El retraso de las elecciones catalanas pospone la tregua pol¨ªtica y los acuerdos
La Moncloa esperaba pactar con el PP, rebajar la tensi¨®n con UP y reconducir el ¡®proc¨¦s¡¯
No solo Catalu?a, toda la pol¨ªtica espa?ola estaba pendiente de las elecciones en esta comunidad, que deb¨ªan abrir paso a un largo periodo de casi dos a?os sin comicios relevantes. Desde la renovaci¨®n del Poder Judicial hasta la tensi¨®n interna del Gobierno, pasando por el decisivo encauzamiento de la crisis independentista catalana o la batalla feroz entre el PP y Vox por el espacio de la derecha, ...
No solo Catalu?a, toda la pol¨ªtica espa?ola estaba pendiente de las elecciones en esta comunidad, que deb¨ªan abrir paso a un largo periodo de casi dos a?os sin comicios relevantes. Desde la renovaci¨®n del Poder Judicial hasta la tensi¨®n interna del Gobierno, pasando por el decisivo encauzamiento de la crisis independentista catalana o la batalla feroz entre el PP y Vox por el espacio de la derecha, todo se iba a resolver el 14 de febrero. El retraso de las catalanas hasta mayo, coinciden diversas fuentes pol¨ªticas, aplaza esa gran tregua que se esperaba tras los comicios y los posibles acuerdos entre PSOE y PP.
Desde que se dobleg¨® la primera ola en verano, el Gobierno se hab¨ªa marcado los dos grandes hitos que determinar¨ªan la estabilidad y duraci¨®n de la legislatura: los Presupuestos y las elecciones catalanas. La aprobaci¨®n de las cuentas p¨²blicas se produjo una semana antes de lo esperado, el 22 de diciembre en el Senado. Pero una vez m¨¢s, Catalu?a ha volado por los aires los c¨¢lculos del Ejecutivo.
El primero, que tras las catalanas Espa?a entrar¨ªa en un periodo sin elecciones de casi dos a?os ¡ªlas andaluzas, si no se adelantan, ser¨¢n en diciembre de 2022¡ª in¨¦dito desde 2015 tras cuatro generales, unas europeas, unas auton¨®micas, unas municipales y dos mociones de censura. Un periodo de tregua en las urnas que el Gobierno pretend¨ªa aprovechar para tratar de encauzar la gran crisis territorial que, hasta la pandemia, ha condicionado toda la pol¨ªtica nacional.
Y tambi¨¦n para buscar acuerdos con el PP, que despu¨¦s de las catalanas tendr¨ªa un periodo m¨¢s tranquilo, sobre todo si logra superar c¨®modamente a Vox en esta comunidad, un asunto central para Pablo Casado. Y adem¨¢s era un momento ideal para reforzar la mayor¨ªa, con un acuerdo m¨¢s estable con ERC, que se supon¨ªa ya estar¨ªa m¨¢s c¨®moda en la Generalitat si lograba hacerse finalmente con la primac¨ªa del independentismo que nunca ha conseguido en las urnas.
Uno de los objetivos centrales del Gobierno para esta legislatura es reconducir el proc¨¦s, aplacar la crisis independentista y buscar una nueva v¨ªa de entendimiento. La mesa de di¨¢logo que se pact¨® con ERC, y que solo se ha reunido una vez, deb¨ªa retomarse despu¨¦s del 14 de febrero, y vuelve a posponerse sin fecha. Incluso los indultos a los presos del proc¨¦s estaban previstos para despu¨¦s de las catalanas, y ahora es posible que el Ejecutivo tenga que tomar la decisi¨®n antes de los comicios, algo muy complejo de gestionar pol¨ªticamente.
Por ¨²ltimo, las catalanas eran el hito esperado para rebajar la tensi¨®n interna entre el PSOE y Unidas Podemos. Los socialistas atribuyen parte de las posiciones del grupo de Pablo Iglesias en las ¨²ltimas semanas a su necesidad de diferenciarse para evitar un mal resultado en Catalu?a, uno de los baluartes del movimiento surgido del 15-M que ha derivado en varias f¨®rmulas en cada comunidad y que est¨¢ en retroceso en varias de ellas. Se supon¨ªa que tras las catalanas las cosas estar¨ªan m¨¢s tranquilas, aunque en Unidas Podemos insisten en que ellos seguir¨¢n reivindicando posiciones de fondo en cuestiones sensibles para el mundo progresista y que afectan a millones de personas, como la reforma de las pensiones, la laboral, el salario m¨ªnimo o las tarifas de la luz, por poner ejemplos de gran calado.
