Antecedentes de una ruptura
Las p¨¦simas relaciones entre los dos partidos y las denuncias de corrupci¨®n abonaron el camino que llev¨® a la moci¨®n de Cs contra el PP en Murcia
Para entender por qu¨¦ Ciudadanos decidi¨® plantarse ante el PP en Murcia con una moci¨®n de censura pactada con el PSOE hay que remontarse a la noche de las elecciones auton¨®micas del 26 de mayo de 2019. En el hotel en el que Ciudadanos sigui¨® el recuento, el esca?o n¨²mero 17 del PSOE se celebr¨® como el gol de Espa?a que vali¨® un Mundial, recuerda Juan Jos¨¦ Molina, uno de los seis diputados de Cs. ...
Para entender por qu¨¦ Ciudadanos decidi¨® plantarse ante el PP en Murcia con una moci¨®n de censura pactada con el PSOE hay que remontarse a la noche de las elecciones auton¨®micas del 26 de mayo de 2019. En el hotel en el que Ciudadanos sigui¨® el recuento, el esca?o n¨²mero 17 del PSOE se celebr¨® como el gol de Espa?a que vali¨® un Mundial, recuerda Juan Jos¨¦ Molina, uno de los seis diputados de Cs. Sumaban mayor¨ªa absoluta (23 esca?os) con los socialistas e iban a echar al PP del poder en Murcia tras 24 a?os. Estaban exultantes. Pero el todopoderoso l¨ªder del partido ten¨ªa otros planes. Albert Rivera estaba entonces surfeando sobre unas encuestas que lo encumbraban por encima de los populares. Dejar Murcia en manos del PP era un mal menor si en el horizonte estaba La Moncloa.
Cs alcanz¨® un pacto con el PP, negociado directamente entre el murciano Teodoro Garc¨ªa Egea (PP) y la mano derecha de Rivera, Fran Herv¨ªas. El desconcierto entre el PSOE fue total. ¡°Desde la primera reuni¨®n formal con Cs percibimos que era un parip¨¦ y que estaban negociando con el PP¡±, recuerda el secretario regional del PSOE en Murcia, Diego Conesa, que la noche electoral se ve¨ªa presidente.
Los diputados de la Asamblea de Murcia y los concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de la capital sellaron coaliciones en las que no cre¨ªan y varios de ellos reconocen haberse sentido completamente arrinconados estos dos a?os: ¡°Nos consideraban unos inquilinos, unos amateur¡±, dice Molina. Hasta que dijeron basta esta semana con una moci¨®n de censura y entre acusaciones de corrupci¨®n al Partido Popular. Ana Mart¨ªnez Vidal, la coordinadora de Cs Murcia, tambi¨¦n se vio presidenta. Solo le dur¨® 48 horas. El viernes el PP anunci¨® un pacto con tres tr¨¢nsfugas de Cs (la mitad de todo el grupo parlamentario).
Estas son algunas de las claves que llevaron a Cs a jug¨¢rselo todo en Murcia a pesar de no tener atado el resultado, como se demostr¨® dos d¨ªas despu¨¦s.
La vacunaci¨®n irregular. ¡°En una ciudad donde el obispo se cuela y se vacuna se deber¨ªa armar mucho m¨¢s, pero aqu¨ª mientras haya flores en los jardines y procesiones de Semana Santa, todo est¨¢ tranquilo¡±, opina la profesora universitaria Mar¨ªa Carmen S¨¢nchez Rojas. En medio de un goteo de casos de cargos p¨²blicos que se hab¨ªan saltado el protocolo de vacunaci¨®n en toda Espa?a, destac¨® la Regi¨®n de Murcia.
M¨¢s de 400 funcionarios y altos cargos de la Consejer¨ªa de Salud se vacunaron de forma irregular, un esc¨¢ndalo que acabo con la dimisi¨®n del consejero de Salud, forzada por Ciudadanos. Ana Mart¨ªnez Vidal sostiene que se desconoce todav¨ªa ¡°el alcance real¡± de las vacunaciones fraudulentas y anticipa que ser¨¢n muchas m¨¢s. ¡°Ese ha sido uno de los motivos fundamentales por los que decidimos presentar la moci¨®n de censura¡±, sostiene la coordinadora de Cs, que de haber conseguido la presidencia a trav¨¦s de la moci¨®n de censura hab¨ªa prometido llegar hasta el final del caso.
Desplantes permanentes. El malestar se ven¨ªa fraguando desde hac¨ªa tiempo. Los desplantes eran constantes. La toma de posesi¨®n de un consejero de Ciudadanos se lleg¨® a hacer en un pasillo y un simple papel con celo anunci¨® durante todo el tiempo que dur¨® el Gobierno que tras esa puerta se escond¨ªa la portavoc¨ªa del Ejecutivo, en manos de Mart¨ªnez (Cs). Las vacunaciones embarcaron a los diputados de Ciudadanos en un goteo de informaciones, que a¨²n dura, sobre nuevas personas vacunadas de forma irregular. O se desmarcaban o ser¨ªan ¡°c¨®mplices¡±, sostienen.
