La inexplicable muerte de David Hern¨¢ndez una noche del confinamiento en Laguna de Duero
La investigaci¨®n sobre el asesinato de un chico de 18 a?os hace dos en esta localidad vallisoletana sigue sin avances
David Hern¨¢ndez ten¨ªa 18 a?os cuando fue asesinado, pero su madre sigue hablando de ¨¦l como ¡°el ni?o¡±. El ni?o ¡°se estaba haciendo mayor¡±, el ni?o era alto y delgaducho, el ni?o era muy querido, el ni?o estaba aprendiendo a valorar a la familia y el ni?o fue hallado con un golpe en la cabeza y dos cuchilladas una ma?ana durante el confinamiento en una acera de Laguna de Duero (Valladolid, 24.000 habitantes). Han pasado casi dos a?os y la investigaci¨®n no...
David Hern¨¢ndez ten¨ªa 18 a?os cuando fue asesinado, pero su madre sigue hablando de ¨¦l como ¡°el ni?o¡±. El ni?o ¡°se estaba haciendo mayor¡±, el ni?o era alto y delgaducho, el ni?o era muy querido, el ni?o estaba aprendiendo a valorar a la familia y el ni?o fue hallado con un golpe en la cabeza y dos cuchilladas una ma?ana durante el confinamiento en una acera de Laguna de Duero (Valladolid, 24.000 habitantes). Han pasado casi dos a?os y la investigaci¨®n no aclara qu¨¦ pas¨® aquella madrugada en la que David sali¨® ¡°alterado¡± de casa. Vest¨ªa un ch¨¢ndal sobre el pijama. Llevaba el m¨®vil y un mechero. Jam¨¢s regres¨®. No hay detenidos.
Lorena S¨¢nchez, de 39 a?os, suspira cerca del lago junto al que apareci¨® el cad¨¢ver. Por m¨¢s que reconstruye la noche no halla certezas. El viento arrastra sus frases y el gris del cielo imita su tono cuando explica que el joven ten¨ªa hiperactividad y que la cuarentena lo machacaba. La medianoche del 16 de abril su hijo le hab¨ªa cantado el cumplea?os feliz a su hermana Carolina, que cumpl¨ªa 16. ¡°Estaba nervioso y a la una de la ma?ana sali¨® de casa¡±, relata la madre. Al rato, sin una contestaci¨®n a sus mensajes, se acost¨®, preocupada. Al amanecer, segu¨ªa sin noticias y sali¨® a comprar una tarta para su hija, quien de repente le envi¨® una foto.
¡°Era el cuerpo de David¡±, recuerda la madre. La imagen circulaba por Laguna y ella acudi¨® apresurada a la Guardia Civil, que sosten¨ªa que el chico ten¨ªa 16 a?os y no llevaba documentaci¨®n. ¡°Tiene 18 y es mi hijo¡±, exclam¨® ella. El DNI cerr¨® el debate y abri¨® la angustia: ¡°?Por qu¨¦?¡±. La mujer sospecha de conflictos ¡°que se fueron de las manos¡± y se?ala que su hijo, que ten¨ªa gran confianza con ella pero estaba en mal momento, no quiso regresar a Salamanca, el lugar de origen de su familia materna: ¡°No quer¨ªa dejarnos tiradas¡±.
Sumario bajo secreto
Las pesquisas no arrojan luz, aunque ¡°ha declarado medio Laguna¡± y el lago fue rastreado en busca del arma. Lorena S¨¢nchez se ha ido enterando por la prensa en un caso bajo secreto del sumario, hermetismo que comprende, aunque pide ¡°empat¨ªa¡± para no descubrir los detalles mediante cuchicheos: ¡°Soy su madre¡±. Sus mejores palabras van para el pueblo, que est¨¢ aportando dinero para un acto en el segundo aniversario de la muerte, y algunas amistades del joven: ¡°Lo est¨¢n pasando fatal¡±.
El asesinato impact¨® a la pandilla, afirma Lucas Rodr¨ªguez, de 19 a?os, que perdi¨® siete kilos tras el suceso. Su amigo David nunca le fallaba: ¡°Cuando ten¨ªa 15 y lo dej¨¦ con una novia se preocup¨® mucho y me invitaba al bar Manhattan, donde trabajaba¡±. En los ¨²ltimos tiempos el joven, normalmente risue?o, ¡°estaba m¨¢s callado¡±. Otro amigo, Rub¨¦n Llamas, de 19 a?os, a?ade que el grupo evita hablar de lo ocurrido: ¡°Salen las caras largas¡±.
El primer amor adolescente del fallecido toma aire y habla despacio para contener la emoci¨®n. Aitana Moro, de 18 a?os, mantuvo con ¨¦l una relaci¨®n. ¡°Cuando ¨¦ramos cr¨ªos¡±, apostilla. Horas y horas juntos y m¨¢xima complicidad forjaron un v¨ªnculo que trasciende la p¨¦rdida. ¡°Se me cay¨® el mundo cuando me enter¨¦¡±, solloza, y lamenta que, aunque ella no viv¨ªa en Laguna, ¡°lo hubiera podido ayudar porque sab¨ªa perfectamente c¨®mo estaba¡±. El mensaje cari?oso que le mand¨® ese chico ¡°con el coraz¨®n enorme¡± al enterarse de que iba a ser mam¨¢ hace que se le quiebre la voz al evocar el sufrimiento de Lorena S¨¢nchez. Moro conserva una sudadera y un CD que le regal¨® a ese amor adolescente al que recuerda en su estado de WhatsApp: ¡°Guardo su sonrisa en mi cabeza eternamente¡±.
La mirada de la madre se empa?a al sentarse en el sof¨¢ de su casa con una foto de su hijo entre las manos: ¡°No me lo van a devolver, pero quiero un porqu¨¦¡±. Sus dos hermanos van a terapia. La mayor expresa su dolor, pero el menor, ?lex, de 11 a?os, apenas habla. No dice casi nada, aunque el tema no es tab¨² en el hogar. ?l sufre en silencio. Viste con ropa de su hermano David.