La alarma m¨¢s larga no despeja el horizonte
El Congreso da luz verde al estado de emergencia de seis meses entre dudas sobre si las medidas ser¨¢n suficientes
El estado de alarma m¨¢s largo desde que irrumpi¨® la pandemia recibi¨® este jueves un amplio aval del Congreso de los Diputados, al tiempo que se extend¨ªa el temor a que muy pronto pueda quedarse corto. Al margen de su extensi¨®n temporal, en los seis meses de legislaci¨®n excepcional ¡ªque solo cosecharon el voto en contra de Vox y del ¨²nico parlamentario de Foro Asturias¡ª se prev¨¦n medidas mucho m¨¢s laxas que las que acaban de aprobar ...
El estado de alarma m¨¢s largo desde que irrumpi¨® la pandemia recibi¨® este jueves un amplio aval del Congreso de los Diputados, al tiempo que se extend¨ªa el temor a que muy pronto pueda quedarse corto. Al margen de su extensi¨®n temporal, en los seis meses de legislaci¨®n excepcional ¡ªque solo cosecharon el voto en contra de Vox y del ¨²nico parlamentario de Foro Asturias¡ª se prev¨¦n medidas mucho m¨¢s laxas que las que acaban de aprobar los grandes pa¨ªses de Europa. Con ese ejemplo tan a mano, varios portavoces expresaron en alto sus dudas de que vayan a resultar suficientes en Espa?a. Aunque el ministro de Sanidad evit¨® entrar en esas especulaciones, dej¨® un aviso: ¡°Los pr¨®ximos 15 d¨ªas ser¨¢n decisivos¡±. Salvador Illa no ocult¨® que ¡°el escenario es muy preocupante¡± y se atrevi¨® a corregir a los diputados que se hab¨ªan referido a la situaci¨®n como grave: ¡°No, es muy grave¡±.
Incluso la medida m¨¢s severa de las contempladas en el nuevo estado de alarma, el toque de queda nocturno, dejar¨¢ de ser obligatorio a partir del pr¨®ximo d¨ªa 9. La decisi¨®n de mantenerlo o no quedar¨¢, como todo lo dem¨¢s, en manos de las comunidades aut¨®nomas. Mientras el Gobierno acababa de negociar el mi¨¦rcoles los apoyos para sacar adelante el decreto ¡ªfue aprobado con 194 votos a favor, 53 en contra y 99 abstenciones, entre ellas la del PP¡ª, Angela Merkel y Emmanuel Macron se dirig¨ªan con gravedad a sus ciudadanos para anunciarles restricciones que cada vez se aproximan m¨¢s al confinamiento de marzo. Todo esto estaba muy presente en la ma?ana de este jueves en el Congreso, al igual que la cifra de fallecidos, 168, en las 24 horas anteriores. ¡°Como si se cayese un avi¨®n todos los d¨ªas¡±, subray¨® gr¨¢ficamente Sergio Sayas, de Navarra Suma.
Ante una situaci¨®n as¨ª, es posible hacer coincidir a In¨¦s Arrimadas y a Gabriel Rufi¨¢n. Los portavoces de Ciudadanos y ERC fueron los m¨¢s insistentes en advertir del riesgo de que lo aprobado este jueves se vuelva pronto papel mojado. ¡°Se va a quedar viejo, en una semana tendr¨¢n que estar aqu¨ª pidiendo medidas m¨¢s contundentes¡±, vaticin¨® Arrimadas. Rufi¨¢n recurri¨® a una de sus sentencias, que ya repet¨ªa en marzo: ¡°O paramos el pa¨ªs o nos quedamos sin pa¨ªs¡±. Illa la asumi¨® como propia.