El retraso de las catalanas deja todo abierto otros tres meses y medio y elimina un escenario de calma de varios meses que el PP pod¨ªa aprovechar para pactar al fin la renovaci¨®n del Poder Judicial, que lleva m¨¢s de dos a?os con el mandato caducado. Casado tiene una nueva fecha para posponer el acuerdo.
El Gobierno redoblar¨¢ la presi¨®n. De hecho, las conversaciones entre el Ejecutivo y el PP se mantienen. Y ya se est¨¢ hablando de una posible renovaci¨®n del consejo de RTVE, cuyo mecanismo est¨¢ en marcha en el Congreso. Podr¨ªa ser un primer acuerdo que abriera paso a los dem¨¢s. Hay varios intentos en marcha para pactar tambi¨¦n el nuevo Defensor del Pueblo ¡ªel socialista ?ngel Gabilondo es uno de los candidatos m¨¢s fuertes, algo que abrir¨ªa una renovaci¨®n del liderazgo en la oposici¨®n en Madrid que muchos esperan en el PSOE¡ª y renovar el Tribunal Constitucional, pero el retraso de las catalanas puede de nuevo complicarlo todo.
Hasta un asunto tan alejado de Catalu?a como la alternativa al Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso esta as¨ª de rebote vinculado a los comicios para elegir qui¨¦n dirige la Generalitat. Son las ¨²ltimas grandes elecciones de un ciclo que este retraso vuelve a hacer interminable.
Todo estaba pues pendiente de las catalanas, pero en La Moncloa se impone el pragmatismo y se adaptan r¨¢pidamente al cambio de escenario. Los estrategas de S¨¢nchez, con Iv¨¢n Redondo a la cabeza, hab¨ªan dise?ado un golpe de efecto con la candidatura por sorpresa de Salvador Illa, el ministro de Sanidad, como cabeza de lista del PSC. Ahora esos planes se han trastocado. Illa ha decidido seguir de ministro hasta el final, hasta que empiece la campa?a.
Algunos creen que, con el retraso, los independentistas, aliados en esto con el PP y Ciudadanos, han roto la estrategia de S¨¢nchez y Redondo. Son muchos meses de Illa con la doble cabeza, la de ministro y candidato, y eso puede desgastarle, analizan diversos pol¨ªticos consultados. Pero en La Moncloa creen que es al rev¨¦s, que a ERC ¡°le han temblado las piernas¡± por unas encuestas que daban un triple empate entre ellos, Junts per Catalunya y el PSC, y ahora le han dado a Illa mucho tiempo para consolidarse como el gran rival a batir.
La decisi¨®n del ministro, pese a las cr¨ªticas duras que recibi¨®, de quedarse en el puesto despu¨¦s de anunciar su candidatura, abre otro escenario. Si, como espera el Gobierno, la vacunaci¨®n toma velocidad de crucero y para mayo la pandemia est¨¢ en una nueva fase mucho m¨¢s suave, podr¨ªa beneficiarle. El tiempo dir¨¢ si tienen raz¨®n quienes creen que este retraso pincha el globo Illa o sus defensores que consideran que el tiempo solo har¨¢ crecer el fen¨®meno.
En el Gobierno se percibe un fuerte malestar con la decisi¨®n de ERC de aplazar los comicios y sobre todo con la forma, porque no le ven amparo legal. En el Ejecutivo est¨¢n convencidos de que la pandemia y el agravamiento de los datos no es el motivo real de la decisi¨®n, que se toma seg¨²n su visi¨®n solo por cuestiones pol¨ªticas relacionadas con la candidatura de Illa. Pero en la entrevista en EL PA?S el ministro de Sanidad y candidato del PSC ha dejado bastante claro que no piensa hacer batalla de este asunto y en La Moncloa se trabaja ya con el escenario de que las elecciones ser¨¢n el 30 de mayo.
