Cervezas con debate de tapas en Granada
Un comentario del alcalde sobre su oposici¨®n a fomentar los aperitivos gratis aviva la pol¨¦mica en la ciudad
¡°En Granada, con dos cervezas ya has comido¡±. Cualquiera ha o¨ªdo esa frase al contar que viaja a la ciudad andaluza. Esa es la fama que tiene, o arrastra, seg¨²n se mire, Granada, la ciudad de la tapa para muchos. Hace unos d¨ªas el alcalde granadino, Francisco Cuenca, hizo unos comentarios que sacaron a la luz un debate que se ven¨ªa escuchando en voz baja en la ciudad, tapa s¨ª, tapa no, un debate en apariencia menor que la ciudad se ha tomado muy en serio y que ha gene...
¡°En Granada, con dos cervezas ya has comido¡±. Cualquiera ha o¨ªdo esa frase al contar que viaja a la ciudad andaluza. Esa es la fama que tiene, o arrastra, seg¨²n se mire, Granada, la ciudad de la tapa para muchos. Hace unos d¨ªas el alcalde granadino, Francisco Cuenca, hizo unos comentarios que sacaron a la luz un debate que se ven¨ªa escuchando en voz baja en la ciudad, tapa s¨ª, tapa no, un debate en apariencia menor que la ciudad se ha tomado muy en serio y que ha generado bandos enfrentados. El dilema, m¨¢s all¨¢ de las habituales gracietas y folleta¨ªcas ?¨Dtonter¨ªas, en su traducci¨®n del granadino, como dijo el propio alcalde en un tuit tras saltar la pol¨¦mica¨D, es relevante para una ciudad tur¨ªstica y de servicios como esta.
En realidad, el debate no es tapa s¨ª, tapa no. El asunto es qu¨¦ tapa, de qu¨¦ calidad y a qu¨¦ precio. Esa es la espita que abri¨® Cuenca con sus palabras: ¡°El Ayuntamiento no va a promocionar m¨¢s las tapas gratis, nunca m¨¢s. Las tapas hay que pagarlas porque son alta gastronom¨ªa¡±. El contexto en el que se produjo esta declaraci¨®n fue la final de un concurso de tapas gourmet, por lo que queda claro que el alcalde se refer¨ªa a que hab¨ªa que apostar por la calidad de las tapas, aunque fueran de pago, m¨¢s que por tapas al peso que, en ocasiones, van acompa?adas de una calidad discutible.
Lo que s¨ª incluye la frase es una premisa discutible: se diga lo que se diga, la tapa nunca ha sido gratis, al menos no en los ¨²ltimos a?os. Esa frase de Cuenca, siempre pasa, fue traducida por algunos como que ¡°el alcalde proh¨ªbe las tapas¡±. D¨ªas despu¨¦s, se fue a un bar de su barrio, grab¨® un video y lo subi¨® a Twitter. Ah¨ª lo dej¨® claro: ¡°C¨®mo pollas voy a quitar yo las tapas si son se?a de identidad de Granada¡±.
En Granada, con sus excepciones en los centenares de bares que existen, se pagan 2,50 euros o algo m¨¢s por una cerveza o tinto de verano con tapa. Esa cerveza, sin tapa, cuesta dos euros en Valencia, 1,50 en Vitoria y C¨¢diz y entre 1,50 y 2 euros en M¨¢laga, una ciudad muy tur¨ªstica. En Palma, meca del turismo alem¨¢n y brit¨¢nico, la ca?a puede llegar a costar 2,50, ¡°y si pides cacahuetes, te los cobran por lo general¡±, cuenta un residente en la isla.
