Feij¨®o no tiene alicientes para pactar con S¨¢nchez
El Gobierno da por seguro que el PP sigue en el mismo camino de Casado | La Moncloa quiere renovar el Poder Judicial antes de abordar negociaciones
Alberto N¨²?ez Feij¨®o pidi¨® tiempo a Pedro S¨¢nchez. Cuando ambos se reunieron en abril, el l¨ªder del PP no estaba en condiciones de responder al bloque de propuestas susceptibles de ser negociadas que le presentaba el jefe del Gobierno. No han pasado ni cinco semanas desde ese encuentro, pero s¨ª suficientes acontecimientos como para que La Moncloa haya acumulado razones para proclamar que N¨²?ez Feij¨®o y Pablo Casado est¨¢n unidos p...
Alberto N¨²?ez Feij¨®o pidi¨® tiempo a Pedro S¨¢nchez. Cuando ambos se reunieron en abril, el l¨ªder del PP no estaba en condiciones de responder al bloque de propuestas susceptibles de ser negociadas que le presentaba el jefe del Gobierno. No han pasado ni cinco semanas desde ese encuentro, pero s¨ª suficientes acontecimientos como para que La Moncloa haya acumulado razones para proclamar que N¨²?ez Feij¨®o y Pablo Casado est¨¢n unidos por la misma estrategia. ¡°Las diferencias son solo de decibelios¡±, no de fondo, se?alan interlocutores del ¨¢mbito socialista. El caso es que el l¨ªder del PP, que ser¨¢ senador por designaci¨®n auton¨®mica en un par de semanas, no encuentra alicientes, ventajas ni razones que lleven a establecer una estrategia de reformas pactadas. Y el Gobierno tampoco se ve con ganas ni disposici¨®n de entrar en un ciclo de conversaciones, del que duda que salga algo en claro.
En el lado del Gobierno se acumulan razones para dar al traste con cualquier expectativa, de acuerdo con el PP. Los populares ponen sobre la mesa sus propuestas para que el Ejecutivo incluya al menos una en sus planes; y, si no cumple esta condici¨®n, se rompe la baraja. El Ejecutivo, por su lado, recela del m¨¦todo de negociaci¨®n empleado por los populares, que no difiere del utilizado por Casado, aseguran. Despu¨¦s de tres a?os largos, los innumerables intentos de renovar el caducado ¨®rgano de gobierno de los jueces vuelven a sepultarse.
No se cerr¨® ning¨²n compromiso en la reuni¨®n del 7 de abril en La Moncloa, aunque S¨¢nchez insisti¨® en la falla democr¨¢tica que supone no renovar los ¨®rganos constitucionales. Feij¨®o habl¨® de cambio del modelo de elecci¨®n y quedaron en poner en pie la negociaci¨®n con el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, y el vicesecretario de Acci¨®n Institucional y eurodiputado popular, Esteban Gonz¨¢lez Pons.
Reunirse y hablar lo han hecho. Los dos son interlocutores de peso, pero nadie se atreve a asegurar que vaya a haber pacto. Lo prioritario para el Gobierno es que se renueve el Consejo General del Poder Judicial y no que se cambie el modelo. Esa modificaci¨®n deber¨ªa abordarse despu¨¦s de cumplir la legalidad y que un nuevo Consejo empiece su mandato. No es ese el planteamiento del PP, que quiere empezar con el cambio en el sistema de elecci¨®n de los vocales judiciales. Con ese compromiso, argumentan, se podr¨ªa volver a hablar de los nombres para sustituir a los actuales miembros con el mandato caducado y a su presidente, Carlos Lesmes. ¡°Eso es trampa¡±, claman en el Gobierno, reticente, adem¨¢s, a cambiar el modo de elecci¨®n de los vocales para que estos se elijan entre los jueces. ¡°No es nuestro modelo, no creemos que sea mejor en absoluto¡±, se?alan fuentes gubernamentales. Si a esta discrepancia de principio se une que la campa?a electoral para los comicios del 19 de junio en Andaluc¨ªa ya est¨¢ en marcha, el sustento para iniciar el di¨¢logo es muy pobre.
Feij¨®o pidi¨® tiempo a S¨¢nchez ese 7 de abril al enterarse sobre la marcha de las propuestas del presidente, adelantadas por EL PA?S, sobre los once asuntos susceptibles de negociar. No hay gritos de Feij¨®o desde las tribunas en las que se coloca todos los d¨ªas para que su voz se escuche. Las escaramuzas internas del Gobierno de coalici¨®n y los problemas objetivos y graves que tiene que el Ejecutivo dan material de sobra al PP para que se zambulla en la cr¨ªtica m¨¢s severa. Por tanto, no hay razones para acercarse al Gobierno, cuando Vox sigue al alza y la campa?a est¨¢ en marcha.
Todo sigue igual, incluido lo que les une, como es el actuar de dique en defensa de la monarqu¨ªa constitucional, encarnada por Felipe VI, y salvaguardar asuntos de defensa y seguridad. A finales de mes, el PP pondr¨¢ en la picota al Gobierno por el caso Pegasus. Sin entrar en el asunto de fondo, pondr¨¢ el ¨¦nfasis en la destituci¨®n de la directora del CNI, Paz Esteban, y en el mal lugar en que han quedado los miembros del CNI. No tendr¨¢ en cuenta que tanto el presidente del Gobierno, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, han sufrido una invasi¨®n de sus comunicaciones. Esta es la raz¨®n por la cual el Gobierno justificar¨¢ la destituci¨®n de Esteban.
Pero ese dato no le interesa al PP, sino la relaci¨®n del Ejecutivo con los independentistas y por qu¨¦ negoci¨® con ellos su investidura al tiempo que el servicio secreto les vigilaba por supuestas irregularidades, que, al parecer, no han tenido traducci¨®n pr¨¢ctica en los tribunales. El Gobierno es el responsable, y no el CNI, seg¨²n la visi¨®n popular. S¨ª est¨¢n unidos, sin embargo, en impedir que prospere la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Congreso. En lo dem¨¢s, que es todo, incluida la econom¨ªa, el Gobierno sabe que solo puede contar con su bloque de investidura, a pesar de las dificultades crecientes.