La paliza mortal que apag¨® la voz de Issam Haddour
Seis j¨®venes matan a golpes en Logro?o a un repartidor de comida que no quiso darles un cigarro
Eran las 23.33 del pasado martes, 6 de abril. En una c¨¦ntrica y des¨¦rtica calle de Logro?o, una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de La Rioja dio el alto a un grupo de seis j¨®venes ¡ªcuatro chicos veintea?eros y dos hermanas de 14 y 16 a?os¡ª por incumplir el toque de queda impuesto por la pandemia. Les identificaron ¡ªtodos espa?oles, salvo un colombiano¡ª y les ordenaron que regresaran a sus casas de inmediato. En ese momento, los agentes no se fijaron en los restos de sangre que hab¨ªa en las zapatillas de varios de el...
Eran las 23.33 del pasado martes, 6 de abril. En una c¨¦ntrica y des¨¦rtica calle de Logro?o, una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de La Rioja dio el alto a un grupo de seis j¨®venes ¡ªcuatro chicos veintea?eros y dos hermanas de 14 y 16 a?os¡ª por incumplir el toque de queda impuesto por la pandemia. Les identificaron ¡ªtodos espa?oles, salvo un colombiano¡ª y les ordenaron que regresaran a sus casas de inmediato. En ese momento, los agentes no se fijaron en los restos de sangre que hab¨ªa en las zapatillas de varios de ellos. Acababan de matar a patadas y golpes, a escasos metros de all¨ª ¡ªseg¨²n sus posteriores declaraciones¡ª, a Issam Haddour, un marroqu¨ª de 34 a?os. Haddour, residente en el pueblo alav¨¦s de Oy¨®n, a solo cinco kil¨®metros de la capital riojana, sol¨ªa llegar hasta Logro?o en su bicicleta, ya que trabajaba con ella como repartidor en el Burger King de la Gran V¨ªa de la ciudad.
Confiados en que el toque de queda reduc¨ªa la posibilidad de testigos de su brutal agresi¨®n, los j¨®venes olvidaron un detalle: las c¨¢maras de seguridad de la Biblioteca de La Rioja, en la calle Portales, pr¨®xima al lugar de los hechos. Las im¨¢genes registradas muestran c¨®mo los chicos vuelven minutos despu¨¦s de la paliza, tras dejar malherido a Haddour en el suelo, a robarle todo lo que llevaba: la bici, el m¨®vil, algo de dinero, la documentaci¨®n y el chaquet¨®n plumas que se hab¨ªa comprado hac¨ªa tres d¨ªas y que dio nombre a la investigaci¨®n policial. Mientras le despojaban de sus pertenencias, le volvieron a propinar m¨¢s patadas, seg¨²n confesar¨ªan m¨¢s tarde los autores a la polic¨ªa.
Haddour qued¨® inconsciente, tendido en el suelo. As¨ª lo encontr¨® a la ma?ana siguiente un vecino que paseaba a su perro y que avis¨® a la polic¨ªa. Los agentes que le atendieron al llegar al lugar recordaban que, en ese momento, ¡°a¨²n estaba vivo, ten¨ªa toda la cabeza ensangrentada y las manos¡±. Ingres¨® en el hospital San Pedro con graves s¨ªntomas de hipotermia, explica el comisario de La Rioja, Jes¨²s Herranz, y falleci¨® horas m¨¢s tarde ¡°por un hematoma cerebral masivo¡±, seg¨²n la versi¨®n ofrecida por su hermana a este diario. ¡°Pudo haber salvado la vida si alguien le hubiese atendido antes¡±, asegura el comisario.
Mientras Haddour agonizaba, sus presuntos asesinos ¡°siguieron con sus vidas, como si nada¡±, asegura Herranz. Unos se fueron a sus casas, con sus padres; las dos chicas regresaron al centro tutelado en el que viven y otro de ellos incluso trat¨® de robar por el camino una caseta de obra. Entre todos, sumaban en ese momento 13 antecedentes policiales, la mayor¨ªa por delitos contra el patrimonio, lesiones y robo con fuerza e intimidaci¨®n. Ahora a?aden a sus respectivos historiales una acusaci¨®n de asesinato; el titular del Juzgado de instrucci¨®n n¨²mero tres de Logro?o ha enviado a prisi¨®n sin fianza a todos los mayores de edad y a un centro de internamiento de menores en r¨¦gimen cerrado a las dos hermanas.
¡°Violencia gratuita¡±
¡°Fue porque no quiso darles un cigarro¡±, se?ala el comisario Herranz. ¡°Se increparon, uno la emprendi¨® a golpes con ¨¦l y el resto le sigui¨® como una manada envalentonada, unos pegando y otras jaleando¡±, prosigue. ¡°Podr¨ªa haber sido otro, pero el destino quiso que fuese Haddour, que ese d¨ªa ni siquiera hab¨ªa trabajado y ven¨ªa de ver a un amigo. Posiblemente se par¨® en el parque a descansar antes de emprender el regreso a su casa en bicicleta¡±. El polic¨ªa manifiesta la sorpresa de todos los agentes que han llevado el caso por una violencia ¡°tan brutal y gratuita¡± y por la ¡°absoluta falta de empat¨ªa de los autores, pertenecientes la mayor¨ªa a familias sin problemas aparentes¡±.
Fueron los servicios de la Polic¨ªa Cient¨ªfica quienes identificaron a Issam Haddour por su huella dactilar cuando todav¨ªa le quedaba un hilo de vida, en la cama del hospital.
Su hermana le describe por tel¨¦fono desde Oy¨®n: ¡°Le encantaba cantar, ten¨ªa una voz prodigiosa, aterciopelada, tocaba todos los instrumentos: el piano, la guitarra, la darbuka [un tipo de tambor de copa]. Era una alegr¨ªa, siempre sonriendo, todos le quer¨ªan, nunca tuvo problemas con nadie¡±. En la localidad alavesa est¨¢ convocado este s¨¢bado un acto de solidaridad con la familia, a la una de la tarde en la plaza del Ayuntamiento. El Consistorio y el Parlamento riojano han condenado rotundamente hechos tan ¡°execrables¡±.
Dos d¨ªas despu¨¦s de ser identificado Haddour, los agentes de la Polic¨ªa Judicial ya hab¨ªan atado todos los cabos y detuvieron a los seis presuntos autores del crimen. Primero al chico colombiano, de 22 a?os, que luc¨ªa sin escr¨²pulos el abrigo plumas de la v¨ªctima. Despu¨¦s, al resto, uno por uno, casa por casa, en los dos d¨ªas sucesivos. Las dos menores fueron las ¨²ltimas. En los registros de los domicilios encontraron las prendas manchadas de sangre de Haddour que les incriminan.
Issam Haddour ser¨¢ enterrado en Oy¨®n, donde vive y ha trabajado su familia desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. ¡°Le llam¨¢bamos al tel¨¦fono, pero no daba se?al¡±, recuerda la hermana de aquella noche en la que Haddour no regres¨® a su hogar, con sus padres y su otro hermano peque?o. ¡°Pensamos que, como otras veces, se habr¨ªa quedado en casa de alg¨²n amigo. ?C¨®mo ¨ªbamos a imaginar algo as¨ª?¡±.