El error de la directora del servicio secreto
Paz Esteban perdi¨® sus ¨²ltimos apoyos en el Gobierno al revelar en el Congreso que Pere Aragon¨¨s hab¨ªa sido espiado, sin explicar las razones
La hasta ahora directora del servicio secreto, Paz Esteban (Madrid, 64 a?os), no ha cometido ninguno de los errores que se le imputan y a los que, oficiosamente, se atribuye su relevo. El centro que ella dirig¨ªa no fue responsable de que los m¨®viles del presidente del Gobierno, la ministra de Defensa y el ministro del Interior (adem¨¢s de, posiblemente, la entonces titular de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya) fueran atacados con el programa Pegasus en mayo de 2021....
La hasta ahora directora del servicio secreto, Paz Esteban (Madrid, 64 a?os), no ha cometido ninguno de los errores que se le imputan y a los que, oficiosamente, se atribuye su relevo. El centro que ella dirig¨ªa no fue responsable de que los m¨®viles del presidente del Gobierno, la ministra de Defensa y el ministro del Interior (adem¨¢s de, posiblemente, la entonces titular de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya) fueran atacados con el programa Pegasus en mayo de 2021.
Es cierto que el Centro Criptol¨®gico Nacional (CCN), dependiente del CNI, era el ¨²nico organismo del Estado con capacidad para detectar la infecci¨®n por el virus de dise?o israel¨ª, pero el CCN no pod¨ªa someter los tel¨¦fonos de los m¨¢ximos responsables de la seguridad del Estado a un an¨¢lisis forense, como el que se ha realizado ahora, si estos no se los entregaban voluntariamente. Y ning¨²n protocolo obligaba a chequearlos cada cierto tiempo. El organismo encargado de dictar las normas de uso de los m¨®viles en La Moncloa era la Unidad de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones de Presidencia del Gobierno.
Tampoco puede reprocharse a la directora del servicio secreto haber espiado el tel¨¦fono del actual presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, si, como ella asegur¨® y acredit¨® con documentaci¨®n, lo hizo con autorizaci¨®n judicial y en cumplimiento de los objetivos que el Gobierno impuso al CNI en la Directiva de Inteligencia (aunque la vigente date de marzo de 2019 y no se haya actualizado desde entonces, pese a tener car¨¢cter anual). Se le podr¨ªa achacar, si ocurri¨® as¨ª, el no haber informado a Pedro S¨¢nchez de que el l¨ªder de ERC estaba bajo el punto de mira del centro de inteligencia, pero La Moncloa ya dej¨® claro, cuando salt¨® p¨²blicamente el espionaje a Aragon¨¨s, que el presidente ni sab¨ªa ¡°ni quer¨ªa saber¡±. La ministra de Defensa, Margarita Robles, sali¨® en apoyo de Paz Esteban diciendo que esta estaba ¡°aguantando imputaciones que no se corresponden con la realidad¡±.
No obstante, hay un hecho que nadie le ha reprochado oficialmente a Esteban, pero que le ha hecho perder los apoyos que a¨²n conservaba en el Gobierno: la falta de explicaciones de por qu¨¦ se espi¨® a Aragon¨¨s. La propia Robles hab¨ªa adelantado en el pleno del Congreso algunos de los motivos que justificar¨ªan que l¨ªderes independentistas fueran rastreados por el servicio secreto. ¡°?Qu¨¦ tiene que hacer un Gobierno cuando alguien vulnera la Constituci¨®n, declara la independencia, corta las v¨ªas p¨²blicas, realiza des¨®rdenes, cuando alguien est¨¢ teniendo relaciones con dirigentes pol¨ªticos de un pa¨ªs que est¨¢ invadiendo Ucrania?¡±, plante¨® la titular de Defensa el 27 de abril en el hemiciclo, provocando las protestas de los independentistas.
Se esperaba que, cuando Paz Esteban compareciera el pasado jueves a puerta cerrada en la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso, se explayara en desarrollar estos argumentos, pero no lo hizo. Se limit¨® a dejar a cada uno de los 10 portavoces de los grupos parlamentarios una copia de las resoluciones judiciales que autorizaban 18 intervenciones telef¨®nicas y ofreci¨® una explicaci¨®n gen¨¦rica, sin referirse a ning¨²n caso concreto. Algunos diputados tomaron nota de la resoluci¨®n que afectaba a Pere Aragon¨¨s y la filtraron a la prensa. Pero nadie explic¨® por qu¨¦ el juez del Tribunal Supremo Pablo Lucas acept¨® la petici¨®n de espiar, en octubre de 2019, a quien entonces era vicepresidente de la Generalitat de Catalu?a. Tampoco la directora del CNI ofreci¨® ninguna raz¨®n.
