El Gobierno vasco rechaza 200 de las 310 solicitudes de presos para cumplir condena en sus c¨¢rceles
Desde que asumi¨® la gesti¨®n de las prisiones en Euskadi, el Ejecutivo de Urkullu ha aceptado 36 peticiones de condenados por terrorismo de ETA
Centenares de presos han solicitado ser trasladados a los centros penitenciarios de Zaballa (?lava), Basauri (Bizkaia) y Martutene (Gipuzkoa) desde que el Gobierno vasco asumiera, el pasado 1 de octubre, su gesti¨®n. Seg¨²n el Departamento de Igualdad, Justicia y Pol¨ªticas Sociales, en estos 10 meses han recibido 310 solicitudes, de las que ha rechazado 200. Entre las aceptadas, ...
Centenares de presos han solicitado ser trasladados a los centros penitenciarios de Zaballa (?lava), Basauri (Bizkaia) y Martutene (Gipuzkoa) desde que el Gobierno vasco asumiera, el pasado 1 de octubre, su gesti¨®n. Seg¨²n el Departamento de Igualdad, Justicia y Pol¨ªticas Sociales, en estos 10 meses han recibido 310 solicitudes, de las que ha rechazado 200. Entre las aceptadas, 36 corresponde a reclusos condenados por su actividad en ETA. Otros cinco internos etarras est¨¢n pendientes. Por el contrario, en el mismo periodo, solo 96 internos que estaban recluidos en ellas han pedido abandonarlas para ir a penales de fuera de la comunidad. A 63 se les ha aceptado, seg¨²n datos del Ejecutivo vasco. Las c¨¢rceles de Euskadi tienen en la actualidad 1.516 reclusos ¨Dm¨¢s de un centenar son miembros de la extinta organizaci¨®n terrorista¨D y est¨¢n, seg¨²n fuentes del Ejecutivo vasco, al l¨ªmite de su capacidad con la plantilla de funcionarios de la que disponen. En numerosas actas de resoluci¨®n con las que el Gobierno de Vitoria ha rechazado por ¡°improcedente¡± el traslado a sus c¨¢rceles de presos se recoge, precisamente, como causa la ¡°escasez de plazas en los centros penitenciarios de Euskadi¡±.
Esta atracci¨®n que ejercen las c¨¢rceles vascas sobre la poblaci¨®n reclusa del resto de las prisiones de Espa?a ya fue reconocida por la consejera Beatriz Artolazabal (PNV) en una respuesta parlamentaria del pasado abril: ¡°Parece que el traspaso ha podido generar expectativas de ingreso en centros vascos o de traslado a los mismos de m¨¢s personas que anteriormente, o de personas que no hab¨ªan mostrado dicho inter¨¦s o se les hab¨ªa denegado por improcedente¡±. En aquel momento, cuando se cumpl¨ªan seis meses desde que Vitoria asumiera la competencia, el Ejecutivo vasco hab¨ªa rechazado ya 110 solicitudes y aceptado otras 80, de las que 29 eran de presos de ETA. Las cifras actuales apuntalan esta tendencia.
Penas en r¨¦gimen abierto
Jaime Tapia, magistrado y asesor en pol¨ªtica penitenciaria del Ejecutivo de I?igo Urkullu, apunta a que buena parte de este incremento puede estar motivado por la anunciada aspiraci¨®n del Gobierno vasco de potenciar el tercer grado o semilibertad para que, al menos, el 40% de los reclusos (el 50% en el caso de las mujeres) cumplan sus penas en r¨¦gimen abierto. En la actualidad ya hay 442, el 29%, un porcentaje superior al del resto de las c¨¢rceles del estado, que se situaba el pasado junio en el 18,8%. Algunas asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo recelan de esta medida y el PP y Vox acusan al Gobierno vasco de plantear con ello un modelo penitenciario ¡°a la medida de ETA¡±.
Tapia entiende como ¡°una aspiraci¨®n leg¨ªtima¡± que presos encarcelados en otras comunidades pidan el traslado para intentar acceder antes a beneficios penitenciarios, pero niega que con ello se est¨¦ dando un trato de favor a los presos de ETA. ¡°Se trata a todos los internos por igual¡±, recalca y asegura que se ha rechazado la llegada de algunos etarras, cuyo n¨²mero no concreta. ¡°Los presos de ETA tienen unas circunstancias especiales. Han pasado much¨ªsimos a?os en primer grado [penitenciario, el m¨¢s duro], a veces de modo no justificado, y han cumplido gran parte de sus condenas en c¨¢rceles muy alejados del Pa¨ªs Vasco, y eso se tiene en cuenta a la hora de aceptar su traslado¡±, a?ade.