Choque frontal en el Ayuntamiento. Pero la puntilla a una relaci¨®n dif¨ªcil entre los socios lleg¨® desde la capital. Mario G¨®mez ya hab¨ªa sido un concejal de la oposici¨®n inc¨®modo. Obsesionado con la cantidad de contratos menores (de menos de 5.000 euros y objeto de menos supervisi¨®n) que se hac¨ªan en el Ayuntamiento de la capital, cuando entr¨® en el gobierno de la ciudad, adem¨¢s de teniente de alcalde, asumi¨® las competencias para vigilar y controlar las contrataciones. Enseguida se dio cuenta, dice, de que hab¨ªa muchos m¨¢s contratos menores de los necesarios y empez¨® a estudiarlos con dedicaci¨®n.
Descubri¨®, seg¨²n su versi¨®n, que el servicio de mantenimiento de las motos de la Polic¨ªa Municipal siempre se adjudicaba a las tres mismas empresas. ¡°Comprob¨¦ que el Ayuntamiento ingresaba siempre el pago de todas las facturas al mismo n¨²mero de cuenta¡±, explica a EL PA?S. Dice que era un mismo taller que presentaba tres presupuestos a nombre de un padre, una madre y una hija. Eso pasaba con otros contratos: empresas que resultaban ser la misma, adjudicaciones a dedo o grandes obras troceadas en numerosas facturas para escapar a su control.
G¨®mez dice que habl¨® con el alcalde y pidi¨® un cambio de su director de servicios generales y una auditoria, sin ¨¦xito. Le acusaron, a trav¨¦s de una nota de prensa, de tener paralizado todo el mantenimiento del Ayuntamiento. Empez¨® a sentirse acosado.
Una ma?ana, al salir de su casa para llevar a su hija al colegio, vio una pintada dirigida a ¨¦l. Se fue a poner una denuncia a la Polic¨ªa Nacional. G¨®mez cont¨® que llevaba unos meses auditando los contratos municipales y que eso pod¨ªa haber molestado a alguien. La Unidad de Delitos Econ¨®micos y Fiscales de la Polic¨ªa (UDEF) se puso en contacto con ¨¦l y le pidi¨® pruebas. G¨®mez entreg¨® m¨¢s de tres gigabytes de documentaci¨®n, que se est¨¢n investigando. Era el mes de octubre de 2020.
El caso no sali¨® a la luz hasta hace una semana. El PP present¨® una querella criminal contra el teniente de alcalde por revelaci¨®n de secretos. ¡°Es un delito grave la infidelidad en la custodia de los documentos p¨²blicos¡±, sostienen fuentes municipales, que responden que no hay ning¨²n proceso judicial abierto contra el consistorio ni hay ning¨²n imputado. ¡°Los contratos menores de los que habla no son delito¡±, inciden. G¨®mez se defiende: ¡°Es surrealista¡±.
La situaci¨®n se hizo insostenible. La coordinadora regional de Ciudadanos-Murcia, Ana Mart¨ªnez Vidal, apremi¨® a la direcci¨®n nacional de Madrid para actuar ya. Una semana despu¨¦s se presentaba la moci¨®n de censura. Lo que pas¨® despu¨¦s, ya es historia.
La supuesta red clientelar
En Murcia son muchos los que hablan de la red clientelar del PP aunque con la media sonrisa que indica que se trata de algo prohibido. Del Ayuntamiento de Murcia dependen 53 pedan¨ªas, algunas con hasta 25.000 personas. Estas pedan¨ªas, cuyo voto en urna va al Ayuntamiento de la capital, cuentan con unas juntas municipales que escogen a su propio alcalde ped¨¢neo. Su importancia es m¨¢xima.
¡°El Ayuntamiento de Murcia es m¨¢s importante que el Gobierno regional para las redes clientelares. Cada una de esas pedan¨ªas es una red clientelar en s¨ª misma. Son el principal motor de votos a cambio de empleo¡±, sostiene el profesor de la Universidad de Murcia Fernando Jim¨¦nez. Las empresas concesionarias para gestionar servicios municipales, como pueden ser la limpieza o la recaudaci¨®n de impuestos, contin¨²a Jim¨¦nez, sirven como puerta de empleo en las pedan¨ªas. ¡°Una persona empleada, 20 votos¡±, razona.
En la pasada legislatura, una grabaci¨®n hecha p¨²blica por el diario La Opini¨®n puso voz a esa denuncia velada. El concejal de Fomento murciano tuvo que dimitir por una frase que ha quedado ya para la posteridad: ¡°Que no se le olvide a la gente que trabaja en las concesionarias, que no se le olvide que le hemos conseguido un trabajo¡±.
El abogado laboralista y exconcejal de IU en el Ayuntamiento Joaqu¨ªn Dolera afirma que desde que en 1995 el PP lleg¨® al poder empez¨® a tejer su red desde las pe?as huertanas a las cofrad¨ªas de Semana Santa, los clubes de la tercera edad o las asociaciones de amas de casa. Los populares niegan estas acusaciones.