La paradoja de Euskadi: menos independentismo, m¨¢s nacionalismo
Nunca antes tantos vascos hab¨ªan rechazado separarse de Espa?a, mientras el apoyo al PNV y EH Bildu bate r¨¦cords. Las paradojas de una sociedad que pierde el miedo y empieza a hablar
?Est¨¢ usted de acuerdo o en desacuerdo con la independencia? Desde 1998, los encuestadores del Soci¨®metro vasco han repetido la misma pregunta con una frecuencia de tres veces al a?o, y nunca hasta ahora el rechazo a que Euskadi se separe del resto de Espa?a hab¨ªa llegado hasta el 41%. El dato, seg¨²n los responsables del estudio, es ¡°llamativo y relevante¡± por una serie de circunstancias. La primera es el dato en s¨ª, sobre todo si se tien...
?Est¨¢ usted de acuerdo o en desacuerdo con la independencia? Desde 1998, los encuestadores del Soci¨®metro vasco han repetido la misma pregunta con una frecuencia de tres veces al a?o, y nunca hasta ahora el rechazo a que Euskadi se separe del resto de Espa?a hab¨ªa llegado hasta el 41%. El dato, seg¨²n los responsables del estudio, es ¡°llamativo y relevante¡± por una serie de circunstancias. La primera es el dato en s¨ª, sobre todo si se tiene en cuenta que en el anterior Soci¨®metro ¡ªefectuado justo antes de la pausa obligada por la pandemia¡ª el porcentaje de quienes estaban en desacuerdo con la independencia era del 34%. El segundo aspecto tambi¨¦n llamativo es que entre un 15% y un 16% de los ciudadanos sol¨ªan responder a esa cuesti¨®n con ¡°un no sabe no contesta¡±, pero ahora, que por primera vez la encuesta no ha sido presencial sino telef¨®nica, el porcentaje de los que ocultan su respuesta ha bajado hasta el 6%. La tercera circunstancia es m¨¢s bien una paradoja, y la explica de forma muy gr¨¢fica uno de los soci¨®logos que dirige el estudio:
¡ªEn esta misma encuesta en la que el desacuerdo con la independencia alcanza el nivel hist¨®rico del 41% tambi¨¦n hemos preguntado por la intenci¨®n de voto, y la suma de PNV y EH Bildu, que digamos son los partidos m¨¢s pr¨®ximos a la independencia, suman un 66,7%, incluso algo m¨¢s de lo que obtuvieron en las elecciones al Parlamento vasco celebradas en julio del a?o pasado.
?Por qu¨¦ ocurre esto? ?a qu¨¦ se debe este desacuerdo inusitado con la independencia? ?es una foto fija de lo que piensa la ciudadan¨ªa vasca o puede fluctuar? ?un refer¨¦ndum ser¨ªa la mejor manera de zanjar la cuesti¨®n? ?c¨®mo es posible que un rechazo hist¨®rico de la independencia coincida con un apoyo electoral tambi¨¦n in¨¦dito al PNV y EH Bildu¡? Un grupo de soci¨®logos, expertos y pol¨ªticos de diversas tendencias ¡ªincluido el portavoz del Soci¨®metro¡ª responden a esa pregunta y a algunas de sus derivadas. A modo de adelanto, Eneko Goia, alcalde de San Sebasti¨¢n desde 2015, responde a la gran pregunta que envuelve a todas las anteriores: ?Qu¨¦ ha cambiado en Euskadi desde que ETA anunci¨® en 2011 el cese definitivo de su actividad armada? ¡°Las cosas han cambiado mucho en estos 10 a?os¡±, explica el alcalde, ¡°me lo dicen muchos de los que vienen a Donosti: ?esto no tiene nada que ver! Y yo les digo: ¡®Es que ten¨ªamos muchas ganas de vivir tranquilos¡¯. Yo creo que en gran medida se ha perdido el miedo, se siente mucha m¨¢s libertad, las cosas se llevan con m¨¢s naturalidad... y se habla, eso es perder el miedo. No se hablaba de muchas cosas porque se ten¨ªa miedo, y ese miedo, aunque no del todo, ha ido diluy¨¦ndose¡±.
