Desavenencias en el oasis pol¨ªtico valenciano

Desde que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anticip¨® las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas para hacerlas coincidir con las generales de 2019, la relaci¨®n entre el socialista y su n¨²mero dos, la vicepresidenta M¨®nica Oltra, de Comprom¨ªs, se ha ido deteriorando. El oasis pol¨ªtico valenciano, ejemplo de estabilidad y consenso, ya no lo es tanto. Hasta el punto de que ese empeoramiento se aprecia no solo en el trato g¨¦lido entre los dos pol¨ªticos, sino que se ha trasladado a otros ¨¢mbitos. Antes, los matices o desacuerdos se resolv¨ªan y pactaban dentro del Ejecutivo, a ser posible con discreci¨®n. Ahora, las desavenencias son cada vez m¨¢s dif¨ªciles de ocultar. Esa falta de complicidad ha quedado al descubierto esta semana a cuenta del presupuesto de la vicepresidenta y de las medidas para hacer frente a la segunda oleada del coronavirus.

Las tensiones en el Gobierno del Bot¨¤nic por los Presupuestos no son nuevas, pero las diferencias sol¨ªan resolverse antes de su aprobaci¨®n en la reuni¨®n del Gobierno. Este escenario cambi¨® el pasado viernes. El consejero de Hacienda, el socialista Vicent Soler, pidi¨® a la vicepresidenta y consejera de Pol¨ªticas Inclusivas que recortase sus cuentas para adecuarse al marco presupuestario y Oltra apur¨® y envi¨® in extremis [a las ocho de la ma?ana del d¨ªa en que se aprobaban] una propuesta diferente a la que Hacienda hizo p¨²blica en su web a primera hora de la tarde, tras aprobarla el Gobierno valenciano. La distribuci¨®n de partidas era diferente y, seg¨²n el departamento de Oltra, faltaban 21 millones que Hacienda le comprometi¨® verbalmente.

Hacienda acept¨® enviar una correcci¨®n de errores al Parlamento el lunes siguiente. Pero cuatro d¨ªas despu¨¦s de su aprobaci¨®n, la correcci¨®n segu¨ªa sin hacerse y Oltra, que ten¨ªa que defender las cuentas de su departamento en las Cortes Valencianas, advirti¨® p¨²blicamente que los n¨²meros con los que trabajaban los diputados no eran los buenos. El Presupuesto m¨¢s expansivo de la Generalitat, nutrido con transferencias extra del Gobierno espa?ol por la covid y fondos europeos, qued¨® eclipsado por lo que pareci¨® una bronca entre socios. Hacienda envi¨® finalmente al Parlamento auton¨®mico la correcci¨®n el mi¨¦rcoles y se comprometi¨® por escrito a proporcionar a Oltra los 21 millones. Todo qued¨® arreglado, pero la desconfianza entre socios era evidente.

Las diferencias no quedan ah¨ª. El acercamiento de los socialistas a Ciudadanos en la Comunidad Valenciana ¡ªrubricaron el plan de reconstrucci¨®n y ahora negocian con Puig el proyecto de ley de Presupuestos de 2021¡ª, se entiende a duras penas en c¨ªrculos de sus socios de Gobierno, Comprom¨ªs, y de Unides Podem. Estos, por poner un ejemplo, proponen una revisi¨®n fiscal dif¨ªcilmente compatible con una formaci¨®n partidaria de las rebajas fiscales.

Y lo ¨²ltimo que les separa. Oltra reclama desde hace semanas medidas m¨¢s duras, cierre de hosteler¨ªa incluido, para frenar la segunda ola de la covid, mientras Puig ha optado por restringir las interacciones sociales, pero manteniendo abiertos bares y restaurantes. La vicepresidenta volvi¨® a insistir el viernes tras la reuni¨®n del Gobierno valenciano y, por la noche, lo reiter¨® en la televisi¨®n valenciana ? Punt. All¨ª reconoci¨® que la relaci¨®n con sus socios era ¡°mejorable¡± y pidi¨® ¡°que se escuche m¨¢s a Comprom¨ªs a la hora de tomar decisiones¡±.

La respuesta a Oltra no lleg¨® de boca de Ximo Puig, sino del portavoz parlamentario socialista, Manolo Mata. El s¨¢bado, el diputado traz¨® una l¨ªnea entre Oltra y el partido al que representa: la relaci¨®n con Comprom¨ªs es ¡°excelente¡±, dijo, aunque Oltra ¡°pueda ver las cosas de otra manera¡±. Y redujo la postura de la vicepresidenta sobre las medidas contra la covid a una opini¨®n m¨¢s. Un tuit en la cuenta oficial de Comprom¨ªs le record¨® poco despu¨¦s que ¡°M¨®nica Oltra es portavoz de Comprom¨ªs y vicepresidenta del Consell¡±. Y a?adi¨®: ¡°Puedes opinar plenamente sin deslegitimar la posici¨®n de quien habla en nuestro nombre y m¨¢s con decisiones no consensuadas. Lealtad no es sumisi¨®n¡±.