Los barones del PP se preparan para replicar el pacto con Vox de Castilla y Le¨®n
Los l¨ªderes territoriales defienden que el precedente de Ma?ueco servir¨¢ para ¡°reproducir en muchos sitios¡± la alianza con la extrema derecha
Mientras en las elecciones francesas el auge de los extremismos ha situado a los Republicanos ¨Dy al Partido Socialista¨D al borde de la desaparici¨®n, en Espa?a el principal partido conservador ha iniciado en la misma semana la normalizaci¨®n de Vox, los radicales a su derecha, al ...
Mientras en las elecciones francesas el auge de los extremismos ha situado a los Republicanos ¨Dy al Partido Socialista¨D al borde de la desaparici¨®n, en Espa?a el principal partido conservador ha iniciado en la misma semana la normalizaci¨®n de Vox, los radicales a su derecha, al dejarles entrar por primera vez en uno de sus Gobiernos auton¨®micos. Nadie sabe a¨²n con qu¨¦ resultado, para el sistema democr¨¢tico espa?ol y para el PP que ahora lidera Alberto N¨²?ez Feij¨®o; pero una cosa es segura: el escenario ha cambiado. El Gobierno de Castilla y Le¨®n, forjado con concesiones program¨¢ticas del PP a Vox, es un precedente que condiciona la pol¨ªtica de alianzas de Feij¨®o. Sea cual sea la estrategia que quiera llevar el nuevo l¨ªder popular con la extrema derecha (de momento se maneja en un juego de equilibrios), los barones populares se agarran a este pacto para defender que, all¨ª donde sea posible la suma con los de Santiago Abascal, el PP podr¨¢ reproducir la alianza con los ultras para gobernar.
La tesis asumida entre los l¨ªderes territoriales populares, seg¨²n media docena de ellos consultados, es que una vez cruzado el Rubic¨®n de un Gobierno conjunto con Vox nadie podr¨¢ impedirles seguir el mismo camino. ¡°Con este pacto se abre un mel¨®n que hasta ahora estaba cerrado. Saldremos a ganar, pero despu¨¦s, all¨ª donde se pueda formar un Gobierno con estabilidad, el camino es el que ha abierto Castilla y Le¨®n. En muchos Ayuntamientos vamos a sumar con Vox. Y all¨ª donde se sume, habr¨¢ que gobernar¡±, defiende un presidente auton¨®mico popular.
El mapa de pactos territoriales puede acabar pintado de color verdiazul despu¨¦s de las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo del a?o pr¨®ximo. ¡°Creo que hay que asumir que esto puede ocurrir en decenas de ciudades y unas cuantas comunidades aut¨®nomas¡±, analiza otro bar¨®n del PP, que tambi¨¦n cree que estos acuerdos pueden propagarse. ¡°Depender¨¢ de la actitud de Vox, de si hacen o no barbaridades desde el Gobierno. Si no las hacen en Castilla y Le¨®n, desaparecer¨¢ el miedo a Vox. Y si las hacen ser¨¢ un l¨ªo, claro¡±.
Muchos dirigentes regionales del PP hacen cuentas y prev¨¦n que, si se les permite formar una coalici¨®n con los ultras, podr¨¢n alcanzar el poder. Por ejemplo, en plazas tan relevantes como la Comunidad Valenciana, donde el PP cree que apoy¨¢ndose en Vox podr¨ªa arrebatar el poder al pacto del Bot¨¤nic suscrito entre las formaciones de izquierdas. Pero tambi¨¦n podr¨ªa funcionar, estiman, en territorios en manos de la izquierda donde la extrema derecha est¨¢ fuerte, como Castilla-La Mancha.
De momento, el poder territorial del PP ha visto que Feij¨®o ha dejado hacer en Castilla y Le¨®n, pero el partido todav¨ªa aguarda los pr¨®ximos pasos del l¨ªder. Se percibe un cierto desconcierto en el PP sobre la estrategia de Feij¨®o con Vox, que nadie tiene del todo clara. ¡°Hay que dejar hilo a la cometa. Veremos qu¨¦ hace en Andaluc¨ªa y en las municipales y auton¨®micas¡±, apunta un l¨ªder regional en relaci¨®n con los pr¨®ximos hitos del calendario electoral.
