreste de Suiza; un cuarto integrante sigue desaparecido. La expedici¨®n se vio sorprendida por una intensa tormenta mientras se encontraba en un barranco de la localidad de V?ttis, en el cant¨®n de Saint Gallen. Las investigaciones policiales apuntan a que la tromba los arrastr¨® entre grandes cantidades de agua y piedras en unos ca?ones donde el nivel de los cauces fluviales se multiplica cuando hay borrasca. Solo se salvaron dos mujeres, que decidieron no continuar la ruta de esa tarde. Ellas alertaron de que sus compa?eros no regresaban.
La relaci¨®n entre estos amigos y la monta?a ven¨ªa de lejos. Su experiencia los hab¨ªa llevado por cumbres, ca?ones, acantilados y t¨²neles en roca pura por toda Europa. Por eso no los acompa?aba un gu¨ªa. Por eso la noticia ha impactado tanto en sus lugares de procedencia. Las banderas del Ayuntamiento de Allo, un pueblo del sur de Navarra de unos mil habitantes est¨¢n atadas por un cresp¨®n negro: uno de los fallecidos, Mikel Lasa, y el desaparecido, Diego Maeztu, eran de all¨ª. Lasa, de 33 a?os, hab¨ªa trabajado en una gasolinera y ahora se dedicaba al campo; Maeztu, de 38, era empleado de una acer¨ªa en Murieta. Paula, una vecina, relata que una de las mujeres que ha sobrevivido era la pareja de Maeztu y destaca c¨®mo esta cuadrilla ¡°se escapaba¡± siempre que pod¨ªa rumbo a cualquier risco en su furgoneta: ¡°Eran unos aventureros amantes de la naturaleza¡±.
La camarera de un bar cercano define lo ocurrido como ¡°un golpe muy duro para el pueblo¡±. ¡°Son j¨®venes que tratamos todos los d¨ªas, nos ha causado un dolor tremendo¡±, a?ade. El destino favorito del grupo eran los ca?ones de Huesca, y aprovecharon el verano para dirigirse a las cordilleras centroeuropeas, todo un reto para quienes hab¨ªan fundado hace dos a?os una asociaci¨®n de espeleolog¨ªa en Allo. La compleja orograf¨ªa y la climatolog¨ªa adversa en la zona cercana al lago Gigerwald, punto donde desembocaban esos abruptos ca?ones, provoc¨® que los rescatadores ¡ªhasta 100 efectivos que contaban con perros, drones, buzos y especialistas en monta?a¡ª no consiguieran dar con el desaparecido y tardaran varias horas en localizar los cad¨¢veres, arrastrados por el agua. La b¨²squeda de Maeztu se antoja dif¨ªcil, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a su familia, porque les cayeron ¡°cuatro o seis metros de cascada y mucho lodo¡±. Tono triste tambi¨¦n en un bar de Allo: ¡°Ambos hab¨ªan empezado a independizarse y a estabilizar sus parejas¡±. El Ayuntamiento ha decretado siete d¨ªas de luto. Basta con escuchar a la alcaldesa, Susana Castenera: ¡°Hoy no somos de ning¨²n partido pol¨ªtico. Somos todos uno¡±.
Javier Munarriz, con l¨¢grimas en los ojos, agrega que sus amigos Diego y Mikel, con quien llevaba 15 a?os saliendo de excursi¨®n, ¡°adoraban los barrancos, eran su aut¨¦ntica pasi¨®n¡±. Y describe la zona de la tragedia como ¡°un lugar con un alto componente acu¨¢tico para practicar el barranquismo y con much¨ªsimo atractivo para este deporte¡±.
La desgracia tambi¨¦n ha sobrecogido Uharte-Arakil, un pueblo navarro de 800 vecinos a los pies de la sierra de Aralar. Mikel Zabalza, otra de las v¨ªctimas del accidente, iba a cumplir 30 a?os el 15 de agosto. La madre de uno de sus amigos relata que era ¡°barranquista desde jovencito¡±. Zabalza, federado en monta?ismo, trabajaba en una fundici¨®n en Salvatierra (?lava) y la pasi¨®n por la aventura lo guiaba por el mundo, con Francia como destino habitual.
La tercera v¨ªctima mortal se llamaba Andoni Gonz¨¢lez, ten¨ªa 48 a?os y viv¨ªa en G¨¹e?es (Bizkaia, 6.000 habitantes). La naturaleza un¨ªa a este grupo que sub¨ªa a sus redes sociales im¨¢genes de paisajes asombrosos como picos nevados, traves¨ªas entre la roca con arneses, abismos solamente iluminados por la luz de sus cascos o praderas muy por encima del nivel del mar. Ellos fundaron el Kat-Team, un colectivo que aunaba a aquellos amigos unidos por la monta?a. Uno de sus amigos afirma que ¡°eran personas muy cualificadas en el mundo de los barrancos y de la monta?a¡±. La bandera de ese gato mont¨¦s que observa la sombra de un escalador est¨¢ de luto.