El extranjero
La vida de un espa?ol es verse perseguido por Espa?a est¨¦ donde est¨¦
Todos los a?os se celebra en Cerde?a un encuentro de literatura internacional. En una minivan vamos desde el aeropuerto de Olbia hasta Alguer los escritores Jos¨¦ Manuel Fajardo, Elvira Lindo, Karla Su¨¢rez, y Antonio Mu?oz Molina. El festival tiene como centro social la librer¨ªa Cyrano, regentada por Elia Cossu, y all¨ª nos encontramos con la poeta Carmen Y¨¢?ez, viuda de Luis Sep¨²lveda, con el cineasta y novelista mexicano Guillermo Arriaga, y los traductores Bruno Arpaia, que acaba de traducir Los vencejos de Fernando Aramburu, y M¨®nica Bedana, que viene de hacer lo mismo con ...
Todos los a?os se celebra en Cerde?a un encuentro de literatura internacional. En una minivan vamos desde el aeropuerto de Olbia hasta Alguer los escritores Jos¨¦ Manuel Fajardo, Elvira Lindo, Karla Su¨¢rez, y Antonio Mu?oz Molina. El festival tiene como centro social la librer¨ªa Cyrano, regentada por Elia Cossu, y all¨ª nos encontramos con la poeta Carmen Y¨¢?ez, viuda de Luis Sep¨²lveda, con el cineasta y novelista mexicano Guillermo Arriaga, y los traductores Bruno Arpaia, que acaba de traducir Los vencejos de Fernando Aramburu, y M¨®nica Bedana, que viene de hacer lo mismo con El infinito en un junco de Irene Vallejo. Nos sentamos en unas mesas de un bar. Y justo en ese momento estalla una peque?a manifestaci¨®n de independentistas catalanes. Agitan banderas al viento. Parecen contentos y si se trata de celebrar la vida a m¨ª me entran ganas de irme con ellos, pero no lo hago.
?Son mis compatriotas? Para m¨ª s¨ª lo son, pero me da un poco de cosa ir a saludarlos. ?Y si no me quieren, con lo sensible que yo soy? Veo en mi tel¨¦fono m¨®vil que Carles Puigdemont ha sido detenido aqu¨ª, en Alghero. Algunos amigos sardos me preguntan por Puigdemont. De repente, enmudezco. Me quedo pensando en que la vida de un espa?ol es verse perseguido por Espa?a est¨¦ donde est¨¦, tener que dar explicaciones siempre. No s¨¦ qui¨¦n es este se?or, me tienta decir a mis amigos sardos, pero si digo eso no puedo acercarme a los independentistas para darles un abrazo de compatriota. El independentismo sardo es minoritario, y desde luego no aspiran a unirse a Catalu?a sino a irse de Italia.
Esto me lleva a pensar en el cine de Berlanga, en una posible pel¨ªcula sarda que se titulara Bienvenido M¨ªster Puigdemont . Me gustar¨ªa tanto acercarme a los independentistas y abrazarlos y preguntarles si se han probado los espaguetis con frutos del mar que preparan en un renombrado restaurante o si se han ba?ado en el mar de Cerde?a, pero no me atrevo. Unos escritores espa?oles vienen a hablar de sus novelas traducidas al italiano y aparece de repente el fantasma de don Ram¨®n Mar¨ªa del Valle Incl¨¢n, para recordarnos que la modernidad, la prosperidad y la fraternidad ib¨¦ricas son imposibles, como si nuestro sino fuese siempre el subdesarrollo y la furia. Vuelven a preguntarme mis amigos sardos que qu¨¦ pasa en Espa?a, que qu¨¦ hace Puigdemont en Cerde?a. No s¨¦, imagino que tendr¨¢ una novia aqu¨ª, se me ocurre imaginar.
Espa?a es tambi¨¦n una pel¨ªcula de Bu?uel todo el rato, con obispos en constante proceso de renovaci¨®n. Se renuevan los obispos, y Bu?uel permanece. Un lector m¨ªo italiano, que habla espa?ol, me pregunta otra vez por Puigdemont. Le digo que me perdone, que ese nombre no me suena mucho, que lamentablemente no he le¨ªdo nada suyo, que debe de editar en alguna editorial independiente, que si ha sido traducido al italiano, que qu¨¦ novela suya me recomienda. Se me queda mirando con extra?eza. El ejercicio de la fantas¨ªa como una forma de rigor ideol¨®gico es imposible. La fama de los pol¨ªticos siempre es superior a la de los artistas. Vuelvo a la librer¨ªa Cyrano de Alghero y otra vez veo manifestantes independentistas. Quisiera acercarme a ellos de nuevo, y decirles algo hermoso, pero qu¨¦ les digo. Puedo decirles que se sienten con nosotros. Podr¨ªa decirles que prueben a ba?arse en el mar de Cerde?a. Mejor me callo, y sigo mi camino, como un extranjero melanc¨®lico entre compatriotas que se transformaron en extranjeros, en un proceso de expansi¨®n at¨®mica del extranjero, hasta el infinito, como el universo.