Mar¨ªa Silvestre, doctora en Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa por la Universidad de Deusto y directora del Deustobar¨®metro, explica el desacuerdo con la independencia que refleja el Soci¨®metro: ¡°Las razones pueden ser m¨²ltiples y el resultado puede ser fluctuante; como estamos viendo en Catalu?a, puede haber elementos que de repente disparen una opci¨®n u otra. En primer lugar, hay que tener en cuenta la historia reciente de Euskadi, con todo el sufrimiento causado por el terrorismo y lo que est¨¢ costando sanar heridas y reconstruir la convivencia. De hecho, en nuestro Deustobar¨®metro tambi¨¦n nos sale que hay todav¨ªa un porcentaje importante de la poblaci¨®n que no se siente libre para hablar de cuestiones pol¨ªticas en todos los ¨¢mbitos. Otro aspecto es la estabilidad pol¨ªtica, con un PNV bastante centrado, coaligado con el Partido Socialista de Euskadi, y un lehendakari [I?igo Urkullu] muy bien valorado. Esto ha generado que el debate pol¨ªtico no est¨¦ tan polarizado como pueda estar en Espa?a. El tercer tema es Catalu?a. No digo que no haya empat¨ªa, pero ya en 2017 preguntamos y obtuvimos una respuesta sumamente racional, nada emocional, de lo que estaba pasando all¨ª. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n vasca era muy consciente de que la v¨ªa unilateral no llevaba a ninguna parte, que eso era un fracaso, que se estaban equivocando. Despu¨¦s de lo vivido aqu¨ª, no se quiere recorrer un camino que no lleva a ninguna parte. Ya tuvimos la experiencia de Lizarra [el pulso al Estado del lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe con el apoyo de la izquierda abertzale], y ahora la sociedad vasca prioriza la estabilidad pol¨ªtica, y est¨¢ mucho m¨¢s preocupada por la covid, el desempleo o las mejoras de las condiciones laborales¡±.
Imanol Zubero, doctor en Sociolog¨ªa y profesor titular de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), advierte del peligro de querer convertir ese 41% de rechazo a la independencia en una foto fija: ¡°Esa puede ser ahora la tentaci¨®n de los partidos no nacionalistas, y esto no es m¨¢s que una foto temporal, porque seguramente en otro momento el independentismo vuelva a subir¡±. Lo explica con datos: ¡°Desde el a?o 80, el Euskobar¨®metro ha ido preguntando sobre identidad, y te encuentras con que hay momentos de much¨ªsima tensi¨®n en donde el independentismo sube y baja, y entonces parece que se ha producido un cambio de ciclo, casi un cambio de mentalidad; y, sin embargo, si cogemos el primer dato del inicio de la serie y el ¨²ltimo pr¨¢cticamente sale una l¨ªnea plana. Somos casi lo que ¨¦ramos en los a?os ochenta. Yo tengo una idea desde hace muchos a?os: podemos ser un pa¨ªs por construir, pero no somos un pa¨ªs por descubrir. Somos b¨¢sicamente lo que somos, una sociedad dividida que necesita llegar a acuerdos¡±.
?Ser¨ªa entonces un refer¨¦ndum la soluci¨®n? El profesor Zubero lo tiene muy claro: ¡°Si los datos nos demuestran que hoy sale una cosa y pasado ma?ana sale otra, ?c¨®mo vamos a votar? Este tipo de votaciones son transformativas, como ha pasado con el Brexit. Generas un clima de opini¨®n en un sentido y eso hace que una parte de la opini¨®n p¨²blica se movilice m¨¢s que otra, que igual se desanima, pero eso no es una expresi¨®n de la realidad, sino una aut¨¦ntica manipulaci¨®n de la realidad a partir del propio mecanismo del refer¨¦ndum¡±.
