El tiroteo en una pedida de mano que pudo acabar en una masacre
Varios testigos protegidos declararon en el juicio que ha llevado al l¨ªmite el enfrentamiento entre dos clanes de etnia gitana en Pontevedra
La ceremonia de pedida de mano de una novia de etnia gitana que reuni¨® a m¨¢s de un centenar de invitados en el polideportivo municipal de O Porri?o (Pontevedra), el 19 de mayo de 2019, fue irrumpida de madrugada por la detonaci¨®n de hasta 15 proyectiles que alcanzaron a dos comensales, uno de ellos era una chica menor de edad.
En pie, empu?ando una pistola, estaba Juan Paulo Gim¨¦nez, que dispar¨® las r¨¢fagas al techo hasta que se qu...
La ceremonia de pedida de mano de una novia de etnia gitana que reuni¨® a m¨¢s de un centenar de invitados en el polideportivo municipal de O Porri?o (Pontevedra), el 19 de mayo de 2019, fue irrumpida de madrugada por la detonaci¨®n de hasta 15 proyectiles que alcanzaron a dos comensales, uno de ellos era una chica menor de edad.
En pie, empu?ando una pistola, estaba Juan Paulo Gim¨¦nez, que dispar¨® las r¨¢fagas al techo hasta que se qued¨® sin munici¨®n, seg¨²n testigos presenciales. Luego, huy¨® en un coche con su c¨®mplice, Rafael G¨®mez. Como consecuencia de los disparos indiscriminados se produjo un apag¨®n en una parte de las instalaciones y revent¨® una tuber¨ªa de agua, provocando el caos entre los asistentes.
La gravedad del incidente y las lesiones que los proyectiles causaron a las dos v¨ªctimas fueron juzgados este viernes en una vista de m¨¢xima tensi¨®n y control policial. En el banquillo se sentaron ambos acusados, miembros del clan de los Morones, que fueron reconocidos por varios asistentes a la fiesta que por temor a represalias declararon como testigos protegidos de la Fiscal¨ªa de Pontevedra. Todos ellos integran otro grupo de etnia gitana conocidos como los Zamoranos.
Ambos grupos llevan enfrentados m¨¢s de una d¨¦cada y envueltos en procesos judiciales por el control que los Morones pretenden ejercer entre los vendedores ambulantes de los mercadillos. La irrupci¨®n de Juan Paulo Gim¨¦nez, pistola en mano, para reventar la fiesta de los Zamoranos, puso el l¨ªmite el nivel de enfrentamiento de ambos grupos de cara a los juicios que la familia del principal acusado tiene pendiente por amenazas y extorsi¨®n.
Juan Paulo, con antecedentes policiales, declar¨® esposado y neg¨® con rotundidad que fuese el autor de los disparos, y asegur¨® que estaba viviendo en Sevilla por aquellas fechas. El fiscal solicita para ¨¦l y su c¨®mplice una condena de 9 a?os de prisi¨®n y el pago de indemnizaciones que pueden alcanzar los 100.000 euros.
El acusado, hermano mayor del autoproclamado ¡°rey de los gitanos Morones¡±, aport¨® como prueba varias facturas de hoteles y restaurantes, y dijo que nunca hab¨ªa disparado un arma: ¡°Me encantan las armas y las diferencio, pero nunca dispar¨¦, que yo recuerde¡±, incidi¨®.
Tambi¨¦n asegur¨® que desconoc¨ªa que hubiera estado en b¨²squeda y captura internacional hasta que fue detenido, 17 meses despu¨¦s de los hechos y, entonces, arremeti¨® contra el grupo de los Zamoranos para culparles de su imputaci¨®n en este juicio. ¡°Yo no estaba en Galicia, pero estos se?ores con tan malignos que manipularon mis problemas personales y familiares y me acusan de lo que pas¨® en esa fiesta¡±, dijo el primog¨¦nito de los Morones.
La magistrada que dictar¨¢ sentencia llam¨® al orden tanto al acusado como a su abogado por cuestionar la credibilidad de los denunciantes, y advirti¨® a Juan Paulo que si no se callaba lo enviar¨ªa al calabozo. Al final este y su hermano Sina¨ª, que declar¨® como testigo, fueron expulsados de la sala. ¡°Es un hecho notorio que los Zamoranos y los Morones no tienen buena relaci¨®n¡±, apunt¨® la jueza para rechazar varias preguntas de la defensa al interrogar a los testigos protegidos. ¡°Pero no pueden convertir esta vista en un circo¡±, a?adi¨®.
El otro acusado, Rafael G¨®mez tambi¨¦n ha negado su participaci¨®n en el tiroteo: ¡°Me enter¨¦ de todo al d¨ªa siguiente porque lo sab¨ªa todo el barrio¡±, declar¨®. Explic¨® que conoce al clan que celebraba la fiesta porque ¡°esa gente casi nos mata en Cangas¡± y, aunque ha negado que Juan Paulo le ofreciera dinero para asumir ¨¦l las culpas del tiroteo, ha reconocido que los Morones llegaron a agredir a su madre.
El abogado de Juan Paulo trat¨® de desmontar las pruebas de la acusaci¨®n y pidi¨® la nulidad del juicio porque no constaban los informes de bal¨ªstica. Seg¨²n el letrado, ¡°hubo respuesta armada¡± en la pedida de mano y a los disparos iniciales le siguieron otros de distintas personas que solo puede acreditar los expertos¡±, apunt¨®.
¡°Los Zamoranos act¨²an como una facci¨®n violenta que mantiene un enfrentamiento casi de guerra con la familia de Juan Paulo¡±, denunci¨® el abogado del principal acusado por lo que tambi¨¦n pidi¨® la protecci¨®n para varios testigos de la defensa e intent¨® que el tribunal admitiera declaraciones realizadas ante notario.
La magistrada ha rechazado las pretensiones de la defensa al entender que ¡°no est¨¢ acreditado el supuesto peligro al que se enfrentan estos testigos y que las actas notariales no son v¨¢lidas para condenar o absolver a nadie¡± si esas declaraciones no se realizan en sede judicial. El juicio ha quedado visto para sentencia.