¡°Hay mucha rabia y un c¨²mulo de problemas¡±
Diez de los manifestantes de Barcelona y Valencia explican por qu¨¦ participaron en las protestas de esta semana tras la detenci¨®n de Has¨¦l
La entrada en prisi¨®n de Pablo Has¨¦l por una condena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo ha sido el detonante de las numerosas protestas que esta semana han tenido lugar en Barcelona, Valencia, Madrid y otras ciudades espa?olas, y que han acabado con violentos enfrentamientos con la polic¨ªa. Pero el estallido de las manifestaciones, protago...
La entrada en prisi¨®n de Pablo Has¨¦l por una condena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo ha sido el detonante de las numerosas protestas que esta semana han tenido lugar en Barcelona, Valencia, Madrid y otras ciudades espa?olas, y que han acabado con violentos enfrentamientos con la polic¨ªa. Pero el estallido de las manifestaciones, protagonizadas sobre todo por gente joven, revela tambi¨¦n un malestar de fondo y un hartazgo que van m¨¢s all¨¢ de la detenci¨®n del rapero, de la defensa de la libertad de expresi¨®n y del influjo que puedan ejercer los grupos m¨¢s radicales, seg¨²n algunos manifestantes. ¡°Hay mucha rabia acumulada¡±, explica uno de los diez consultados por este diario en Barcelona, epicentro de los altercados, y en Valencia, donde ha habido ocho detenidos. La mayor¨ªa de los j¨®venes procede de colectivos y formaciones de ideolog¨ªa nacionalista, independentista, anarquista, antifascista y de un amplio espectro de la izquierda.
¡°Hay mucha rabia y un c¨²mulo de injusticias y problemas que sufrimos m¨¢s los j¨®venes, pero que se extienden al resto de la sociedad. No podemos acceder al mercado laboral o tenemos trabajos muy precarios, aunque tampoco creo que lo tenga m¨¢s f¨¢cil una persona de 50 a?os, por ejemplo¡±, apunta Alex Cant¨®n, 24 a?os, graduado en Ciencias Pol¨ªticas, m¨¢ster en Cooperaci¨®n, que se gana la vida como repartidor de Just Eat. ?l ha participado en las dos concentraciones en Valencia, junto a Babacar Diagne y Juan Antonio Garc¨ªa Ruiz, su compa?ero de estudios.
¡°Yo tengo 27 a?os y ninguna perspectiva de poder marcharme de casa y de tener un proyecto vital. He trabajado de camarero, en una tienda de ropa e incluso he tenido un contrato solo por un d¨ªa. Hay mucho hartazgo y no solo por el a?o de pandemia, que tambi¨¦n, y afecta a todos¡±, se?ala Juan Antonio, junto a un centenar de j¨®venes que esperaban el pasado viernes la salida de los detenidos en la manifestaci¨®n del jueves en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Ambos militan en las juventudes de Iniciativa del Poble Valenci¨¤, el partido de la vicepresidenta valenciana, M¨®nica Oltra, integrado en Comprom¨ªs, que ha denunciado p¨²blicamente las cargas policiales por considerarlas desproporcionadas.
¡°Venimos a la protesta, pero Has¨¦l es una excusa m¨¢s. Protestamos por los desahucios, por la gente indefensa y sin amparo, por los a?os de represi¨®n que llevamos ya encima. La encarcelaci¨®n solo ha sido la gota que ha colmado el vaso¡±, denuncia Laura, de 40 a?os, poco antes de la protesta del viernes en Barcelona. Ella se dedica al mundo de la comunicaci¨®n de empresas. Rub¨¦n, de 36, al campo de la tecnolog¨ªa. No quiere dar m¨¢s detalles: ¡°Es el caldo de cultivo en el que vivimos y m¨¢s con la pandemia. La gente ha perdido el trabajo, durante meses nadie ha podido manifestarse y expresar que esto no funciona y va y sale un chico y canta algo que encima es verdad y lo encarcelan¡±, opina Rub¨¦n.