El principal argumento que esgrimen los presos para solicitar un traslado de prisi¨®n es la supuesta cercan¨ªa del centro al que quieren ir con su lugar de arraigo familiar y social. Es una posibilidad contemplada en la ley general penitenciaria para facilitar la reinserci¨®n. Sin embargo, la aplicaci¨®n de este precepto no es autom¨¢tica y la decisi¨®n final queda en manos de la Administraci¨®n, que es la que en ¨²ltima instancia asigna a los presos a uno u otro penal por motivos de organizaci¨®n. ¡°La ley deja a la Administraci¨®n un amplio margen de interpretaci¨®n que puede derivar en arbitrariedad¡±, se?ala Blanca Ramos, presidenta de la subcomisi¨®n de derecho penitenciario del Consejo General de la Abogac¨ªa. No obstante, el recluso siempre puede recurrir la decisi¨®n.
Tapia recalca que ¡°el traslado por arraigo no constituye un derecho subjetivo [de los internos]¡± y recuerda que no existe ¡°una norma escrita¡± que determine cu¨¢les son los requisitos m¨ªnimos para considerar constatada esa vinculaci¨®n con un lugar. ¡°Hemos tenido presos que han pedido el traslado alegando que ten¨ªan a sus padres, a un hermano o, incluso, a un primo en Euskadi, pero cuya mujer e hijos, que son los que habitualmente se comunicaban con ¨¦l [visitas a prisi¨®n y llamadas telef¨®nicamente], viv¨ªan cerca de donde estaban recluidos. A estos se les ha rechazado¡±, explica el asesor del Gobierno vasco. La responsable de derecho penitenciario del Consejo General de la Abogac¨ªa insiste que cada caso debe estudiarse de modo individual y pide que ¡°se prime lo que plantea el interno para decidir sobre si existe arraigo o no, siempre que no haya un motivo justificado como, por ejemplo, una medida de alejamiento recogida en una sentencia¡±.
En estos 10 meses, el Gobierno vasco se ha enfrentado a toda una casu¨ªstica de peticiones de traslados a sus c¨¢rceles que, en opini¨®n de fuentes del Departamento de Justicia, explican el alto n¨²mero de solicitudes rechazadas. ¡°Las razones para no aceptarlas son diversas y, a veces, m¨²ltiples o combinadas¡±, a?aden. As¨ª, se ha negado el traslado a presos que deb¨ªan estar a disposici¨®n de juzgados y tribunales de otras comunidades aut¨®nomas porque tienen procesos judiciales pendientes. En otras ocasiones, porque sobre el interno exist¨ªa una orden judicial de expulsi¨®n de Espa?a una vez cumpliera su condena. El Gobierno vasco tambi¨¦n ha alegado en ocasiones que las c¨¢rceles vascas no cuentan con determinados ¡°recursos de tratamiento id¨®neos para el abordaje de las necesidades espec¨ªficas¡± para el interno o, incluso, que en algunos casos no constaba la imprescindible petici¨®n expresa del preso para ser cambiado de c¨¢rcel.
Tambi¨¦n se le ha denegado a reclusos que ya hab¨ªan estado antes del traspaso de las competencias en algunas de las tres c¨¢rceles vascas, pero que en su d¨ªa fueron llevados a otros penales ¡°por desadaptaci¨®n regimental¡±, es decir, por conflictivos. Tapia se?ala que en estos meses se ha producido un fen¨®meno curioso: personas reci¨¦n condenadas en otras comunidades que han acudido con la orden de ingreso en prisi¨®n a las c¨¢rceles vascas para empezar a cumplir sus penas en estas. Tapia detalla que la actualidad hay ¡°entre 300 y 400 presos¡± en c¨¢rceles vascas que no tienen ning¨²n arraigo con la comunidad. ¡°?Significa eso que les vamos a mandar a otras c¨¢rceles? Ni muchos menos. Algunos est¨¢n inmersos en procesos de reinserci¨®n que no conviene cortar. No se trata de hacer un intercambio de presos con Interior¡±, recalca.
Funcionarios de prisiones destinados en Euskadi critican los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo vasco para rechazar tantas peticiones y le acusan de aceptar ¨²nicamente a internos poco conflictivos para lograr ¡°una poblaci¨®n reclusa a la medida¡±. Otro trabajador a?ade que con los presos de ETA se cumple esta supuesta premisa: ¡°No son problem¨¢ticos. Se han integrado en el d¨ªa a d¨ªa penitenciario con la intenci¨®n de acceder a beneficios¡±. En la actualidad, de los m¨¢s de 1.500 reclusos que dependen de los tres centros penitenciarios de Euskadi, seis (el 0,4 %) estaban clasificados en primer grado, el r¨¦gimen penitenciario que se aplica a presos peligrosos o que muestran una clara inadaptaci¨®n. En las prisiones dependientes de Interior, donde en junio hab¨ªa algo m¨¢s de 47.000 presos, eran 372 (el 0,8%).
Tapia rechaza estas acusaciones y se?ala que, antes de que el Gobierno transfiriera la gesti¨®n de las tres prisiones al Ejecutivo vasco, el perfil de los internos all¨ª encarcelados era muy similar al actual y que ya entonces, como ahora, no hab¨ªa m¨®dulos con medidas de seguridad espec¨ªficas para acoger a presos en primer grado. ¡°El a?o que viene habr¨¢ uno en [la prisi¨®n de] Zaballa¡±, avanza.