El PP encuentra una grieta para debilitar a Vox

Hay euforia en la planta noble de G¨¦nova. En los despachos del s¨¦ptimo piso de la sede del PP se felicitan, casi sin creer c¨®mo ha ca¨ªdo del cielo, por el gol en propia puerta de su principal enemigo a batir. Que no es el PSOE de Pedro S¨¢nchez, sino el Vox de Santiago Abascal, el partido que desde su irrupci¨®n en la pol¨ªtica espa?ola opera como un lastre para las posibilidades de Pablo Casado de llegar alg¨²n d¨ªa a La Moncloa. Los populares est¨¢n convencidos, seg¨²n interpretan en la c¨²pula de Casado, ...

Hay euforia en la planta noble de G¨¦nova. En los despachos del s¨¦ptimo piso de la sede del PP se felicitan, casi sin creer c¨®mo ha ca¨ªdo del cielo, por el gol en propia puerta de su principal enemigo a batir. Que no es el PSOE de Pedro S¨¢nchez, sino el Vox de Santiago Abascal, el partido que desde su irrupci¨®n en la pol¨ªtica espa?ola opera como un lastre para las posibilidades de Pablo Casado de llegar alg¨²n d¨ªa a La Moncloa. Los populares est¨¢n convencidos, seg¨²n interpretan en la c¨²pula de Casado, de que el apoyo decisivo de Vox en forma de abstenci¨®n ¡ªjunto al voto afirmativo de EH Bildu¡ª al decreto del Gobierno sobre los fondos europeos es un error de los de Abascal directo ¡°al coraz¨®n del votante¡± de la extrema derecha. Tanto es as¨ª que visualizan, a partir de ese traspi¨¦, la gran oportunidad para empezar a debilitarles. La primera grieta en el m¨²sculo hasta ahora gran¨ªtico de los ultras.

El PP no acaba de entender bien qu¨¦ ha sucedido para que la direcci¨®n de Vox tomara la decisi¨®n de abstenerse en uno de los decretos m¨¢s importantes de la legislatura, el ideado para agilizar la gesti¨®n de los 140.000 millones de euros que llegar¨¢n a Espa?a procedentes de la UE. La extrema derecha lo ha presentado como un ejercicio de responsabilidad, pero nadie comprende bien esa s¨²bita sensatez despu¨¦s de haberse opuesto a todas las medidas del Gobierno en los peores momentos de la pandemia, incluidos los estados de alarma, que votaron en contra desde la segunda pr¨®rroga. En las filas populares circulan todo tipo de teor¨ªas: que el Gobierno les haya ofrecido algo a cambio ¡ªpero tanto el PSOE como Vox niegan haber negociado el voto¡ª, o bien que hayan resultado exitosas en el partido ultra las supuestas presiones de empresas del Ibex en favor del decreto. O, incluso, que Abascal haya ideado un giro copernicano como el de Casado en la moci¨®n de censura e inaugure con esta decisi¨®n una nueva estrategia de pragmatismo.

Sea cual sea el motivo, el equipo de Casado cree que el resultado es un error de Vox que el PP tiene que aprovechar. ¡°Se van a arrepentir¡±, deslizan en G¨¦nova. La direcci¨®n de los populares ve en este apoyo de Vox al plan del Gobierno para el mecanismo de gesti¨®n de los fondos europeos un gran elemento de diferenciaci¨®n entre la extrema derecha y el PP. El principal partido de la oposici¨®n vot¨® en contra, igual que Ciudadanos y otros aliados del Gobierno, como ERC. A partir de ahora, seg¨²n entienden los populares, todo lo que suceda con los fondos europeos en Espa?a, incluidos los posibles problemas derivados de retrasos o de su gesti¨®n, ser¨¢ achacable a Vox, por haber actuado de ¡°salvavidas¡± del Gobierno en este decisivo asunto.

