Os¨¢car, de leal a arrepentido
El discreto extesorero de Converg¨¨ncia, harto de promesas incumplidas y con un horizonte judicial negro, empieza a colaborar con el fiscal en el ¡®caso 3%¡¯
Las lealtades se acaban, los silencios se rompen.
Nadie imagin¨® en el entorno de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC) que el bueno de Daniel Os¨¢car, el fiel y obediente Os¨¢car, iba a dinamitar la omert¨¤ sobre las finanzas del partido. Pero el hombre por el que el expresident Artur Mas puso ¡°la mano en el fuego¡± ¡ªno una ni dos, sino tres veces¡ª se ha cansado de esperar. Las promesas de apoyo del partido si manten¨ªa la discreci¨®n se han extinguido, como se han extinguido unas siglas que, durante a?...
Las lealtades se acaban, los silencios se rompen.
Nadie imagin¨® en el entorno de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC) que el bueno de Daniel Os¨¢car, el fiel y obediente Os¨¢car, iba a dinamitar la omert¨¤ sobre las finanzas del partido. Pero el hombre por el que el expresident Artur Mas puso ¡°la mano en el fuego¡± ¡ªno una ni dos, sino tres veces¡ª se ha cansado de esperar. Las promesas de apoyo del partido si manten¨ªa la discreci¨®n se han extinguido, como se han extinguido unas siglas que, durante a?os, fueron para Os¨¢car algo casi sagrado.
Daniel Os¨¢car tiene 85 a?os, una salud maltrecha y un futuro judicial negr¨ªsimo. Cumple condena de tres a?os y medio de c¨¢rcel por blanqueo en el caso Palau: por primera vez se demostr¨® que Converg¨¨ncia cobr¨® comisiones de empresas (6,6 millones) a cambio de adjudicaci¨®n de obras p¨²blicas. Os¨¢car era su tesorero desde 2005, y hered¨® un mecanismo corrupto que perpetu¨® hasta 2010, cuando el esc¨¢ndalo por el expolio del Palau de la M¨²sica y las informaciones sobre los pagos ilegales le llevaron a renunciar. Os¨¢car fue leal: envi¨® una carta a Mas, que acababa de ganar las elecciones. El que en pocas semanas iba a ser presidente de la Generalitat le arrop¨®: dijo en p¨²blico que Os¨¢car nunca quiso ser tesorero y que se marchaba para dedicar tiempo a su ¡°familia¡±.
Los largos a?os de instrucci¨®n del caso Palau reforzaron una fe mutua que parec¨ªa inquebrantable: Os¨¢car, cat¨®lico y nacionalista, cre¨ªa en el partido, y el partido cre¨ªa en el insobornable Os¨¢car. Cuando las cosas se pusieron feas, con el juicio a la vista, Mas sigui¨® defendiendo en televisi¨®n la honestidad de un patriota que jam¨¢s se embolsar¨ªa un euro.
Las loas a su figura iban acompa?adas, tras el tel¨®n, de promesas: pase lo que pase, el partido estar¨¢ ah¨ª para ayudarte, para cubrir tus necesidades, para que tus hijos tengan garantizado un futuro, explican fuentes de su entorno. Os¨¢car crey¨® o quiso creer. Mientras F¨¨lix Millet y Jordi Montull (saqueadores confesos del Palau) pactaban a ¨²ltima hora con el fiscal y confesaban en el juicio el pago de mordidas a CDC, el extesorero manten¨ªa prietas las filas para proteger a los suyos: ¡°Se ha mentido mucho aqu¨ª¡±, dijo en la vista oral.
En abril de 2020, el Tribunal Supremo dict¨® la sentencia definitiva: tres a?os y medio de c¨¢rcel y el pago de una multa de 3,7 millones de euros. Dos meses despu¨¦s, el 25 de junio, el anciano Os¨¢car no tuvo m¨¢s remedio que entrar en prisi¨®n. Constat¨® entonces que nadie iba a hacerse cargo de sus multas. Y aprovech¨® el guante que le tendieron desde Madrid.
Con Os¨¢car entre rejas en la prisi¨®n de Brians 2, el Fiscal Anticorrupci¨®n Jos¨¦ Grinda vio la oportunidad de lanzar una oferta. En verano contact¨® con la defensa de Os¨¢car para proponerle un pacto en el caso 3%, que es una especie de caso Palau pero magnificado: con m¨¢s millones, m¨¢s pruebas acumuladas y m¨¢s cargos involucrados. La instrucci¨®n, adem¨¢s, estaba reci¨¦n acabada. Os¨¢car es uno de los 32 procesados por organizaci¨®n criminal, blanqueo, tr¨¢fico de influencias o cohecho. Una monta?a para un hombre cansado ya de esperar. La respuesta fue clara: s¨ª.
La primera consecuencia ¡ªconocida y asumida por Os¨¢car¡ª fue que su abogado, Javier Melero, dej¨® la defensa. Para Melero, penalista de referencia de Converg¨¨ncia y abogado estrella en el juicio del proc¨¦s, era incompatible defender a una persona que, con su colaboraci¨®n a la justicia, iba a perjudicar los intereses de otros clientes en el caso 3%, entre ellos el partido.
El horizonte empez¨® a despejarse para Os¨¢car ya en septiembre. Tras 75 d¨ªas entre rejas, sali¨® a la calle. La Generalitat le concedi¨® el tercer grado, lo que le permite cumplir la pena en un piso tutelado. La Fiscal¨ªa suele oponerse a este tipo de medidas, pero no lo hizo en esta ocasi¨®n. Adem¨¢s de la avanzada edad del extesorero y su deteriorado estado de salud, la Fiscal¨ªa valor¨® su ¡°arrepentimiento¡±.
La lealtad a CDC ya no est¨¢ por encima de la ley
Al considerar rotos los c¨®digos de honor por los que se rigi¨®, Os¨¢car se convirti¨® en un pentito (arrepentido). Verbaliz¨® su nueva condici¨®n ante la junta de tratamiento de la c¨¢rcel: antes cre¨ªa que la ¡°dignidad¡± y la ¡°lealtad¡± al partido estaban ¡°por encima de las leyes¡±. Ahora, a?adi¨®, sabe que no, y defiende su renovada fe en la justicia con tanto ¨ªmpetu como hac¨ªa de escudo del partido hace diez a?os. La colaboraci¨®n de Os¨¢car ya ha empezado en una pieza separada del caso 3% que investiga si 12 excargos de Converg¨¨ncia blanquearon pagos ilegales de empresas mediante falsas donaciones, de 3.000 euros cada una. El extesorero admiti¨® que s¨ª, que hubo pitufeo, en una declaraci¨®n que se interrumpi¨® por problemas t¨¦cnicos. Pero que continuar¨¢. Nadie sabe, llegados a este punto, hasta d¨®nde puede llegar su confesi¨®n y si alcanzar¨¢ a quienes durante tanto tiempo pusieron ¡°la mano en el fuego¡± por ¨¦l.