Es cierto que luego, en cualquiera de estos sitios, una tapa aparte ronda los tres euros, con lo que la cerveza y su acompa?amiento en Granada supone 2,5 euros y entre 4 y 5 en otras ciudades donde se sirve la bebida a secas. Se puede acordar, entonces, que la tapa en Granada es m¨¢s barata, s¨ª, pero no gratis. El truco, en ocasiones, est¨¢ en la segunda o tercera bebida. Con frecuencia, las siguientes bebidas es f¨¢cil que vengan sin tapa si se ha pedido alguna raci¨®n o si no se reclama. Y el problema en los bares de Granada es que las cervezas tienen precio ¨²nico, con o sin tapa. Si no te ponen la tapa, el precio es el mismo entonces que el que les ponen a los guiris en Mallorca.
Gregorio Garc¨ªa, presidente de la Federaci¨®n de Hosteler¨ªa de Granada, tiene varios puntos de partida en el debate. ¡°La ciudad no puede perder esa fama de ciudad de la tapa, porque le hace bien¡±, apunta. Sin embargo, cuenta, ¡°el futuro debe ir hacia la gastronom¨ªa de calidad, incluso en las tapas, aunque haya que pagarlas¡±. Garc¨ªa apuesta porque los bares y restaurantes vayan incluyendo una ¡°carta de tapas de pago, como en otras ciudades, que el cliente pueda elegir, aunque tenga que pagarlas aparte¡±. En definitiva, mantener la idiosincrasia granadina adaptando la situaci¨®n a clientes a los que les apetecen tapas especiales.
Jos¨¦ Antonio Due?as, propietarios del gastrobar Gallas 3, en una zona de estudiantes, est¨¢ de acuerdo con el alcalde. ¡°Eso de que ¡®con dos cervezas se come¡¯ es un peligro y es mentira, porque los granadinos tapeamos y luego comemos¡±, dice. El modelo del negocio de Due?as se asemeja al que pide Garc¨ªa. Tiene una carta de tapas gourmets que se piden aparte por un precio de tres euros.
Tanto Due?as como C¨¦sar, responsable de un restaurante cercano que tiene espacio para comer y para tapear, atemperan la palabra tapa y prefieren hablar de ¡°aperitivo¡±, un platillo de comida para acompa?ar la cerveza, pero que no deje el est¨®mago tan lleno como para que la comanda de la comida posterior se vea muy reducida. Ese es el riesgo del lema ¡°con dos cervezas se come¡± para los restaurantes, que la factura se reduce. Para los bares, en cambio, la venta de cerveza sube mucho y, con ello, el beneficio.
La ciudad tiene fama por sus tapas, pero estas, a veces, son de una calidad discutible. En algunas zonas, llenas estudiantes universitarios, el platillo que acompa?a a la bebida parece m¨¢s destinado a llenar la barriga que a ser degustado. Cecilia Cano, periodista de La Sexta en Granada, escribi¨® un tuit en plena pol¨¦mica que resum¨ªa perfectamente la situaci¨®n: ¡°Seamos sinceros, muchas de las tapas supuestamente gratis en Granada, ni lo son, ni est¨¢n ricas, ni las puedes elegir. ?Basta ya de hipocres¨ªas! Tapa s¨ª, por supuesto, pero prefiero pagar por ella, elegir y comer bien¡±.
Se suma a esa idea Candela Heredia que, mientras termina su cerveza, comenta: ¡°La tapa es un enga?abobos. Es una excusa para cobrar m¨¢s la bebida. Salvo excepciones, suelen ser mediocres. Prefiero pagar menos la bebida y pedir medias raciones de calidad y a mi elecci¨®n¡±.
A su lado, Juan insiste en la idea de que ¡°eso de que la tapa va de regalo no es as¨ª. Te la cobran en esos 2,50. Lo que me molesta es que en ciertos lugares hay que exigir la tapa¡±. Ana, en el otro extremo, es una estudiante de Bachillerato que responde sin dudar al dilema: ¡°Yo prefiero una tapa grande, aunque sea peor que una m¨¢s delicatesen, la verdad¡±. Y en ese debate, que nunca deber¨ªa girar entre elegir mucho y malo o poco y bueno, anda la ciudad.