Sobre esta cuesti¨®n, hay datos del ¨²ltimo Soci¨®metro que conviene tener en cuenta. Lo explica su portavoz: ¡°Adem¨¢s de este dato hist¨®rico del 41% que no est¨¢ de acuerdo con la independencia, hay un 53% de personas que s¨ª consideran la posibilidad de la independencia en Euskadi. De estos, un 21% estar¨ªan claramente de acuerdo y un 32% que declara que estar¨ªa de acuerdo o no en funci¨®n de las circunstancias. Esas circunstancias, seg¨²n los datos del estudio de Naziometroa que se ha publicado este mismo mes de junio, nos conduce a pensar que en situaciones como la de Escocia, un refer¨¦ndum acordado y pactado con el Estado, el posicionamiento a favor de la independencia subir¨ªa¡±. Iratxe Esnaola Arribillaga, ingeniera inform¨¢tica y doctora en Educaci¨®n, es la presidenta de la Fundaci¨®n Olaso Dorrea y miembro del laboratorio de ideas Telesforo Monzon eLab, uno de cuyos objetivos es ¡°un Estado vasco socialmente avanzado que sea referente en Europa¡±. Tambi¨¦n ha coordinado el sondeo de opini¨®n Naziometroa en Euskadi, Navarra y el Pa¨ªs Vasco Franc¨¦s. ¡°La conclusi¨®n general que sacamos de nuestro estudio es que la ciudadan¨ªa vasca cree profundamente en una democracia mucho m¨¢s participativa, incluyendo el derecho a decidir nuestro futuro pol¨ªtico. Es verdad que una posici¨®n favorable a un potencial Estado vasco se ve acrecentada de manera dr¨¢stica en el momento en que planteas un contexto de refer¨¦ndum acordado con Madrid y Par¨ªs¡±. Esnaola, al igual que los soci¨®logos consultados, atribuye estos datos a la experiencia reciente de Catalu?a: ¡°Seguramente ha tenido su reflejo en el proceso catal¨¢n, donde ha habido mucha confrontaci¨®n y unilateralidad, y de ah¨ª que, aunque se entienda que el derecho a decidir es un principio democr¨¢tico b¨¢sico, se quiera ejecutar en un contexto de no confrontaci¨®n y de acuerdo con todas las partes¡±.
Aunque desde miradas diferentes, Luis Castells, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, y Ander Gurrutxaga, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa tambi¨¦n de la UPV, coinciden en la habilidad del PNV para tomar el pulso a la sociedad vasca y actuar en consecuencia. ¡°Estamos viviendo una sociedad que es muy distinta a la que era hace unos a?os¡±, reflexiona Castells, ¡°hemos entregado a Catalu?a el testigo de una sociedad tensionada e ideologizada y nos hemos descubierto como una sociedad muy distinta desde que en 2011 ETA deja las armas. Somos una sociedad posterrorista, apol¨ªtica en principio, satisfecha, moderada, con cierta inclinaci¨®n hacia opciones socialdem¨®cratas en lo social¡ De alguna forma, hemos dejado de lado los elementos m¨¢s ideol¨®gicos que tensionaban la sociedad y hemos pasado a elementos m¨¢s materiales, como el del bienestar y del disfrute¡±. Y a?ade Castells: ¡°La pericia del PNV en tomar la temperatura a la sociedad le ha llevado a quitar las aristas a un discurso m¨¢s radical y presentarse como un garante de la seguridad y el bienestar bajo tres premisas. En primer lugar, la idea de buen gestor, que en muchos casos es un mito, pero que sigue funcionando. En segundo lugar, algo que pod¨ªamos llamar el ego¨ªsmo colectivo: el PNV como garante de que vamos a estar mejor que el resto del Estado en sanidad, servicios p¨²blicos¡; esto luego se demuestra que no es as¨ª, pero funciona. Y, en tercer lugar, la idea de que como el PNV est¨¢ en todos sitios, lo ve todo, lo controla todo, hay que llevarse bien con el PNV aunque uno no sea nacionalista¡¡±.
