El choque de Feij¨®o con S¨¢nchez vendr¨¢ por las cuentas
El presidente pedir¨¢ a Feij¨®o la concertaci¨®n de partidos y agentes sociales | Los socialistas recordar¨¢n las subidas de impuestos de Rajoy en plena crisis | El l¨ªder del PP medir¨¢ qu¨¦ dosis de pactos no le da?en electoralmente
Nada de lo que expres¨® el nuevo presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en su discurso de entronizaci¨®n del pasado s¨¢bado hubiera chirriado en la voz del presidente saliente, Pablo Casado. O s¨ª. Esta convenci¨®n entre dirigentes del PP ¡ªleales a Feij¨®o, como todo el mundo en ese partido a d¨ªa de hoy y por bastante tiempo¡ª ten¨ªa como fondo buscar las diferencias. Alguna hay. La manera de concebir y vivir el Estado auton¨®mico que es Espa?a difiere de manera natural entr...
Nada de lo que expres¨® el nuevo presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en su discurso de entronizaci¨®n del pasado s¨¢bado hubiera chirriado en la voz del presidente saliente, Pablo Casado. O s¨ª. Esta convenci¨®n entre dirigentes del PP ¡ªleales a Feij¨®o, como todo el mundo en ese partido a d¨ªa de hoy y por bastante tiempo¡ª ten¨ªa como fondo buscar las diferencias. Alguna hay. La manera de concebir y vivir el Estado auton¨®mico que es Espa?a difiere de manera natural entre el saliente y el entrante. La lengua propia, la vocaci¨®n de ejercer todas las capacidades de la autonom¨ªa, de la gallega y de todas las dem¨¢s est¨¢n en los poros pol¨ªticos de Feij¨®o. No habr¨¢ discusi¨®n por ese lado como oposici¨®n al Gobierno central. El choque se vislumbra por la econom¨ªa y en si puede haber pacto entre el PP y el Gobierno.
?Qu¨¦ se puede hacer cuando la invasi¨®n rusa de Ucrania ha hecho encallar de nuevo una econom¨ªa que empezaba a crecer tras el frenazo de la pandemia, gracias a las medidas de est¨ªmulo europeas? La guerra ha desestabilizado los precios de la energ¨ªa, ha desbocado la inflaci¨®n y ha hecho que diversos sectores, a veces con intereses encontrados, se hayan levantado, lo que hace temer con fundamento una crisis de hondura.
Para buscar soluciones a la misma, el Gobierno quiere buscar la concertaci¨®n con los agentes sociales y con el Parlamento.
Las declaraciones de principios de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, propias de un discurso inaugural de liderazgo, pero no de gobierno, se quedan muy lejos de mojarse m¨¢s all¨¢ de los tobillos. Bajar impuestos es el estribillo de los populares que ha hecho suyo el presidente gallego. La demanda de rebajas fiscales, sean cu¨¢les sean las circunstancias, y pedir al mismo tiempo que se apoyen todas las exigencias de exenciones, bonificaciones y ayudas directas de los m¨¢s diversos sectores, es un imposible, seg¨²n el Gobierno y una parte sustancial de expertos econ¨®micos. La rebaja de la gasolina solo ha recibido por parte del PP la m¨¢s acerba cr¨ªtica.
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, le va a demandar al nuevo l¨ªder del PP algo m¨¢s que la simple petici¨®n de rebajar impuestos en la reuni¨®n de bienvenida que mantendr¨¢n en estos d¨ªas en el Palacio de la Moncloa. La franqueza est¨¢ garantizada, pero no el acuerdo, se?alan interlocutores de ambos lados. La pandemia ha incrementado el conocimiento y la cercan¨ªa entre el jefe de Gobierno y los presidentes auton¨®micos.
El respeto mutuo est¨¢ garantizado. No es ¨®bice para el desacuerdo y la oposici¨®n dura. El pol¨ªtico gallego quiere ser el pr¨®ximo presidente del Gobierno de Espa?a y, para conseguirlo, tiene que medir muy bien las dosis de pactos con aqu¨¦l al que quiere derribar. Vox le vigila, y el propio PSOE se encargar¨¢ de enfatizar que la alianza de gobierno entre PP y Vox est¨¢ asegurada si la izquierda no suma. El anticipo se ver¨¢ en breve con la constituci¨®n del Gobierno de Castilla y Le¨®n, y es muy probable que en pocos meses los populares necesiten el apoyo de Vox para completar la mayor¨ªa del actual presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.
S¨¢nchez sabe que conversar¨¢ y tratar¨¢ con un pol¨ªtico tan s¨®lido como habilidoso. Hasta ahora, en sus pocas semanas de l¨ªder in pectore hasta llegar al congreso extraordinario de Sevilla, ha sido tan duro con el Gobierno como el que m¨¢s. Pero si Feij¨®o decide apretar, el Ejecutivo tratar¨¢ de que pase de las musas al teatro y de que ning¨²n tema le sea ajeno y d¨¦ su opini¨®n sobre pol¨ªtica nacional, internacional, econom¨ªa, y todos los asuntos que competen a la vida del pa¨ªs.
La subida de impuestos que hizo en su d¨ªa Mariano Rajoy, que record¨® la diputada socialista Montse M¨ªnguez en el Congreso la pasada semana, circula como la p¨®lvora. S¨ª: esa fue una subida generalizada, en plena recesi¨®n y con necesidades del Estado interminables. En el encuentro de esta semana habr¨¢ franqueza e incluso partes de confidencialidad, sobre todo en asuntos como la relaci¨®n con Marruecos. El PP se ha sumado con br¨ªo a la cr¨ªtica al Gobierno por dar la espalda a los saharauis, pero ha evitado dar su opini¨®n sobre el fondo del asunto.
Las apuestas se suceden sobre si acordar¨¢n la aplazada renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial. Por muy urgente que sea subsanar esta anomal¨ªa democr¨¢tica, ser¨¢ la disposici¨®n al pacto en econom¨ªa, ante la grave situaci¨®n del pa¨ªs, lo que marque la reuni¨®n en La Moncloa. La decisi¨®n no est¨¢ cerrada y Feij¨®o tiene que sopesarla. Su partido no le discutir¨¢ la decisi¨®n, haga lo que haga en ese terreno. Vox le vigila, presto a denunciarle por colaboracionista si hay alg¨²n entendimiento con este gobierno