El Gobierno llegaba con la victoria asegurada por un margen amplio, lejos de los apuros de mayo y junio pasados. Adem¨¢s, el PP, aunque considere que una pr¨®rroga tan larga es un ¡°atropello legal¡±, hab¨ªa anunciado que rectificar¨ªa su no a todo de las votaciones anteriores al verano y conced¨ªa abstenerse. Pero el presidente del Gobierno no se qued¨® a celebrar el triunfo. Antes de empezar la sesi¨®n, charl¨® un rato con Illa, de pie en medio del hemiciclo. Sigui¨® el debate durante unos 20 minutos desde su esca?o y, sin esperar al final de la exposici¨®n del ministro, se levant¨® y se fue. La explicaci¨®n oficial es que ten¨ªa que preparar su intervenci¨®n en el Consejo Europeo, siete horas y media despu¨¦s. Arrimadas trajo al recuerdo una imagen: el bolso de la entonces vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, sobre el esca?o vac¨ªo de Mariano Rajoy en 2018, durante el debate de la moci¨®n de censura que le derroc¨®. ¡°Solo falta la se?ora Calvo para poner el bolso en el esca?o de S¨¢nchez¡±, se burl¨® la l¨ªder de Ciudadanos. Pero la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, tampoco estaba. Ni el segundo, Pablo Iglesias. El banco azul entero luc¨ªa limpio como una patena.
Las cr¨ªticas no fueron solo de Arrimadas, ni de Casado, quien dijo ¡°sentir envidia del liderazgo de Merkel y Macron¡±. Ni siquiera de Santiago Abascal, que estren¨® un nuevo ep¨ªteto para S¨¢nchez: ¡°Tirano en pr¨¢cticas¡±. La ausencia del presidente indign¨® a derecha e izquierda, incluidos aliados del Ejecutivo como Joan Baldov¨ª, de Comprom¨ªs, o ??igo Errej¨®n, de M¨¢s Pa¨ªs, quien protest¨®: ¡°Para pedir una medida excepcional tiene que venir el presidente, por respeto al Parlamento¡±.
En ausencia de S¨¢nchez, el ministro de Sanidad sac¨® a relucir su perfil m¨¢s pol¨ªtico. Defendi¨® ¨¦l estado de alarma hasta el 9 de mayo con el argumento de que la eficacia de las vacunas en estudio no se conocer¨¢ hasta dentro de ¡°varios meses¡± y que los especialistas recomiendan medidas estables. A los que le acusaron de la ¡°peor gesti¨®n sanitaria del mundo¡± ¡ªexpresi¨®n repetida por varios de los portavoces m¨¢s cr¨ªticos¡ª les recomend¨® ¡°darse un viaje virtual por Europa¡±. Pidi¨® un ¡°respaldo abrumador¡± al decreto para as¨ª ¡°enviar un mensaje a los espa?oles¡±. Y sobre todo apel¨® a Casado: ¡°Tiene que elegir entre la ultraderecha o ser un partido de Estado¡±.
Casado, seg¨²n dijo ¨¦l mismo y corroboraron sus colaboradores, no ten¨ªa pensado intervenir, pero ¡°improvis¨®¡± al ver el contenido pol¨ªtico del discurso del ministro. El l¨ªder del PP vive desde hace d¨ªas bajo un bombardeo contradictorio. Vox y una parte del entorno medi¨¢tico de la derecha lo crucifican. Y el Gobierno le exige todos los d¨ªas pruebas de que su giro tras romper con Abascal es sincero. Su intervenci¨®n se movi¨® en esos equilibrios. Clam¨® contra la ¡°imprevisi¨®n, incompetencia y enga?os¡± de un Gobierno que se resiste a ¡°someterse al control parlamentario y judicial¡±; machac¨® al ¡°presidente ausente¡± por ¡°parapetarse en el burladero de las comunidades aut¨®nomas¡± y cuestion¨® la legalidad de una alarma tan prolongada. Pero se abstuvo ¡°para no poner en riesgo las garant¨ªas sanitarias¡±. Las tres veces anteriores hab¨ªa votado no y acusado a S¨¢nchez de implantar una ¡°dictadura constitucional¡±.
Ni as¨ª logr¨® librarse de las flechas envenenadas de Abascal. El l¨ªder de Vox no solo catalog¨® al Gobierno como ¡°la Espa?a que encarcela¡±, sino que despreci¨® a Casado como ¡°l¨ªder servil de la oposici¨®n¡±. Lleg¨® a asegurar que Felipe Gonz¨¢lez es m¨¢s cr¨ªtico que ¨¦l con el Gobierno. Abascal sali¨® de la jornada con un peque?o avance. Hace una semana, se qued¨® solo en su moci¨®n de censura. Esta vez coincidi¨® en el no con el diputado de Foro Asturias.