El PSC de los cuatro puntos cardinales
Los socialistas catalanes afrontan las elecciones del 14 de febrero con el potencial de crecer a costa de Cs, ERC y los comunes
Hay que remontarse hasta 1999 y 2003 ¡ªuna eternidad en pol¨ªtica¡ª para encontrarse a un PSC con unas expectativas similares antes de unas elecciones. Entonces Pasqual Maragall se impuso, primero a Jordi Pujol y despu¨¦s a Artur Mas. Fueron las dos ¨²nicas ocasiones que la antigua CiU perdi¨® unas elecciones auton¨®micas. La otra excepci¨®n en la que el nacionalismo ¡ªconvertido ya en independentismo¡ª se vio superado fue la de Ciudadanos en 2017, meses despu¨¦s del proc¨¦s y con Catalu?a int...
Hay que remontarse hasta 1999 y 2003 ¡ªuna eternidad en pol¨ªtica¡ª para encontrarse a un PSC con unas expectativas similares antes de unas elecciones. Entonces Pasqual Maragall se impuso, primero a Jordi Pujol y despu¨¦s a Artur Mas. Fueron las dos ¨²nicas ocasiones que la antigua CiU perdi¨® unas elecciones auton¨®micas. La otra excepci¨®n en la que el nacionalismo ¡ªconvertido ya en independentismo¡ª se vio superado fue la de Ciudadanos en 2017, meses despu¨¦s del proc¨¦s y con Catalu?a intervenida tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n.
Las expectativas que ha provocado la candidatura de Salvador Illa vuelven a ser m¨¢ximas, por m¨¢s que el independentismo, que encara el 14 de febrero m¨¢s fraccionado que nunca, se proponga rebasar el 50% de los votos en su intento de forzar un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en Catalu?a. La designaci¨®n de Illa es arriesgada, con la campa?a de vacunaci¨®n apenas iniciada y la amenaza inminente de una tercera ola de la pandemia, pero si hay algo que destacan en el PSC y La Moncloa es su perfil como gestor y una transversalidad que puede terminar decidiendo el pr¨®ximo Govern. Y m¨¢s en un escenario muy complejo, en el que hasta nueve partidos pueden entrar en el Parlament. En rom¨¢n paladino: un trasvase de votos m¨ªnimo puede provocar la p¨¦rdida o ganancia de much¨ªsimos esca?os. Otra de las claves ser¨¢ la participaci¨®n. En 2017 fue del 79%, la m¨¢s alta en unas catalanas debido al proc¨¦s.
La ¨²ltima encuesta del Centro de Estudios de Opini¨®n (CEO) de la Generalitat, del pasado diciembre, ya llamaba la atenci¨®n sobre el potencial del PSC, con Miquel Iceta como candidato, para acceder a los caladeros de votantes de otras formaciones. El 4,2% dudaban entre los socialistas y los comunes. El mismo porcentaje estaba en juego entre el PSC y ERC. Un 3,1% se decantar¨ªa entre el partido hermano del PSOE y Ciudadanos, mientras que otro 2,8% votar¨ªa a los socialistas o a otro partido sin especificar. La ecuaci¨®n se complicaba para el 2,2% que se debat¨ªa entre el PSC, ERC y En Com¨² Podem. La mayor competencia se producir¨ªa en el electorado independentista, donde Esquerra y Junts per Catalunya pelear¨ªan por un 9,9% de votantes. Una cifra que puede resultar clave para resolver la hegemon¨ªa en el independentismo. A su vez, ERC podr¨ªa crecer a costa de los comunes ¡ª5% en juego¡ª y de la CUP (2,8%). ¡°Pero el PSC parte de una situaci¨®n de debilidad que ahora se puede convertir en una ventaja: en 2017 obtuvimos 17 esca?os en el Parlament, nuestro resultado m¨¢s bajo salvo los 16 diputados de 2015¡å, exponen diferentes cuadros territoriales en los socialistas catalanes. ¡°Partimos de nuestro suelo, al contrario que ERC, que tuvo su mejor resultado en 2017. La coyuntura ahora nos deber¨ªa de favorecer¡±.
