Xos¨¦ Fortes, confundador de la UMD: ¡°La carta al Rey es una forma de ruido de sables, volver a las andadas¡±
En 1975 fue expulsado del Ej¨¦rcito por conspirar para la democracia. Hoy se averg¨¹enza de las declaraciones de viejos mandos. ¡°Los militares no hacen m¨¢s por la patria que los m¨¦dicos¡±
A las 6.20 de la ma?ana del 29 de julio de 1975 entraron en su casa siete guardias civiles ¡°como un tornado¡± para detenerle por ser uno de los fundadores de la clandestina Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), la primera grieta en el Ej¨¦rcito franquista. A la misma hora irrump¨ªan en la vivienda de otros seis oficiales. Para no alterar m¨¢s los ¨¢nimos, Xos¨¦ Fortes Bouz¨¢n (Pontevedra, 1934) le dijo a su mujer: ¡°Mari, prepara el desayuno¡±. Sacaron su mejor bandeja, les ofrecieron tostadas y desayunaron con...
A las 6.20 de la ma?ana del 29 de julio de 1975 entraron en su casa siete guardias civiles ¡°como un tornado¡± para detenerle por ser uno de los fundadores de la clandestina Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), la primera grieta en el Ej¨¦rcito franquista. A la misma hora irrump¨ªan en la vivienda de otros seis oficiales. Para no alterar m¨¢s los ¨¢nimos, Xos¨¦ Fortes Bouz¨¢n (Pontevedra, 1934) le dijo a su mujer: ¡°Mari, prepara el desayuno¡±. Sacaron su mejor bandeja, les ofrecieron tostadas y desayunaron con parsimonia entre los uniformados, que no abrieron la boca -tampoco para comer-. Para entrar en aquel grupo clandestino, los fundadores de la UMD exig¨ªan la lectura de una serie de libros ¡ªEstado de derecho y sociedad democr¨¢tica, por ejemplo¡ª. De ni?o, Fortes hab¨ªa visto a su abuelo esconder casi una biblioteca entera de los franquistas y estaba convencido de que ¡°el fascismo se cura leyendo¡±. Su padre, reclutado a la fuerza para el bando nacional, muri¨® en la batalla de Teruel. Por querer extender las ganas de democracia en las fuerzas armadas, ¨¦l fue juzgado como un traidor y condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel, de los que cumpli¨® uno. Hoy lee con espanto las noticias sobre militares jubilados que escriben cartas al Rey y fantasean, en grupos de WhatsApp, con fusilar a 26 millones de espa?oles. ¡°Siempre hay que vigilar al Ej¨¦rcito¡±.
Pregunta. Hace cuatro d¨¦cadas, la UMD se disolvi¨® porque ya hab¨ªa democracia ?Le sorprende que haya exmandos militares que hablen de fusilar a 26 millones de espa?oles y que escriban cartas al Rey contra el Gobierno?
Respuesta. Me sorprendi¨®, sobre todo, el tono de los chats. Son mentes que no han permeabilizado los valores constitucionales. El nivel de cultura que indican, en gente que ostent¨® cierta categor¨ªa militar, es pavoroso.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® al leer esas declaraciones?
R. Sent¨ª verg¨¹enza. Conozco a muchos militares avergonzados por esto; y pienso en el bochorno infinito que han tenido que sentir, ante sus conciudadanos y ante sus colegas europeos los oficiales profesionales j¨®venes que participan en misiones en el extranjero y est¨¢n en contacto con los ej¨¦rcitos de la OTAN. En Europa es inimaginable que ocurra esto. A ning¨²n otro militar europeo se le ocurre manifestarse de esa manera. Creo que no representan a las Fuerzas Armadas. La carta al Rey es una forma de ruido de sables, de volver a las andadas.
P. En su momento, al franquismo le preocup¨® que la UMD tuviera un efecto contagio en el Ej¨¦rcito, es decir, que les pegaran a los dem¨¢s las ganas de democracia. ?Le preocupa que se produzca ahora ese efecto, pero a la inversa?
R. Esas declaraciones no favorecen, desde luego. Pero lo que m¨¢s me preocupa es que esto se produce porque hay un movimiento pol¨ªtico que representa los rescoldos de la dictadura y del fascismo espa?ol de Falange, que ve ileg¨ªtimo al Gobierno, dice que es el peor en 80 a?os, incluyendo a la dictadura y critica una alianza para los Presupuestos que incluya a partidos nacionalistas. No se han enterado de que en democracia la soberan¨ªa reside en el Parlamento, y que los militares est¨¢n a las ¨®rdenes del Gobierno, sea el que sea. No imagino este tipo de manifestaciones sin la existencia de Vox, que ha creado un clima para que los militares vuelvan a las andadas. El depositario de las armas tiene que ser absolutamente neutral y depender del Gobierno. El d¨ªa que entra en el debate pol¨ªtico impone el imperio de las armas, la dictadura.
P. ?Qu¨¦ respuesta cree que deber¨ªan dar el Rey, el Ej¨¦rcito y el Gobierno?
R. Est¨¢n jubilados y no tienen las limitaciones de un militar en activo. Creo que el Rey no debe contestar ahora, no hay mejor desprecio que no hacer aprecio; pero en la Pascua militar s¨ª podr¨ªa decir algo en el sentido de que las manifestaciones pol¨ªticas de los militares no son tolerables. Estos jubilados se presentan como generales retirados y el uso de ese cargo militar ofende a la profesi¨®n y llama la atenci¨®n en Europa. Me llegaron mensajes de fuera de Espa?a horrorizados por esto. Me qued¨¦ bastante satisfecho con las declaraciones de la ministra de Defensa y del jefe del Estado Mayor. Como Gobierno me preocupar¨ªa, en vista de que quedan estos residuos, de revisar la educaci¨®n en la Academia General Militar, que no puede limitarse a la formaci¨®n t¨¦cnica, al conocimiento de carros de combate; debe educar en valores democr¨¢ticos y ense?ar tambi¨¦n la historia, la verg¨¹enza y la desgracia de un pa¨ªs de golpes y dictaduras. No hay que olvidar que la estatua de Franco presidi¨® la academia militar hasta el a?o 2006. El Ej¨¦rcito no tiene autonom¨ªa ni el monopolio del patriotismo. Los militares no hacen m¨¢s por la patria que los m¨¦dicos o los maestros. Quiz¨¢ corren m¨¢s riesgos, pero tambi¨¦n los m¨¦dicos, como se ha visto en el coronavirus. Estaban en la primera l¨ªnea de batalla.
