Casado y Abascal llevan su batalla a Latinoam¨¦rica
El l¨ªder de Vox contraprograma la gira del presidente del PP por el Cono Sur con un viaje para reunirse con Bolsonaro
La batalla por la hegemon¨ªa de la derecha en Espa?a se libra tambi¨¦n fuera de las fronteras. El PP y Vox han abierto una disputa por ser el punto de referencia europeo de la derecha de Latinoam¨¦rica, un continente sometido a un acelerado proceso de polarizaci¨®n pol¨ªtica en el que los partidos moderados est¨¢n siendo barridos por el ascenso de candidatos populistas. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha contraprogramado...
La batalla por la hegemon¨ªa de la derecha en Espa?a se libra tambi¨¦n fuera de las fronteras. El PP y Vox han abierto una disputa por ser el punto de referencia europeo de la derecha de Latinoam¨¦rica, un continente sometido a un acelerado proceso de polarizaci¨®n pol¨ªtica en el que los partidos moderados est¨¢n siendo barridos por el ascenso de candidatos populistas. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha contraprogramado la gira latinoamericana de Casado con un viaje no anunciado a Brasil para reunirse este viernes con el presidente Jair Bolsonaro, un populista de extrema derecha. En Europa, el l¨ªder de Vox explora alianzas con los partidos ultraconservadores mientras el del PP trata de promocionar a los del centroderecha tras la p¨¦rdida de influencia de su familia pol¨ªtica por la salida de Angela Merkel de la canciller¨ªa alemana. La pol¨ªtica exterior de Casado y Abascal revela una fractura ideol¨®gica entre dos formaciones llamadas a entenderse si los conservadores suman mayor¨ªa tras las pr¨®ximas elecciones generales, con la tendencia antieurope¨ªsta de Vox como principal punto de choque.
Para que no quede ninguna duda de que el viaje de Abascal a Brasil ten¨ªa como objetivo segar la hierba bajo los pies a Casado, el comunicado en el que Vox lo anunci¨® inclu¨ªa declaraciones de Abascal en las que acusaba al presidente del PP de querer ¡°llegar a acuerdos, formar un Gobierno con los socios del Foro de S?o Paulo y el Grupo de Puebla en Espa?a, con los que se sientan a la mesa de terroristas y narcodictadores¡±. Se refer¨ªa, con esta frase alambicada, a la afirmaci¨®n de Casado de que estar¨ªa dispuesto a formar un Gobierno de coalici¨®n con el PSOE sin Pedro S¨¢nchez si gana las pr¨®ximas elecciones. El Foro de S?o Paulo y el Grupo de Puebla son espacios de encuentro de la izquierda latinoamericana y espa?ola, el primero de partidos y el segundo de personalidades, en los que participan desde fuerzas pol¨ªticas socialdem¨®cratas hasta comunistas y desde el expresidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero al brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva.
Vox ha convertido a estas dos entidades en su bestia negra y ha lanzado una alianza anticomunista para frenar el supuesto avance del totalitarismo en el continente. El bander¨ªn de enganche es la Carta de Madrid, un manifiesto en defensa de la democracia liberal que podr¨ªa ser suscrito por el PP si no fuera porque lo patrocina Vox. Ya ha sido respaldado por 150 dirigentes internacionales y m¨¢s de 10.000 personas.
En paralelo, Casado ha lanzado su propia iniciativa en t¨¦rminos similares, la Alianza por la Libertad en Iberoam¨¦rica, para defender ¡°la democracia, el Estado de derecho, la econom¨ªa de mercado, el Estado del bienestar y la seguridad¡± en el continente. Abascal ha invitado al PP a suscribir su carta, pero los populares desde?an la invitaci¨®n. ¡°El PP tiene d¨¦cadas de historia en Iberoam¨¦rica, no somos unos reci¨¦n llegados, y tiene sus propias iniciativas que presenta de modo serio y formal a los presidentes¡±, contrapone Pablo Hisp¨¢n, portavoz adjunto de Exteriores del PP en el Congreso, que acompa?a a Casado en su gira latinoamericana.
El l¨ªder del PP est¨¢ buscando en Am¨¦rica Latina una proyecci¨®n internacional frente a Vox. En Argentina, primera etapa de su viaje, Casado se reuni¨® con los sectores moderados de la oposici¨®n, como el expresidente Mauricio Macri y el jefe de gobierno de Buenos Aires, Horacio Larreta, y despu¨¦s ha tenido encuentros con los presidentes de Chile, Sebasti¨¢n Pi?era; Uruguay, Luis Lacalle; y Paraguay, Mario Abdo Ben¨ªtez. Casado ha dejado fuera de su viaje al Brasil de Bolsonaro, con el que ha marcado distancias en una entrevista en el diario argentino La Naci¨®n. ¡°Yo creo que nuestra alianza pol¨ªtica para Brasil es una alianza m¨¢s moderada¡±, dijo. El 1 de diciembre, el l¨ªder del PP se despachaba contra los populismos en una charla con la premio Pulitzer Anne Applebaum: ¡°La vacuna contra los populismos es no disfrazarse de populistas¡±.