La estrategia de Casado consistir¨¢ en no dejar que se olvide ese ins¨®lito respaldo de la extrema derecha al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, y en responsabilizar a Vox de los posibles fallos en la recepci¨®n de los fondos. El PP est¨¢ decidido a utilizarlo primero como baza en la campa?a catalana. En el acto de apertura, en Barcelona, el l¨ªder del PP insisti¨® el jueves en que ¡°quien ha salvado un plan clientelar abocado a la corrupci¨®n para gestionar con opacidad los fondos europeos han sido los extremistas de Vox¡±. Casado, que hab¨ªa propuesto a S¨¢nchez la gesti¨®n por parte de una autoridad independiente en lugar del Consejo de Ministros, equipar¨® adem¨¢s a los de Abascal con los independentistas y con Podemos.

El resbal¨®n de Vox con su abstenci¨®n al decreto, a juicio del PP, se explica en que ha terminado con el p¨¦treo voto anti Pedro S¨¢nchez que le caracterizaba. Ahora, el partido de Abascal tambi¨¦n puede dar apoyos puntuales al presidente socialista. En consecuencia, ha dejado de ser el voto seguro del no a todo lo que haga S¨¢nchez y su ¡°Gobierno criminal¡± e ¡°ileg¨ªtimo¡±, como lo concibe parte del electorado m¨¢s extremista precisamente por el discurso de Abascal. ¡°Vox es el socio oculto del Gobierno¡±, sostienen en el PP. Un vistazo a los comentarios en las redes sociales de los principales dirigentes de Vox justificando el voto revela el desconcierto en parte de sus bases.

El PP puede encontrarse con problemas si Vox ha decidido un giro estrat¨¦gico y pretende presentarse como un nuevo partido responsable, advierten por su parte fuentes socialistas. Los populares, argumentan, no pueden ganar a Vox en nacionalistas y ultras, y si Abascal decide no dejar al descubierto el flanco institucional, el juego ser¨ªa otro. Habr¨¢ que esperar a ver qu¨¦ hace Vox en las pr¨®ximas votaciones.

Con todo, el resultado es un recrudecimiento de la guerra entre las dos marcas fuertes de la derecha. Casado tiene claro que necesita acabar con la tricefalia en el lado conservador. En Catalu?a se libra una primera batalla, ajustada seg¨²n los ¨²ltimos sondeos: el CEO catal¨¢n (equivalente al CIS) pronostica para el PP una subida de cuatro a nueve esca?os, por los cinco o seis que lograr¨ªa Vox. Los populares insisten en que es muy dif¨ªcil que Vox les supere y conf¨ªan en que la grieta abierta en su hasta ahora inquebrantable electorado le haga da?o.

Cruce de ataques entre las dos formaciones

Tras un periodo valle despu¨¦s del enfrentamiento que sigui¨® a la moci¨®n de censura en la que Pablo Casado rompi¨® con Vox, las hostilidades han vuelto a aflorar entre las dos formaciones de la derecha a cara de perro. Populares y extrema derecha se cruzaron este s¨¢bado ataques desde sus actos p¨²blicos y en las redes.

¡°?Qu¨¦ le debe Vox a Pedro S¨¢nchez?¡±, se pregunt¨® el secretario general de los populares, Teodoro Garc¨ªa Egea, por la abstenci¨®n del partido de Santiago Abascal ante el decreto de los fondos europeos. ¡°El Gobierno encara el resto de la legislatura con optimismo. Unas veces le salva [Arnaldo] Otegi; otras, [Gabriel] Rufi¨¢n, y otras veces, Vox y Santiago Abascal¡±, a?adi¨®.

En Girona, el l¨ªder de Vox respondi¨® con cr¨ªticas al PP: ¡°En pleno proceso golpista, algunos abandonaron a esta tierra y a la mitad de los catalanes hasta el punto de que tuvieron que intervenir el Rey, los tribunales y Vox como acusaci¨®n particular. Tiraron al retrete una mayor¨ªa absoluta gigantesca¡±.