Waterloo secunda el preacuerdo entre ERC y Junts
El entorno independentista de B¨¦lgica cree que el pacto respeta el liderazgo del Consejo por la Rep¨²blica
Waterloo secunda el preacuerdo de gobierno en Catalu?a entre ERC y Junts per Catalunya anunciado este lunes, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico. Desde esta localidad en el sur de Bruselas, donde se encuentra la llamada Casa de la Rep¨²blica, hogar del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, creen que con el pacto se ha logrado un buen equilibrio entre la prioridad estrat¨¦gica de Esquerra, que era la del di¨¢logo con el Gobierno de Madrid, y la de Junts, que era asumir un plan b en paralelo, con el fin de preparar el terreno para una posible confrontaci¨®n con el Estado espa?ol si el d...
Waterloo secunda el preacuerdo de gobierno en Catalu?a entre ERC y Junts per Catalunya anunciado este lunes, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico. Desde esta localidad en el sur de Bruselas, donde se encuentra la llamada Casa de la Rep¨²blica, hogar del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, creen que con el pacto se ha logrado un buen equilibrio entre la prioridad estrat¨¦gica de Esquerra, que era la del di¨¢logo con el Gobierno de Madrid, y la de Junts, que era asumir un plan b en paralelo, con el fin de preparar el terreno para una posible confrontaci¨®n con el Estado espa?ol si el di¨¢logo fracasa. Tambi¨¦n estiman que se ha logrado salvar que la direcci¨®n estrat¨¦gica del independentismo quede en el marco del Consejo por la Rep¨²blica, aunque este organismo deber¨¢ pasar por un proceso de reformulaci¨®n.
El Consejo, un ente ideado por Puigdemont y pr¨®ximo a los independentistas declarados en rebeld¨ªa por la justicia espa?ola y asentados en B¨¦lgica desde 2017, tiene tambi¨¦n su sede en la casa de Waterloo. Tras las elecciones catalanas del 14 de febrero, el encaje de este organismo y su rol en el futuro de Catalu?a se convirti¨® en una de las piezas clave de la negociaci¨®n. Desde B¨¦lgica se quer¨ªa impulsar su liderazgo a largo plazo, con el fin de permitir que funcionara de forma similar a un Gobierno paralelo a las instituciones auton¨®micas, capaz de ir creando estructuras de cara a una futura independencia; pero esta cercan¨ªa al l¨ªder de Junts y a su entorno es justo lo que hac¨ªa recelar a los republicanos.
El preacuerdo de este lunes establece que el Consejo se tendr¨¢ que reformular para dar cabida a las cinco voces protagonistas del independentismo: las dos formaciones mayoritarias (ERC y Junts), la CUP, y las organizaciones ?mnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana (ANC). E introduce un matiz terminol¨®gico en cuanto a su liderazgo, para lograr que ambas partes puedan asumir una f¨®rmula intermedia: la direcci¨®n estrat¨¦gica del independentismo no queda ¡°dentro¡± del Consejo sino ¡°en el marco¡± del Consejo. En realidad, como con todo pacto, habr¨¢ que esperar, primero a ver los t¨¦rminos exactos de lo suscrito (el texto a¨²n no es p¨²blico) y tambi¨¦n aguardar a ver c¨®mo se traslada la palabra escrita a la realidad.
El preacuerdo tambi¨¦n establece que, mientras se reforma el Consejo, este liderazgo estrat¨¦gico ser¨¢ asumido durante un per¨ªodo transitorio por las citadas cinco voces del independentismo. Algo que desde Waterloo entienden que ser¨¢ un tiempo corto, aunque temen que algunas fuerzas podr¨ªan tratar de aprovechar ese lapso para convertirlo en permanente.
En el entorno de B¨¦lgica se niegan a asumir que a trav¨¦s del pacto se haya arrinconado al Consejo; al contrario, creen que se ha respetado la propuesta que lanz¨® en marzo este organismo, presidido por Puigdemont, pero capitaneado de facto por su vicepresidente, el exconsejero Antoni Com¨ªn, tambi¨¦n en rebeld¨ªa en B¨¦lgica: reformularse para abrirse a la pluralidad del independentismo, pero con el fin de que la direcci¨®n estrat¨¦gica siga estando dentro del Consejo.
Este organismo, inspirado en los Gobiernos en el exilio de la Generalitat tras la Guerra Civil, aunque t¨¦cnicamente no es m¨¢s que una p¨¢gina web, cuenta ya con cerca de 100.000 personas inscritas. Desde abril incluso reparte documentos que acreditan una ¡°identidad digital republicana¡±. No se trata de una asociaci¨®n ni una fundaci¨®n, aunque se encuentra vinculada a dos entidades asociativas sin ¨¢nimo de lucro inscritas en B¨¦lgica: CatGlobal y CatCip (Catalu?a Cultura i Progr¨¦s). A trav¨¦s de ellas se gestiona un presupuesto que rondar¨ªa el mill¨®n de euros, ya que cada nuevo inscrito ha de pagar un m¨ªnimo de 10 euros.
En el pa¨ªs que acoge las instituciones europeas el silencio ha sido la t¨®nica oficial tras el anuncio del preacuerdo. Ni Puigdemont ni Com¨ªn han comentado p¨²blicamente el pacto. Ni siquiera las cuentas de Twitter de los ahora eurodiputados, en la que habitualmente dejan sus mensajes pol¨ªticos, de forma profusa y exhaustiva, han reflejado una postura concreta. Fuentes pr¨®ximas a ANC aseguran que las distintas fuerzas han acordado no expresar su opini¨®n sobre el acuerdo de momento.
En Waterloo celebran que Esquerra finalmente haya levantado las dos l¨ªneas rojas con las que se sentaron a negociar: la del rol del Consejo y la de su Gobierno en solitario. Y aseveran que el reparto de carteras que ha trascendido era tambi¨¦n el esperado: muy similar al del anterior Gobierno presidido por Junts, pero a la inversa. Desde el entorno independentista de B¨¦lgica creen que el viento sigue soplando a favor para su causa: ERC y Junts pueden tener estrategias distintas, pero el pacto refleja que ambas son compatibles.