Ra¨²l Palacio es el alcalde de Karrantza, el municipio m¨¢s extenso de Bizkaia y uno de los lugares donde el mito de la eficacia y la buena gesti¨®n del PNV al que se refer¨ªa el profesor Castells empieza a resquebrajarse. Palacio pertenece a Karrantza Zabala, un partido surgido en 2007 de un movimiento ciudadano y que desde hace dos legislaturas ha desbancado al PNV. ¡°Cuando nos presentamos por primera vez¡±, explica Palacio, ¡°hicimos un recorrido por los 49 barrios del municipio y muchos nos dec¨ªan: es que si no gobierna del PNV no va a venir dinero. Y esa misma creencia tan extendida es lo que nos impuls¨® a dar el paso. ?C¨®mo que si no est¨¢ el PNV no va a venir el dinero? ?Pero de qui¨¦n es el dinero, del PNV? El otro mito, el de que todo va mejor si ellos est¨¢n, tampoco es cierto. Ser¨¢ en todo caso en los pueblos que por una raz¨®n u otra a ellos les interesen, pero aqu¨ª est¨¢bamos abandonados y recib¨ªamos menos dinero cuando estaban ellos que con nosotros ahora. El problema, eso s¨ª, es que tienen todo el poder provincial y auton¨®mico y cuando han visto que en otros municipios de la comarca de las Encartaciones tambi¨¦n empiezan a surgir plataformas independientes, se inventan un gran plan de est¨ªmulo, con gran acompa?amiento de marketing y de prensa, que luego resulta estar vac¨ªo. La realidad es que en los ¨ªndices de paro, de riesgo de pobreza, de abandono escolar seguimos estando en cabeza, y claro, cuando empiezan a notar que la olla no aguanta m¨¢s presi¨®n, se empiezan a preocupar¡±. De las muchas batallas de Ra¨²l Palacio est¨¢ la de las comunicaciones en Karrantza, tanto con Bilbao como entre los barrios del municipio, muy separados entre s¨ª. Pero ni para una ni para otra hay respuesta de momento. ¡°Hace a?os hab¨ªa varios trenes al d¨ªa, pero ahora no se puede ir a Bilbao y volver en el d¨ªa. La carretera est¨¢ fatal y se tarda una hora; si la arreglaran, llegar¨ªamos en 40 minutos. Con esta situaci¨®n es imposible enganchar a la gente para que se quede aqu¨ª. Llevamos perdiendo poblaci¨®n desde los a?os ochenta¡±.
El catedr¨¢tico Ander Gurrutxaga asegura que la encuesta demuestra que ¡°el Pa¨ªs Vasco de ahora no tiene nada que ver con el de hace 10 a?os¡±, que ¡°ETA significaba un tap¨®n indudable en la sociedad vasca¡± y que la estabilidad pol¨ªtica se debe en una parte a ¡°un PNV y un Partido Socialista de Euskadi que vuelven a entenderse en los gobiernos como hab¨ªa sido tradicional¡±. Gurrutxaga combina varios datos pol¨ªticos y econ¨®micos para explicar la actual situaci¨®n de Euskadi: ¡°Si se leen los datos de c¨®mo es la estructura electoral del PNV hay un hecho a tener en cuenta: aproximadamente hay 150.000 personas que son nacionalistas y votan al PNV, pero para poder gobernar se necesitan alrededor de 400.000 votos. Por tanto, el PNV no se mantiene en el poder porque sea un partido esencialmente nacionalista, que lo es, sino porque le apoya mucha gente de clase media, que valora mucho ese plus de seguridad, de hacer bien las cosas, de que no se van a sacar los pies del tiesto. Y luego hay que tener en cuenta que esta es una sociedad conservadora, como lo son todas las sociedades ricas, de clases medias, donde el 60% de la poblaci¨®n tiene entre 30.000 y 60.000 euros de renta per c¨¢pita. Son sociedades que lo que quieren es mantener ese bienestar¡±.
I?aki Anasagasti est¨¢ sentado en la cafeter¨ªa del batzoki [la sede social del PNV] de Bakio, en Bizkaia. Con la perspectiva de su larga experiencia en la pol¨ªtica nacional y en la vasca, traza de forma esquem¨¢tica el largo camino de su partido ¡ªlos desencuentros de Arzalluz con el Gobierno de Aznar, la declaraci¨®n de Lizarra, el fracaso del plan Ibarretxe¡¡ª hasta la situaci¨®n actual: ¡°Urkullu es un hombre que, sin dejar de ser nacionalista, se ha opuesto siempre a llevar las cosas al extremo y va serenando la situaci¨®n. Ahora estamos en una desmovilizaci¨®n absoluta de los partidos, en un momento invernadero debido a la pandemia, pero en cuanto esta situaci¨®n pase, EH Bildu va a volver a coger el camino m¨¢s extremo y nosotros tenemos que seguir modulando el mensaje. Sin dejar de ser nacionalistas, porque lo somos y porque si lo dej¨¢semos de ser perder¨ªamos la parroquia, pero la pol¨ªtica es modulaci¨®n. Tenemos que seguir llevando a la sociedad a una situaci¨®n de normalidad frente a EH Bildu, que quiere dar una imagen de modernidad, sobre todo en Madrid, pero luego rascas un poco y aparece Otegi y la vieja Batasuna. Ese mundo tiene una traba importante: nunca van a admitir que se equivocaron, que todo fue un fracaso. No han sabido cambiar el chip, y ahora est¨¢n en una estrategia obsesiva contra el PNV¡±.