El cabeza de lista del PSC no ha cambiado un ¨¢pice de posici¨®n e insiste en que continuar¨¢ siendo el ministro de Sanidad hasta el inicio de la campa?a electoral. Como ven¨ªa diciendo cuando se esperaba que fuesen el 14 de febrero. Las cr¨ªticas desde su nombramiento a finales de diciembre han sido feroces. Pero La Moncloa aguant¨® y no quiso arriesgar. Si lo hubiera hecho, el viernes habr¨ªa quedado en una posici¨®n muy inc¨®moda, sin el ministro de Sanidad que ha gestionado la covid. Y con un candidato que podr¨ªa acusar el desgaste, tras la sorpresa que su elecci¨®n provoc¨® en propios y extra?os, en los tres meses que quedan hasta las catalanas.
Lo que s¨ª est¨¢ claro es que la crisis de Gobierno prevista para finales de enero tambi¨¦n se dejar¨¢ para mayo. S¨¢nchez tiene la ¨²ltima y casi la ¨²nica palabra, pero la idea era que los cambios fuesen puntuales. En vez de una remodelaci¨®n profunda, se pretend¨ªa que fuese quir¨²rgica: la ministra de Pol¨ªtica Territorial, Carolina Darias, le har¨ªa el relevo a Illa en Sanidad. Y el primer secretario y excandidato del PSC, Miquel Iceta, ser¨ªa la novedad en el Consejo de Ministros, como nuevo responsable de Pol¨ªtica Territorial. Pero tambi¨¦n eso tendr¨¢ que esperar. El retraso de las catalanas ha dejado en suspenso muchas decisiones clave en la pol¨ªtica espa?ola.
La coalici¨®n consolida su inestable estabilidad
En la superficie, la sensaci¨®n es que el PSOE y Unidas Podemos mantienen una fuerte tensi¨®n interna que tiene constantes hitos, como el ataque de la semana pasada de Ione Belarra, persona de m¨¢xima confianza de Pablo Iglesias, contra Margarita Robles, la ministra de Defensa, a la que acus¨® de alinearse ¡°con la derecha y los ultras¡± por rechazar una investigaci¨®n en el Congreso sobre el uso de fondos opacos por parte del rey em¨¦rito. Sin embargo, cuando se analiza m¨¢s a fondo con algunos de los protagonistas de esa negociaci¨®n permanente que es una coalici¨®n, el ambiente en los ¨²ltimos d¨ªas entre el PSOE y Unidas Podemos parece mucho m¨¢s calmado. De hecho, se est¨¢n fraguando varios pactos internos sobre asuntos relevantes, aunque siguen las discrepancias en otros. ¡°Hay que acostumbrarse a que mientras Italia rompe su Gobierno, Espa?a se est¨¢ convirtiendo en una de las coaliciones m¨¢s estables de Europa. Pero eso no quiere decir que no haya discusiones. La tensi¨®n sobre los temas de fondo seguir¨¢, pero ya todos saben que la coalici¨®n aguantar¨¢ porque nadie quiere romperla¡±, resume un miembro del Ejecutivo.
Es una especie de estabilidad inestable, en la que constantemente se ven las diferentes posiciones de los dos partidos en asuntos delicados, en especial los econ¨®micos y el de la Monarqu¨ªa. Pero los protagonistas de las disputas y sus l¨ªderes, Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias, tienen muy claro que no les interesa romper la coalici¨®n.
Al l¨ªder del PSOE, porque sabe que gobernar en solitario con Unidas Podemos en contra podr¨ªa ser un infierno que le desgastar¨ªa. Y porque quiere una legislatura larga para aprovechar la recuperaci¨®n econ¨®mica y la salida de la pandemia, y sobre todo la gesti¨®n pol¨ªtica del descomunal fondo de recuperaci¨®n europeo.
Para el l¨ªder de Unidas Podemos, una ruptura tendr¨ªa a¨²n menos alicientes. Iglesias ha trasladado a su equipo que aunque la actual situaci¨®n pueda ser compleja para Podemos, porque vienen tiempos en los que tal vez tendr¨¢ que asumir decisiones dif¨ªciles en el Gobierno, ser¨ªan mucho peores si estuvieran fuera del Ejecutivo dando apoyo externo, como le ped¨ªa el PSOE en 2019. Iglesias y su n¨²cleo de confianza est¨¢n convencidos de que estar en Ejecutivo es su mejor baza, y no se plantean salir. Y S¨¢nchez tampoco parece querer sacarlos, aunque s¨ª tratar de minimizar su peso en pol¨ªtica econ¨®mica. Esa tensi¨®n genera esa inestable estabilidad que soporta un Gobierno que intentar¨¢ acabar la legislatura.