Casado est¨¢ tratando de dar un impulso a los partidos de centroderecha de la regi¨®n, pero m¨¢s all¨¢ de reflexiones generales pasa de puntillas por la confrontaci¨®n con los populismos de extrema derecha latinoamericanos. En Chile, Casado ha evitado pronunciarse sobre la elecci¨®n entre el ultraderechista chileno Jos¨¦ Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric, que se disputar¨¢n el palacio de la Moneda. Su asesor Pablo Hisp¨¢n defiende que el l¨ªder popular no quiere cometer ¡°injerencias en cuestiones internas¡±. Kast es un aliado de Abascal que extiende su red de influencias en la regi¨®n al economista anarcoliberal argentino Javier Milei, que sac¨® el 17% de los votos en Buenos Aires en noviembre pasado, o a la peruana Keiko Fujimori, hija del dictador peruano, que perdi¨® las presidenciales ante Pedro Castillo. Incluso el expresidente colombiano Andr¨¦s Pastrana, presidente de la Internacional Dem¨®crata de Centro (IDC), de la que Casado es vicepresidente, ha participado en actos organizados por Vox, para sorpresa y disgusto del PP.
El l¨ªder popular tambi¨¦n ha marcado distancias con Vox en Santiago de Chile, con los ejemplos de sus visiones distintas sobre el Estado de las Autonom¨ªas y el proyecto europeo, pero ha admitido que la formaci¨®n que lidera Santiago Abascal no ha ¡°cruzado la l¨ªnea¡± como, a su juicio, s¨ª que ha ocurrido con ¡°otros partidos de derecha populista¡±.
El problema para el PP es que el Partido Republicano de Estados Unidos con Donald Trump y Brasil con Bolsonaro han girado hacia posiciones de extrema derecha. El gran choque ideol¨®gico de 2022 ser¨¢n las presidenciales brasile?as de octubre, en las que a la derecha democr¨¢tica ni se la espera. Sin embargo, los populares defienden que la fuerza de la derecha populista en Am¨¦rica Latina es ¡°absolutamente marginal¡±, asegura Hisp¨¢n, ya que ¡°solo tiene el Gobierno de Brasil¡±, y algo parecido, sostiene, ocurre en Europa, el otro campo de batalla de alianzas entre populares y Vox. ¡°El PP europeo es la primera fuerza en el Parlamento Europeo, tiene la presidencia de la Comisi¨®n Europea y es uno de los partidos fundadores, mientras que lo que vemos es que hay fuerzas antieurope¨ªstas que son marginales. Polonia y Hungr¨ªa son los ¨²nicos pa¨ªses que gobiernan. Sus pol¨ªticas no van a determinar el futuro de la Uni¨®n¡±.
Pero la salida de Merkel de la canciller¨ªa alemana que ocupa ya el socialdem¨®crata Olaf Scholz deja mermada la influencia de los conservadores tradicionales europeos, que est¨¢n en la oposici¨®n en los principales pa¨ªses de la UE. El principal Gobierno conservador es el griego de Kyriakos Mitsotakis, que Casado ha convertido en su referencia europea precisamente por la falta de primeros ministros de relieve de su familia pol¨ªtica. ¡°El PP espa?ol es uno de los m¨¢s importantes tras la salida de Merkel, porque en Italia y Francia est¨¢n de capa ca¨ªda, y en Espa?a al menos son el principal partido de la oposici¨®n. La Europa de Merkel tiene mucho prestigio en Espa?a; es una carta que Casado quiere jugar, mientras Abascal se ha escorado hacia la derecha euroesc¨¦ptica¡±, analiza Ignacio Molina, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la UAM e investigador del Real Instituto Elcano.
Vox se ha ido moviendo hacia posiciones m¨¢s identitarias en contra de profundizar en la integraci¨®n europea. En enero, Abascal reunir¨¢ en Espa?a una ¡°cumbre de patriotas europeos¡± con los primeros ministros ultraconservadores de Polonia y Hungr¨ªa, que tienen una crisis abierta con la UE por sus pol¨ªticas de tinte autoritario y hom¨®fobo y su desaf¨ªo a la primac¨ªa del derecho comunitario sobre el nacional. A principios de diciembre el grupo ya se vio las caras en Varsovia, en un encuentro en el que particip¨® el l¨ªder de Vox y en el que tambi¨¦n estaba presente la ultra francesa Marine Le Pen. ¡°En la cuesti¨®n internacional s¨ª se ve una fractura clara entre PP y Vox que tal vez le puede causar problemas a Casado en el futuro¡±, apunta Molina. ¡°Vox se va posicionando en contra de avanzar en algo tan importante para Espa?a como la integraci¨®n europea¡±.
La investigadora del CIDOB Carme Colomina percibe ¡°una disputa por los espacios, pero son unos espacios cada vez m¨¢s confusos. Las l¨ªneas entre las derechas tradicionales y las radicales son cada vez m¨¢s difusas. En Europa se copia agenda pol¨ªtica y argumentarios¡±, defiende. El propio Casado ha dado muestras de esas contradicciones en un viaje a principios de diciembre en Chipre, donde propuso que los Estados aseguren su integridad territorial ante la presi¨®n migratoria tambi¨¦n con sus Fuerzas Armadas. La propuesta entraba de lleno en la ofensiva de los ultras contra la inmigraci¨®n y ya la hab¨ªa formulado Vox.