El 23 de enero de 1995, el pistolero de ETA Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, entr¨® en el restaurante La Cepa, situado en la calle 31 de agosto de la Parte Vieja de San Sebasti¨¢n, y dispar¨® un tiro en la nuca al concejal del PP y candidato a la alcald¨ªa Gregorio Ord¨®?ez, de 36 a?os, que falleci¨® en el acto. Su tumba ha sido profanada varias veces y, hasta enero de 2020, no existi¨® en el lugar del asesinato ninguna placa que recordara al joven concejal, primera v¨ªctima de aquella estrategia que ETA llam¨® la ¡°socializaci¨®n del sufrimiento¡± y que incluy¨® entre sus objetivos habituales ¡ªmilitares y miembros de las fuerzas de seguridad¡ª a pol¨ªticos, intelectuales, jueces o periodistas. Cuando, en junio de 2015, Eneko Goia, del PNV, lleg¨® a la alcald¨ªa de San Sebasti¨¢n ya ten¨ªa en mente asistir el siguiente 23 de enero al homenaje a Ord¨®?ez que se celebra cada a?o en el cementerio de Polloe. Ning¨²n pol¨ªtico nacionalista lo hab¨ªa hecho hasta entonces. Fue un peque?o gesto, que fue seguido de otros a lo largo del tiempo ¨Dcomo la colocaci¨®n de la placa y su restituci¨®n cada vez que los nost¨¢lgicos de la violencia la profanan¡ª y que van juntando poco a poco las piezas de la convivencia rota. ¡°Aqu¨ª se ha sufrido mucho¡±, dice Eneko Goia, ¡°yo tengo 49 a?os, y empec¨¦ en pol¨ªtica en la d¨¦cada de los noventa. Vi de cerca c¨®mo otras personas de mi edad y de mi misma universidad que estaban en otros partidos, en el PSE y en el PP, sufrieron mucho. El asesinato de Gregorio Ord¨®?ez, el de Fernando M¨²gica. Eso te marca, y a m¨ª eso me marc¨®, y eso igual hace que tengas una sensibilidad determinada. Tengo muy claro lo que se ha sufrido aqu¨ª. No solamente por el asesinato de personas, sino tambi¨¦n por lo que ven¨ªa despu¨¦s, el que no quer¨ªa saber nada, el que miraba para otro lado, incluso el que lo celebraba¡ Y todo eso ha hecho que las relaciones hayan sido tormentosas, tambi¨¦n aqu¨ª en el Ayuntamiento. Pero en las tres ¨²ltimas legislaturas ha empezado a ser distinto. Veo un deseo compartido, un¨¢nime, de no volver a escenarios anteriores¡±.
El alcalde sale del Ayuntamiento, situado enfrente de la playa de la Concha, de camino a sus vacaciones. Es verdad que el paisaje no tiene nada que ver con el de hace 10 o 15 a?os, pero tambi¨¦n que hay ciertos miedos y ciertos tics que tardan en borrarse. Se ve claramente en un detalle del Soci¨®metro: cuando el encuestador iba a casa, un 15% o un 16% de los ciudadanos no respond¨ªa si estaba de acuerdo con la independencia o no. Ahora que es una llamada de tel¨¦fono an¨®nima, el porcentaje ha bajado al 6%. Tambi¨¦n se ve en la respuesta de los empresarios consultados. La petici¨®n de este peri¨®dico a Confebask [Confederaci¨®n Empresarial Vasca] para participar en este reportaje sobre el Soci¨®metro y la situaci¨®n actual de Euskadi fue rechazada por su director de comunicaci¨®n con un tajante ¡°nosotros no hablamos de eso¡±. Tampoco la direcci¨®n de Aspegi [la asociaci¨®n de mujeres empresarias y directivas de Gipuzkoa] pudo encontrar a ninguna asociada que quisiera dar su opini¨®n con nombres y apellidos.