Carmen Machado, el ¨²ltimo verso del exilio espa?ol
Fallece en Santiago de Chile la ¨²ltima sobrina de los poetas Antonio y Manuel Machado, tras una vida marcada por las terribles consecuencias de la guerra civil espa?ola
En el tr¨¢gico historial de p¨¦rdidas y exilios que los Machado vivieron como consecuencia de la Guerra Civil, doloroso e inacabable, las mujeres de la familia de los poetas Antonio y Manuel jugaron un papel determinante para que ¡°el desastre no hubiera sido infinitamente mayor de lo que fue¡±. Lo sostiene el estudioso machadiano Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var (Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, 2005), para quien la sa...
En el tr¨¢gico historial de p¨¦rdidas y exilios que los Machado vivieron como consecuencia de la Guerra Civil, doloroso e inacabable, las mujeres de la familia de los poetas Antonio y Manuel jugaron un papel determinante para que ¡°el desastre no hubiera sido infinitamente mayor de lo que fue¡±. Lo sostiene el estudioso machadiano Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var (Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, 2005), para quien la saga femenina que ha portado uno de los apellidos m¨¢s enjundiosos de las letras espa?olas merece ¡°un homenaje aparte¡±. La ocasi¨®n podr¨ªa hacerse coincidir ahora con el fallecimiento, esta pasada semana, de Carmen Machado Monedero (Madrid, 1931 ¡ª Santiago de Chile, 2021), la ¨²ltima sobrina viva de los poetas, con cuyo t¨ªo Antonio comparti¨® los avatares de un exilio terrible, pero que ¡°supo representar hasta el ¨²ltimo momento de su vida la tradici¨®n de las mujeres de la familia Machado, recogiendo un testigo de conciliaci¨®n y concordia¡±, asegura el profesor.
Carmen Machado Monedero era la menor de las sobrinas carnales de Antonio y Manuel, hija de Jos¨¦ Machado Ruiz y Matea Monedero. Nacida en Madrid en 1931, con siete a?os emprende un periplo que le obliga a huir de la capital espa?ola, siguiendo el rastro del Gobierno de la Rep¨²blica, junto a sus hermanas Eulalia y Mar¨ªa, sus padres, su t¨ªo don Antonio Machado y su abuela Ana Ruiz. Al llegar al paso fronterizo de La Junquera, en 1938, los adultos contin¨²an hacia Francia, donde se produce el dram¨¢tico desenlace de la muerte consecutiva de don Antonio y su madre, apenas con tres d¨ªas de diferencia, en la localidad costera de Collioure.
Fue precisamente el padre de Carmen Machado, Jos¨¦, quien encontr¨® en el bolsillo del gab¨¢n de su hermano Antonio dos papeles arrugados. En uno de ellos el poeta recordaba a Guiomar. En el otro dej¨® un apunte transido de nostalgia que compendia, en apenas un verso, toda la literatura del exilio espa?ol: ¡®Estos d¨ªas azules y este sol de la infancia¡¯.
A pesar de este relato, paradigma de la derrota y el sufrimiento de la contienda nacional, el paradero de las sobrinas de don Antonio no fue m¨¢s afortunado. Las ni?as fueron enviadas solas a Mosc¨² gracias a la mediaci¨®n de un secretario de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza que se hab¨ªa ofrecido a hacer de enlace con la familia. Jos¨¦ y Matea, los padres, consiguen en 1940 escapar a Chile a bordo del barco Formosa, que logra salir desde Francia gracias a las gestiones del entonces embajador Pablo Neruda. Sin embargo, el estallido de la II Guerra Mundial el a?o anterior prolong¨® nueve a?os la separaci¨®n con sus hijas. Carmen ya hab¨ªa terminado el colegio y aspiraba a estudiar Medicina cuando por fin se produce la posibilidad de viajar a Chile y lograr la reagrupaci¨®n familiar. As¨ª que de nuevo le hace un regate al destino, se deshace de la idea y embarca a Santiago, ¡°con la misma alegr¨ªa y empat¨ªa con la que siempre la recordaremos¡±, incide Rodr¨ªguez Almod¨®var, que coincidi¨® con Carmen Machado en Sevilla en 2011, con motivo de un homenaje celebrado en la ciudad natal de los poetas. ¡°Ten¨ªa muy buen recuerdo de Rusia, y siempre se sinti¨® m¨¢s cerca de su t¨ªo Antonio. Ella era a¨²n peque?a, pero fue ¨¦l quien le ense?a a leer, a preocuparse por su educaci¨®n, durante la estancia de la familia en Rocafort, tras salir de Madrid¡±, recuerda el profesor.
Desde Cipriana ?lvarez, abuela de Antonio y Manuel, a su madre Ana Ruiz ¡ª¡°?Hemos llegado ya a Sevilla?¡±, le pregunta desorientada y enferma a su hijo al llegar a Collioure, en otra muestra de dolor insoportable¡ª, las mujeres de los Machado ¡°fueron siempre el centro de gravedad de la familia, la clave sobre la que orbita ese ejemplo de conciliaci¨®n, ideario social e integridad moral¡± sobre el que se ha construido la memoria del poeta de Soledades, incide Rodr¨ªguez Almod¨®var.
Ya en Chile, y hasta su reciente p¨¦rdida, Carmen Machado ha desarrollado una actividad profesional de notable trascendencia social. Mujer de letras, periodista, fue directora de la revista femenina Eva, as¨ª como colaboradora en diversos suplementos de El Mercurio. El 31 de enero hubiera cumplido 90 a?os y quienes la conocen ¡ªdeja dos hijos y tres nietos¨D aseguran que lo celebrar¨ªa, como siempre, con una fiesta espa?ola, en la que ¡°seguramente no habr¨ªa cabida para reproches pol¨ªticos¡±, insiste Rodr¨ªguez Almod¨®var. ¡°Somos una familia unida a la que la guerra no pudo separar¡±, dijo Carmen Machado en Sevilla, seg¨²n recogieron las cr¨®nicas del homenaje sevillano en aquel 2011, probablemente un d¨ªa de sol, de cielo n¨ªtidamente azul, como la imagen que alivi¨® a Antonio Machado sus ¨²ltimos d¨ªas en Collioure.