Un empuj¨®n para el di¨¢logo de S¨¢nchez
Se abre un tiempo nuevo para el PSC y el PSOE para encauzar el conflicto hist¨®rico de Catalu?a en la mesa de negociaci¨®n entre el Gobierno y la Generalitat
Con una media sonrisa, el candidato socialista a la Generalitat, Salvador Illa, repet¨ªa que ¨¦l estaba en Catalu?a para quedarse. Esa aparente obviedad no solo se dirig¨ªa a In¨¦s Arrimadas, ganadora al frente de Ciudadanos de las elecciones de 2017 y que cambi¨® Catalu?a por Madrid, sino que la promesa de su estancia permanente en su comunidad aut¨®noma era un compromiso para llevar adelante un proyecto de futuro. En el Gobierno o co...
Con una media sonrisa, el candidato socialista a la Generalitat, Salvador Illa, repet¨ªa que ¨¦l estaba en Catalu?a para quedarse. Esa aparente obviedad no solo se dirig¨ªa a In¨¦s Arrimadas, ganadora al frente de Ciudadanos de las elecciones de 2017 y que cambi¨® Catalu?a por Madrid, sino que la promesa de su estancia permanente en su comunidad aut¨®noma era un compromiso para llevar adelante un proyecto de futuro. En el Gobierno o como primera fuerza de la oposici¨®n, aunque haya ganado en votos.
Un tiempo nuevo para el PSC, y para el PSOE, a fin de encauzar el conflicto hist¨®rico de Catalu?a en la mesa de negociaci¨®n entre el Gobierno y la Generalitat. Aumentar la fuerza con que puedan discutir los socialistas, su capacidad de alternativa cuando del lado independentista se apele una y otra vez al derecho de autodeterminaci¨®n y a la amnist¨ªa de los condenados del proc¨¦s, era uno de los objetivos del efecto Illa. Hace tan solo cinco semanas, los socialistas solo aspiraban a ser los primeros del bloque que respeta y defiende la Constituci¨®n, pero que quiere ¡°el reencuentro¡± de todos los catalanes. Las baj¨ªsimas expectativas electorales de Ciudadanos y el PP eran la palanca con la que contaban de antemano el PSC y el PSOE. El desastre para esas fuerzas pol¨ªticas ha sido incluso mayor de lo esperado.
Cuando, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el l¨ªder del PP, Pablo Casado, interpele en el Congreso a Pedro S¨¢nchez tendr¨¢ dif¨ªcil echarle en cara como hasta ahora la gesti¨®n de la pandemia, una vez vistos los resultados electorales de quien ha sido su m¨¢ximo responsable, Salvador Illa, y a pesar de que los catalanes no hayan juzgado la gesti¨®n del coronavirus, ni la del Gobierno ni la del Govern. De lo que no hay duda es de que han dado la espalda a los populares y a Ciudadanos. No se ha entendido la campa?a nacional del PP en Catalu?a. Todos los partidos han reconocido la calidad del candidato popular, Alejandro Fern¨¢ndez, pero ha sido opacado por su jefe de filas. Cierto es tambi¨¦n que Casado no ha querido esconderse y ha estado al frente de la campa?a.
Las dificultades parlamentarias para el Gobierno de S¨¢nchez ser¨¢n a partir de ahora de gran envergadura. No resultar¨¢ f¨¢cil ahormar una mayor¨ªa que ayude a los proyectos del Ejecutivo de coalici¨®n. ERC estar¨¢ muy vigilado, como siempre, respecto a lo que hace en Madrid por sus adversarios de Junts. El m¨¢ximo deseo de los socialistas, adem¨¢s de sacar el mejor resultado, era que los republicanos quedaran por delante de la candidatura de Laura Borr¨¤s, como al final ha ocurrido, aunque por un estrecho margen. Todav¨ªa queda por determinar qu¨¦ valor tiene el documento del todos contra Illa, firmado por los independentistas para comprometerse a no pactar con el candidato socialista.
Pero, en el Govern o en la oposici¨®n, la fuerza del PSC, y del Ejecutivo central, para ser interlocutores fundamentales en el conflicto catal¨¢n es lo que de momento celebran los socialistas. Aunque el problema siga con la misma hondura: el independentismo ha superado el 50%