La falta de explicaciones dej¨® en el aire la sospecha, aventada por el independentismo, de que el Gobierno hizo espionaje pol¨ªtico. Aunque las fechas de intervenci¨®n del tel¨¦fono de Aragon¨¨s que aport¨® Esteban en el Congreso se refer¨ªan al oto?o de 2019 ¨Dcuando estall¨® en Catalu?a la ola de disturbios, algunos muy violentos, dirigida por Tsunami Democr¨¤tic tras la sentencia del proc¨¦s¨D, fuentes cercanas al hoy president sospechan que fue escuchado tambi¨¦n en enero de 2020, mientras se estaba negociando el apoyo de ERC a la investidura de Pedro S¨¢nchez. Es una acusaci¨®n demoledora para el Gobierno, pero tambi¨¦n para el prestigio del propio servicio secreto. No es cre¨ªble que un magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo firmara la autorizaci¨®n para interceptar el tel¨¦fono de un cargo p¨²blico si la solicitud no inclu¨ªa s¨®lidos argumentos. Pero, si estos existieron, han quedado en la penumbra, al menos hasta que se desclasifique la resoluci¨®n que autoriz¨® la escucha a Aragon¨¨s, si se desclasifica. Aun as¨ª, ya ser¨¢ tarde para Paz Esteban.
La hasta ahora directora del CNI ha sido la primera mujer al frente del servicio secreto espa?ol y tambi¨¦n la primera agente del centro en ocupar su direcci¨®n general, con rango de secretaria de Estado. Cuarta responsable del Centro Nacional de Inteligencia desde su creaci¨®n, en mayo de 2002, ha estado dos a?os y diez meses en el cargo, siete de ellos con car¨¢cter interino.
Persona muy discreta, como corresponde a su profesi¨®n de esp¨ªa, se sabe poco de su vida privada: que est¨¢ casada y tiene una hija que media la veintena. Estudi¨® Filosof¨ªa y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, y se especializ¨® en historia antigua y medieval. Preparaba oposiciones para archivos y bibliotecas cuando un pariente le recomend¨® presentarse para un puesto en el Ministerio de Defensa. Result¨® ser el Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (Cesid), el servicio secreto espa?ol.
Ingres¨® hace 39 a?os, cuando la inmensa mayor¨ªa de los esp¨ªas espa?oles eran militares y las escasas mujeres del centro trabajaban como secretarias. Hoy el CNI tiene un 70% de civiles y un tercio de mujeres; algunas, en puestos de alta direcci¨®n. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sede central del servicio secreto, sobre todo haciendo an¨¢lisis de inteligencia exterior.
En 2010, el general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n la puso al frente de su gabinete t¨¦cnico, cuyo cometido no era llevarle la agenda ni organizar sus viajes, como ocurre en los gabinetes de los ministerios, sino elaborar documentos de car¨¢cter estrat¨¦gico. Se trataba de crear una especie de divisi¨®n de estrategia y planes, como las que existen en el Ej¨¦rcito, capaz de mirar m¨¢s all¨¢ de las urgencias del d¨ªa a d¨ªa.
En junio de 2017, Beatriz M¨¦ndez de Vigo, hermana del exministro del PP ??igo M¨¦ndez de Vigo, dej¨® el puesto de secretaria general del CNI para marchar al extranjero y Paz Esteban la sustituy¨® como n¨²mero dos. Era la cuarta mujer que ocupaba el cargo, reservado para un funcionario de carrera del servicio secreto, y nada hac¨ªa pensar que llegar¨ªa m¨¢s lejos que sus antecesoras. Era la jefa de personal de los m¨¢s 3.000 esp¨ªas espa?oles, un puesto en el que es f¨¢cil ganarse un tropel de descontentos y agraviados, pero ella, seg¨²n quienes la conocen, evitaba conflictos y no generaba filias ni fobias.
En julio de 2019, tras completar 10 a?os en el cargo, el general Sanz Rold¨¢n se jubil¨®, y el Gobierno, que estaba en funciones, no pod¨ªa nombrar sucesor. Paz Esteban se qued¨® interinamente en el puesto, y en los siete meses siguientes se gan¨® la confianza de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que hab¨ªa recuperado el control del CNI para su departamento. En febrero de 2020, ya con un Gobierno con plenos poderes, fue ratificada como primera directora del CNI. Hasta este martes.