El rechazo ultra a la ¡°formaci¨®n afectivo-sexual¡±
Vox quiere que los padres puedan vetar actividades docentes que impliquen la ense?anza de valores ¨¦ticos
Quien mejor puede aclarar qu¨¦ significa lo que Vox llama pin parental es el que acu?¨® el t¨¦rmino. En su programa pol¨ªtico vigente (100 propuestas para Espa?a), el partido ultra lo define como la necesidad de que se requiera ¡°autorizaci¨®n expresa de los padres para cualquier actividad [docente] con contenidos de valores ¨¦ticos, sociales, c¨ªvicos, morales o sexuales¡±. Es decir, no se trata solo de poder vetar alg¨²n taller o charla sino de cualquier actividad educativa, sea reglada, complementaria o extrae...
Quien mejor puede aclarar qu¨¦ significa lo que Vox llama pin parental es el que acu?¨® el t¨¦rmino. En su programa pol¨ªtico vigente (100 propuestas para Espa?a), el partido ultra lo define como la necesidad de que se requiera ¡°autorizaci¨®n expresa de los padres para cualquier actividad [docente] con contenidos de valores ¨¦ticos, sociales, c¨ªvicos, morales o sexuales¡±. Es decir, no se trata solo de poder vetar alg¨²n taller o charla sino de cualquier actividad educativa, sea reglada, complementaria o extraescolar, que implique formaci¨®n en valores ¨¦ticos.
El origen de esta reivindicaci¨®n, seg¨²n varios profesores consultados por EL PA?S, est¨¢ en el descontento de colectivos como el Foro de la Familia ¡ªuna organizaci¨®n ultraconservadora¡ª por la participaci¨®n de asociaciones LGTBI externas a los centros educativos en actividades sobre diversidad afectivo-sexual. ¡°Estos talleres se organizan en comunidades como la madrile?a desde hace a?os y es la forma de dar voz a personas de diferente orientaci¨®n sexual, para que no todo quede sobre un papel¡±, explica Bel¨¦n de la Rosa, secretaria de igualdad del sindicato CC OO.
El problema para Vox es que la formaci¨®n afectivo-sexual y en materia de violencia de g¨¦nero ya no es un aspecto marginal de la educaci¨®n, sino una parte troncal de la misma, tras la aprobaci¨®n de la Lomloe, la ley que modifica la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n. En las enmiendas que present¨® al proyecto de ley en el Congreso, Vox propuso suprimir, entre los objetivos del sistema educativo, ¡°el respeto a la diversidad afectivo-sexual y familiar, el fomento de la igualdad efectiva de mujeres y hombres, a trav¨¦s de la consideraci¨®n del r¨¦gimen de la coeducaci¨®n de ni?os y ni?as, la educaci¨®n afectivo-sexual, adaptada al nivel madurativo, y la prevenci¨®n de la violencia de g¨¦nero, as¨ª como el fomento del esp¨ªritu cr¨ªtico y la ciudadan¨ªa activa¡±.
Para el partido ultra, la ¡°educaci¨®n afectivo-sexual no puede ser establecida a priori por las autoridades educativas sin que exista la posibilidad de que los padres determinen, en funci¨®n de sus propios valores morales, su orientaci¨®n y fundamentos¡±; mientras que la apuesta por la coeducaci¨®n es una ¡°intormisi¨®n inaceptable¡± en la autonom¨ªa de los centros y en la libertad de las familias para elegir la educaci¨®n segregada por sexos.
Adem¨¢s, el partido ultra se opone a la asignatura Educaci¨®n en valores c¨ªvicos y constitucionales, porque ¡°el Estado no puede perseguir una finalidad adoctrinadora en contra de las convicciones filos¨®ficas y religiosas de los padres¡±. Eso no quiere decir que rechace que se imparta doctrina en la escuela, ya que propone la ense?anza de la religi¨®n, como asignatura evaluable y curricular en todos los ciclos del sistema educativo, aunque con car¨¢cter voluntario y una asignatura alternativa. Igualmente, quiere incluir en el programa educativo, ¡°la formaci¨®n en las tradiciones¡±, ¡°el respeto a los valores religiosos y culturales¡± propios de Espa?a o la capacidad de ¡°ver la vida en un contexto m¨¢s amplio, significativo y trascendente¡±, una alusi¨®n impl¨ªcita a la espiritualidad, sin contemplar ning¨²n pin para los padres que no est¨¦n de acuerdo con estas concepciones.
Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Complutense y experto en educaci¨®n, considera que la escuela debe transmitir los valores c¨ªvicos y ¨¦ticos asumidos por el conjunto de la sociedad y reflejados en las leyes. ¡°No puede haber opting out [posibilidad de autoexcluirse] en materias obligatorias¡±, subraya. Lo que s¨ª debe existir, agrega, es ¡°m¨¢xima transparencia en las actividades de los centros docentes, que han de ser muy cuidadosos para no traspasar una frontera que es difusa y delicada¡±. En su opini¨®n, ¡°es compatible la ense?anza obligatoria de los valores consensuados por el conjunto de la sociedad con las actividades religiosas, siempre voluntarias y dentro de la ley, de aquellas confesiones que tengan un peso significativo en la comunidad escolar¡±.
Por su parte, Jaume Carbonell, del consejo editorial de El Diario de la Educaci¨®n, subraya que la formaci¨®n sexual, la educaci¨®n para la salud o el respeto a la diversidad sexual son materias transversales, que forman parte integral de la ense?anza y no como mero accesorio. ¡°La educaci¨®n no consiste solo en la transmisi¨®n de conocimientos, sino tambi¨¦n en la formaci¨®n en valores, los principios democr¨¢ticos o los derechos humanos, y eso no tiene nada que ver con el adoctrinamiento. Es justo lo contrario. Todas las organizaciones internacionales que se ocupan de la educaci¨®n, empezando por la Unesco, as¨ª lo reconocen¡± alega.
Respecto a la educaci¨®n sexual, recuerda que la informaci¨®n est¨¢ al alcance de ni?os y adolescentes y que ¡°la obligaci¨®n de la escuela es educarlos, desmentir los bulos, denunciar los abusos. La educaci¨®n no puede dimitir de esa obligaci¨®n. Ser¨ªa irresponsable. ?Quieren que se eduquen en las redes sociales?¡±