En Barcelona, muchos manifestantes declinan hablar con EL PA?S. Las protestas independentistas tienen sus propios medios. Y ha calado hondo un cierto reparo frente a los medios de ¨¢mbito estatal que, manifestaci¨®n tras manifestaci¨®n, son v¨ªctimas de una proclama repetida por un coro que suele rodear a quien, por ejemplo, entra a hacer un directo: ¡°Prensa espa?ola manipuladora¡±. De los que hablan, casi ninguno da su apellido. Todos justifican esta b¨²squeda del anonimato en el ¡°miedo¡± a que los Mossos les relacionen con los altercados, los destrozos en cajeros y comercios y la quema de contenedores y mobiliario de la capital catalana. Ha habido numerosos heridos y detenidos. Anoche continuaban las protestas en Barcelona
Anthony Corey S¨¤nchez es un estudiante de Historia nacido en Honduras hace 23 a?os, pero que ha vivido gran parte de su vida en Sabadell. Se enorgullece de haber ocupado en las pasadas elecciones el puesto n¨²mero 63 de la lista de JxCAT por Barcelona. ¡°Hay presos pol¨ªticos encarcelados, activistas, raperos... En cambio, nadie dice nada de los exmilitares que dijeron en un chat de WhatsApp que quieren fusilar a millones de personas [el Ministerio de Defensa ha llevado el caso a la fiscal¨ªa] o las barbaridades que dicen periodistas como Federico Jim¨¦nez Losantos cada d¨ªa¡±, lamenta S¨¤nchez.
Entre dos crisis
¡°Estem fartes¡± (estamos hartas) era la pancarta de la concentraci¨®n del martes en Valencia. Estaba convocada por Arran, entre otros. N¨²ria Mart¨ª, historiadora de 25 a?os, trabaja de camarera y es la portavoz nacional de esta ¡°organizaci¨®n juvenil de la izquierda independentista de los Pa¨ªses Catalanes¡±. ¡°Los j¨®venes nacidos despu¨¦s de los noventa, entre la crisis de 2008 y la pandemia tenemos trabajos precarios, si los tenemos; convivimos con desahucios de vecinos y nuestra realidad no tiene nada que ver con la promesa del Estado de bienestar de que si te esfuerzas llegas a donde quieres, la falacia de la meritocracia¡±, apunta. ¡°No tenemos futuro y tienen la desfachatez de pedirnos que seamos pac¨ªficos y no tiremos contenedores¡±, agrega.
¡°Yo prefiero no decirte mi nombre porque soy uno de los nueve de Lledoners¡±, confiesa un joven de 28 a?os, en Barcelona. A los nueve se les acusa de colocar objetos en la carretera para evitar el traslado de los independentistas encarcelados desde la prisi¨®n de Lledoners, cercana a Manresa, hasta Madrid para asistir al juicio del proc¨¦s. La fiscal¨ªa pide penas de hasta siete a?os de prisi¨®n para ellos. ¡°La detenci¨®n de Has¨¦l es solo algo m¨¢s. Estamos aqu¨ª cada noche por dignidad. Es la falta de democracia en la que vivimos. No puede ser que los partidos pol¨ªticos se pasen por el forro la voluntad del pueblo¡±, lamenta.
Oriol es de Cornell¨¤, tiene 24 a?os y estudia Historia. ¡°De nada nos servir¨¢ la independencia si creamos una rep¨²blica que replique la falta de democracia en la que vivimos¡±, advierte. Sus compa?eros Edu y Marc asienten. Creen que la presi¨®n de los partidos no es suficiente. ¡°Solo se conquistan los cambios sociales con la lucha en las calles. Ya hemos hecho demasiadas manifestaciones tranquilas. La historia nos demuestra que los cambios no se consiguen solos¡±, explica Edu.
Los dos graduados en Ciencias Pol¨ªticas modulan su discurso pero apuntan en una direcci¨®n no muy distinta. ¡°Una violencia proporcionada tras una persecuci¨®n policial se justifica si has de protegerte. No justificamos actos violentos contra personas o comercios locales, pero si te atacan, tienes que defenderte¡±, sostiene Juan Antonio. Consideran que la democracia espa?ola es representativa y tiene muchas deficiencias en la justicia, por ejemplo, o en el poder de las ¨¦lites. ¡°No tendr¨ªa que haber ning¨²n problema en hablar de ellas para superarlas¡±, apostilla ?lex. ¡°La crispaci¨®n medi¨¢tica, el individualismo, la desigualdad y el conformismo¡± contribuyen a la situaci¨®n, coinciden, al tiempo que critican a los que logran un trabajo muy precario y se conforman, sin defender sus derechos y, por tanto, los de los dem¨¢s.
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