Casado, distanciado de Abascal y atado a Vox
El l¨ªder del PP llega a la convenci¨®n que deb¨ªa relanzarle hacia La Moncloa sin cumplir sus expectativas
Casado ten¨ªa un plan para su PP del futuro, pero a¨²n no le ha salido. Lleva ya 38 meses, m¨¢s de tres a?os, como l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n desde que prometi¨®, en aquellas primarias internas en las que super¨® los estertores del anterior r¨¦gimen popular, que el PP ya hab¨ªa vuelto. Pero a¨²n no se sabe cu¨¢l es ese PP. La esperada convenci¨®n ideol¨®gica que se inicia este lunes, con el primer cap¨ªtulo en Santiago y la presencia all¨ª de Mariano Rajoy, estaba programada como el punto...
Casado ten¨ªa un plan para su PP del futuro, pero a¨²n no le ha salido. Lleva ya 38 meses, m¨¢s de tres a?os, como l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n desde que prometi¨®, en aquellas primarias internas en las que super¨® los estertores del anterior r¨¦gimen popular, que el PP ya hab¨ªa vuelto. Pero a¨²n no se sabe cu¨¢l es ese PP. La esperada convenci¨®n ideol¨®gica que se inicia este lunes, con el primer cap¨ªtulo en Santiago y la presencia all¨ª de Mariano Rajoy, estaba programada como el punto final de un largo proceso de fases que el propio Pablo Casado se hab¨ªa dise?ado para convertirse en la alternativa viable a Pedro S¨¢nchez para gobernar. Pero esa hoja de ruta ha sufrido algunas p¨¢jaras, vaivenes, acelerones y frenazos, atado como est¨¢ a una relaci¨®n indeseada con Vox.
Hace un a?o, en la moci¨®n de censura precipitada por Vox, Pablo Casado se hart¨® y oficializ¨® la ruptura de relaciones personales y pol¨ªticas con el l¨ªder ultra, Santiago Abascal: ¡°Hasta aqu¨ª hemos llegado¡±. Doce meses despu¨¦s ninguna encuesta le ofrece la posibilidad de gobernar en un futuro sin la colaboraci¨®n directa de Vox. Y ese dilema no se ha resuelto.
Casado a¨²n quer¨ªa imaginarse, hasta sus enso?aciones de este verano, que su proyecto de gobierno puede edificarse sin Vox ni Santiago Abascal, pero con un remedo de otro Javier Fern¨¢ndez al frente del PSOE. Javier Fern¨¢ndez, hoy jubilado en Asturias, fue el secretario general del PSOE en aquella etapa cr¨ªtica de 2016 en la que S¨¢nchez fue forzado a dimitir un 1 de octubre por su comit¨¦ federal. Aquella abstenci¨®n cr¨ªtica y tan traum¨¢tica de 68 esca?os socialistas permiti¨® que, 30 d¨ªas m¨¢s tarde, Mariano Rajoy saliese elegido presidente solo por 170 votos. Desde las confidencias de sus m¨¢s pr¨®ximos y con los estudios demosc¨®picos a favor que le facilitan (33% para el PP y 23% para el PSOE), Casado ve viable llegar en la pr¨®xima cita con las urnas a la cota de los 137 diputados a la que baj¨® entonces Rajoy, superar a S¨¢nchez en votos y esca?os y que esa derrota suponga el fin pol¨ªtico del actual l¨ªder socialista. En ese escenario, Casado barrunta que el PSOE no tendr¨ªa m¨¢s remedio que buscar un sustituto que entienda que lo mejor para Espa?a no es generar m¨¢s inestabilidad con pactos m¨²ltiples con formaciones nacionalistas e independentistas.
A esa visi¨®n del lider del PP le quedan muchas etapas por quemar, pero ¨¦l ha estructurado su aterrizaje en La Moncloa en tres fases de las que cree cubiertas dos y media: consolidarse internamente tras demasiadas campa?as y elecciones, renovar la organizaci¨®n a su gusto y construir una alternativa y un equipo s¨®lido y cre¨ªble de Gobierno.
Cuando hace balance, Casado no es nada autocr¨ªtico. Solo observa en su entorno cosas positivas. Piensa que ya nadie le cuestiona internamente, est¨¢ en la ¨²ltima fase de remozar los liderazgos regionales y provinciales y se ha fijado para esta semana el gran montaje de una convenci¨®n nacional abierta a expertos y con 500 voces externas que le dibujen una hoja de ruta m¨¢s transversal que la cl¨¢sica del PP.
Como en el PP han llegado a la conclusi¨®n de que el ciclo de S¨¢nchez ha tocado a su fin, pese a que la legislatura est¨¢ a la mitad y las previsiones econ¨®micas y sanitarias tras la salida de la pandemia apuntan perspectivas m¨¢s optimistas para el PSOE, Casado ya se ve camino de La Moncloa. No le parece para nada una quimera.