¡°Conviene tener en cuenta que Illa no es ning¨²n paracaidista, adem¨¢s del ministro de Sanidad es el secretario de Organizaci¨®n del PSC¡±, expone Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, doctor en Sociolog¨ªa e investigador principal de Metroscopia. ¡°Apostar por ¨¦l, priorizando la gesti¨®n del coronavirus, es una forma de no hablar sobre la independencia de Catalu?a. Se sale de los par¨¢metros de los ¨²ltimos a?os. Y resulta que el electorado de Ciudadanos, que tradicionalmente es muy pragm¨¢tico, parece que en estas elecciones ya no ver¨ªan un riesgo que se produzca la aventura independentista del proc¨¦s. Esto ya supon¨ªa seg¨²n las ¨²ltimas encuestas que alrededor de 100.000 votantes de Ciudadanos se ir¨ªan al PSC siendo Iceta el candidato. Ahora podr¨ªan ser m¨¢s¡±. Ferr¨¢ndiz remarca c¨®mo la aprobaci¨®n de la labor de Illa durante la pandemia se ha mantenido con una aprobaci¨®n muy buena, hasta llegar a ser del 65% en noviembre en Catalu?a. En el conjunto de Espa?a era del 51%. Illa no dejar¨¢ la cartera de Sanidad hasta que no d¨¦ comienzo la campa?a electoral a finales de enero.
En la direcci¨®n del PSC reconocen que el electorado de Ciudadanos es un mercado ¡°muy apetecible¡± y que eso explicar¨ªa en parte el discurso biling¨¹e de Illa en castellano y catal¨¢n. Pero r¨¢pidamente advierten del riesgo que supondr¨ªa obcecarse en atraer a los descontentos del partido de In¨¦s Arrimadas, que tiene imposible taponar la fuga de votos en todas las direcciones. ¡°Hay una parte del votante de izquierdas que se declara espa?olista que le dio un voto prestado a Ciudadanos en 2017 como voto identitario de rechazo al proc¨¦s. Ese voto ahora se va a volver otra vez a las coordenadas de izquierdas al no estar para nada de acuerdo con la estrategia de Ciudadanos de colocarse en el bloque de la derecha¡±, apunta Pablo Sim¨®n, polit¨®logo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid.
Ciudadanos retendr¨ªa ahora a solo un tercio del 1,1 mill¨®n de votantes de 2017. El 7,4% votar¨ªa ahora al PSC, el 6,3% a Vox y el 2,1% al PP seg¨²n la ¨²ltima estimaci¨®n del CEO. Pero la gran inc¨®gnita por resolver es qu¨¦ har¨¢ el 46% del electorado de Ciudadanos el 14 de febrero. Como ya sucedi¨® en el hundimiento del partido en las elecciones generales de noviembre de 2019, una buena parte terminar¨¢ en la abstenci¨®n.
Sim¨®n observa: ¡°Si te inclinas mucho hacia los votantes de Ciudadanos, seguramente los de los comunes no se sentir¨ªan atra¨ªdos. Queremos hacer una campa?a muy centrada en que Catalu?a no ha tenido un buen Gobierno, d¨¢ndole la importancia que merece a la pandemia, la reactivaci¨®n econ¨®mica y la reconstrucci¨®n social. La figura de Salvador encaja ah¨ª y en el logro de acuerdos transversales como con los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona o con Junts en esa diputaci¨®n¡±, se?alan en la c¨²pula del PSC. Es decir, la gesti¨®n y distensi¨®n ser¨ªa la baza frente a la polarizaci¨®n. ¡°Illa no est¨¢ mal valorado entre los votantes de Esquerra Republicana. Podr¨ªa arrastrar o morder una parte de un voto que a lo mejor es estrat¨¦gico en un contexto en el que es inevitable que se hable mucho m¨¢s de gesti¨®n, frente a la apuesta por la unilateralidad del independentismo que marc¨® la campa?a de 2017. Hay que ver c¨®mo juega el PSC sus cartas como partido catalanista de izquierdas¡±.