Las andaluzas ser¨¢n la primera prueba. Por un lado, porque Feij¨®o ser¨¢ entonces el l¨ªder del PP con todas las garant¨ªas y no podr¨¢ desvincularse del Gobierno que surja de las urnas. Por otro, porque la decisi¨®n se prev¨¦ dif¨ªcil si el PP no logra una mayor¨ªa amplia, ya que los populares no pueden permitirse perder el poder en un tradicional basti¨®n de la izquierda, que es adem¨¢s la comunidad m¨¢s poblada de Espa?a.
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, amigo y aliado de Feij¨®o, ha defendido su autonom¨ªa para decidir y no ha cerrado la puerta a la extrema derecha si est¨¢ dispuesta a ¡°practicar un pragmatismo en la gesti¨®n¡±, como sostuvo en una entrevista en EL PA?S. ¡°Para dar ese salto tiene que entender que gobierna para todos, no para unos pocos. Y yo creo que cada presidente auton¨®mico tiene que hacer sus pactos. No se puede pilotar eso desde Madrid¡±, a?adi¨®. El PP baronizado de Feij¨®o implica tambi¨¦n que los presidentes reivindican su mando en plaza, lo que complicar¨ªa a G¨¦nova las cosas si quisiera impedir pactos con la extrema derecha.
Mientras ese momento llega, el PP prepara el discurso justificativo de la alianza con los ultras, sin plantearse nada parecido a un cord¨®n sanitario como el de Francia. All¨ª, la l¨ªder de los Republicanos ¡ªel partido hermano del PP¡ª, Val¨¦rie P¨¦cresse (tras un batacazo formidable, con menos del 5% de los votos), ha pedido el voto por Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las presidenciales y ha subrayado el rechazo del centro-derecha franc¨¦s a ¡°los extremismos, que personifica en Marine Le Pen.
En Espa?a, en cambio, no hay voces en el PP que rechacen pactar con el partido hom¨®logo a Le Pen, a pesar de los continuos avisos de Bruselas: el jefe de los populares europeos, el polaco Donald Tusk, calific¨® en su d¨ªa de ¡°capitulaci¨®n¡± y ¡°triste sorpresa¡± el pacto PP-Vox. Frente a ese rechazo sin ambages, Feij¨®o ha utilizado el argumento de la ¡°estabilidad¡± para defender el Gobierno de Castilla y Le¨®n. Ese relato va calando entre las baron¨ªas populares, que a?aden que los errores ajenos (que el PSOE haya acordado con partidos independentistas o Bildu los Presupuestos Generales del Estado) justifican los propios. ¡°Ojal¨¢ en Andaluc¨ªa y en Espa?a el PP tenga mayor¨ªa absoluta, pero si no lo consigue prefiero pactar con un partido democr¨¢tico y constitucionalista [Vox] que con un partido golpista o con el partido dirigido por los jefes de ETA. La izquierda no puede darnos lecciones¡±, defiende otro l¨ªder auton¨®mico del PP pese a las controvertidas opiniones de Vox, que quiere suprimir un t¨ªtulo completo de la Constituci¨®n: el octavo, sobre el Estado de las Autonom¨ªas).
Los presidentes auton¨®micos populares, eso s¨ª, admiten ¡ªsiempre bajo un estricto anonimato¡ª que Ma?ueco negoci¨® mal, seguramente por la debilidad del PP en ese momento (en plena guerra interna que descabalg¨® a Pablo Casado) y que el PP jugar¨¢ mejor sus cartas la pr¨®xima vez que Vox tenga la llave de su Gobierno. Los l¨ªderes regionales creen adem¨¢s que Feij¨®o apostar¨¢ por ¡°la realpolitik¡± y pactar¨¢, incluso para llegar a La Moncloa. ¡°Creo que el PP no renunciar¨¢ a gobernar por hacerle un cord¨®n sanitario a Vox. Si gana las elecciones y el PSOE no facilita el Gobierno, habr¨¢ pacto con Vox. Es as¨ª de sencillo¡±, resume un bar¨®n.