Hace n¨²meros y piensa que puede ser presidente como lo fue Rajoy en 2016, tras aquel a?o electoral tan convulso. La mayor¨ªa de las encuestas privadas (no el CIS oficial) le pronostican ahora al PP alrededor de 130 esca?os, muy lejos de los 176 de la mayor¨ªa absoluta, incluso con los 35 que se vaticinan para Vox. Casado a¨²n cree que esas predicciones se pueden mejorar. Va a los actos, varios al d¨ªa, e intuye que se le acercan m¨¢s j¨®venes que antes, cuando ¨¦l mismo comprend¨ªa que era ¡°poco sexi pol¨ªticamente¡±. Otros dirigentes del PP corroboran que esos ¡°entusiasmos no eran normales hasta ahora, porque no ¨¦ramos un partido que molara para ese electorado¡±. Y lo contrastan con los problemas que encuentra en ocasiones S¨¢nchez para pisar la calle sin contratiempos o sin ser increpado.
El prop¨®sito de Casado, tras dar por hecho que S¨¢nchez no se recuperar¨¢ tras la salida de la crisis, es llegar a aquel 33% de votos de Rajoy el 10-N de 2016 (137 diputados), que el PSOE baje del 23% (85 esca?os) y que no cuadre alianzas suficientes ni con Unidas Podemos ni con partidos independentistas.
El problema m¨¢s evidente de ese plan es de d¨®nde sacar¨¢ el PP de Casado socios para derrotar a S¨¢nchez y provocar su abandono, si, como ha anunciado en varias ocasiones, no est¨¢ dispuesto a gobernar con Vox y Ciudadanos perpet¨²a su ca¨ªda hasta la desaparici¨®n.
En el entorno del l¨ªder popular se especula con que, tras otra gran crisis socialista ante esa hipot¨¦tica derrota en las elecciones de 2023, dirigentes del PSOE moderados como Emiliano Garc¨ªa-Page, Guillermo Fern¨¢ndez Vara o Javier Lamb¨¢n podr¨ªan asumir la responsabilidad de forzar el giro en el voto al menos a la abstenci¨®n, como en 2016. Por eso varios de sus dirigentes auton¨®micos m¨¢s moderados, como el gallego Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el castellano Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco o el andaluz Juan Manuel Moreno cuidan esas relaciones lo m¨¢ximo que pueden. Y se plantean que el PNV o Coalici¨®n Canaria podr¨ªan reorientar su voto hacia el pragmatismo, pese a las dur¨ªsimas acusaciones que les lanzaron cuando ayudaron a investir a S¨¢nchez.
Casado defiende que la ruptura con Vox se mantiene. A d¨ªa de hoy a¨²n reniega de esos votos. Rechaza recomponer su recrudecida mala relaci¨®n con Abascal. Y por eso agradece tanto para el ¨¦xito de su proyecto ¡°la generosidad¡± y saber hacer hasta ahora del andaluz Juan Manuel Moreno, sobre el que pende la inc¨®gnita de un anticipo electoral incierto, y el tir¨®n de la madrile?a Isabel D¨ªaz Ayuso. Pero el ¨¦xito de Ayuso el 4-M le ense?¨® un camino que ella quiere volar ahora por su cuenta, su estilo y su calendario. Sus entornos ni se entienden ni comparten intereses comunes. Ayuso se ha rodeado sin complejos de pesos pesados del aznarismo y Casado, como puso el dedo en la llaga Esperanza Aguirre, de su joven e inexperta pandilla de amigos, de las Nuevas Generaciones y de Twitter, donde sale al paso casi de todo.
Una convenci¨®n para ¡°creer¡± en el PP con 100 discursos
La convenci¨®n del PP empezar¨¢ a caminar este lunes en Santiago, con la presencia del expresidente Mariano Rajoy, y se alargar¨¢ durante toda la semana, cada d¨ªa con varias mesas y estrellas invitadas, bajo el lema ¡°Creemos¡±, hasta llegar el domingo a su clausura con el discurso final de Pablo Casado ante 8.000 partidarios en la plaza de toros de Valencia. Durante los seis d¨ªas previos se escuchar¨¢n hasta un centenar de intervenciones. En los paneles de debate habr¨¢ 77 oradores de todo signo. Casado ha llevado muy personalmente todo el montaje y las invitaciones, especialmente las internacionales, que son las que m¨¢s anhelaba y se han quedado al final m¨¢s cortas por las ausencias.
En la clausura, con ¨¦l en Valencia, estar¨¢n Sebastian Kurz, el canciller de Austria que en su d¨ªa sali¨® elegido con la ultraderecha, y Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro de Grecia. En las jornadas precedentes, y en otras localidades, acudir¨¢n a su encuentro personalidades de la derecha internacional como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Andr¨¦s Pastrana, Felipe Calder¨®n, Mario Vargas Llosa, Nicol¨¢s Sarkozy, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, Antonio Tajani, Donald Tusk o Margaritis Schinas.
En el programa de actos, el PP concluye que, tras medio centenar de reuniones y consultas a medio millar de expertos, intelectuales, gestores pol¨ªticos y acad¨¦micos, ahora toca ¡°la hora de construir con una alternativa pol¨ªtica modernizadora que responda a los desaf¨ªos globales y a los graves problemas que sufre Espa?a¡±. Y no solo sobre econom¨ªa, empleo o feminismo. Tambi¨¦n de cultura. En esa mesa de debate la concejala madrile?a Andrea Levy ha convocado al m¨²sico Carlos Jean, la core¨®grafa Aida G¨®mez y la escritora Marta Robles.