P. ?Fue el 23-F vacuna suficiente? ?Concluy¨® el Ej¨¦rcito su propia transici¨®n?
R. Yo pensaba que la vacuna era definitiva por lo vergonzoso que fue, pero parece que no. Esto remueve viejas cosas. En el fondo son nost¨¢lgicos de la autonom¨ªa militar, de la dependencia del Rey. La decisiva ley de 1984 estableci¨® que el Ej¨¦rcito depende de Gobierno, pero estos no se han enterado todav¨ªa y creen que el Rey, como en tiempos medievales, monta a caballo, cuando es un s¨ªmbolo que tampoco puede pronunciarse pol¨ªticamente. Sus discursos los escribe el Gobierno. Siempre hay un peligro. A pesar de la magn¨ªfica transici¨®n que hizo el ej¨¦rcito alem¨¢n, recientemente han tenido que disolver una unidad porque hab¨ªa ca¨ªdo en una deriva fascista. Por eso es tan importante inculcar, adem¨¢s de la formaci¨®n t¨¦cnica, sensibilidad democr¨¢tica.
P. Est¨¢ muy presente tambi¨¦n en el debate pol¨ªtico la Transici¨®n y lo que Podemos, partido de Gobierno, llama ¡°el r¨¦gimen del 78¡±. ?Qu¨¦ balance hace de aquella etapa uno de sus protagonistas?
R. No fue tan id¨ªlica, fue lo que se pudo hacer. Con todas sus sombras, creo que fue un ¨¦xito. Logramos salir de la dictadura sin derramamiento de sangre y aprobamos una Constituci¨®n democr¨¢tica que hoy puede necesitar alguna enmienda. Aquello lo hizo la sociedad espa?ola, que se manifestaba, que participaba en huelgas, y los pol¨ªticos que tomaban decisiones sobreponi¨¦ndose al v¨¦rtigo, como Adolfo Su¨¢rez al legalizar al PCE, con el gran ruido militar que gener¨® y que termin¨® en el esperpento del 23-F. A m¨ª me arrestaron ocho d¨ªas por leer en mi casa prensa que no era del Movimiento. Era fundamental salir de aquel mundo, por eso fundamos la UMD, para abrir horizontes democr¨¢ticos.
P. Cuando constituyeron la UMD, se inspiraron en la Revoluci¨®n de los Claveles portuguesa, pero descartaron el uso de la fuerza. ?Por qu¨¦?
R. Porque conoc¨ªamos la historia, y ni siquiera para establecer la democracia val¨ªa la pena usar la vieja arma del golpe. Siempre lo dijimos. Hab¨ªa que hacer un golpe negativo, mojar la p¨®lvora de aquel ej¨¦rcito, ponerlo ante el espejo de los valores de la democracia. Nos acusaban de estar ¡°obsesionados con los derechos humanos¡±. Manipularon pruebas para sepultarnos y apartarnos del mundo militar. No nos rehabilitaron hasta diez a?os despu¨¦s y cada vez que se hac¨ªa una propuesta en ese sentido, como incluirnos en la ley de amnist¨ªa, se armaba la marimorena. El jefe de la brigada paracaidista lleg¨® a decir que si se nos amnistiaba no respond¨ªa de su unidad.
P. ?Pens¨®, al constituirse la UMD, que eso podr¨ªa costarle el puesto o incluso la vida?
R. La vida cre¨ªamos que no, pero s¨ª sab¨ªamos que nos iban a detectar y a procesar porque para mojar aquella p¨®lvora, para crecer, ten¨ªamos que hacernos visibles ideol¨®gicamente cada vez que habl¨¢bamos con alg¨²n compa?ero. Recuerdo que cuando nos entrevistamos con Felipe Gonz¨¢lez, entonces Isidoro, en Barcelona, dijo: ¡°A m¨ª no me van a tocar; a los militantes socialistas pueden calentarles la cara, pero a vosotros, si os cogen, os fusilan. Si alg¨²n d¨ªa triunfa la democracia en este pa¨ªs, habr¨ªa que haceros un monumento¡±.
P. El Gobierno de Isidoro tard¨® cuatro a?os en readmitirles en el Ej¨¦rcito. ?Le doli¨®?
R. Lo entend¨ª. No pod¨ªa hacer m¨¢s. Entre nosotros y la tranquilidad militar, no solo ¨¦l, yo tambi¨¦n, escojo la tranquilidad militar. Nuestro reingreso pod¨ªa ser argumento para alzarse contra el gobierno. Hicieron bien.
P. En ese a?o que pas¨® en la c¨¢rcel, ?se arrepinti¨® alguna vez?
R. Nunca. Cuando uno toma decisiones de esta naturaleza no puede arrepentirse. Adem¨¢s, soy agn¨®stico. En mi etapa como profesor y director de instituto, que fueron los mejores a?os de mi vida, hicimos, en 1984, la primera apertura del curso sin misa, como correspond¨ªa a un Estado aconfesional.