El padre del autor del tiroteo en Ciudad Real, a un hombre que quiso auxiliarlo: ¡°?M¨¦tete en el coche, que te va a matar!¡±
Testigos y vecinos narran el suceso en el que un hombre ha matado a un agricultor y a un polic¨ªa antes de caer abatido a tiros
Hacia las diez y media de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, un octogenario ped¨ªa ayuda en mitad de una carretera de Ciudad Real. ¡°Estaba ensangrentado¡±, cuenta Antonio L¨®pez G¨®mez, que detuvo su veh¨ªculo para socorrerlo, creyendo que alguien lo hab¨ªa atropellado y que luego se hab¨ªa dado a la fuga, dej¨¢ndolo herido. L¨®pez G¨®mez se baj¨® de su coche para acercarse al hombre, pero inmediatamente este le grit¨®: ¡°?M¨¦tete, m¨¦tete, que te va a matar!¡±. El conductor mir¨® bien a su entorno y avist¨®, a unos 100 metros, a otro hombre que, escopeta en mano, se mov¨ªa de un lado a otro de una valla de madera fre...
Hacia las diez y media de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, un octogenario ped¨ªa ayuda en mitad de una carretera de Ciudad Real. ¡°Estaba ensangrentado¡±, cuenta Antonio L¨®pez G¨®mez, que detuvo su veh¨ªculo para socorrerlo, creyendo que alguien lo hab¨ªa atropellado y que luego se hab¨ªa dado a la fuga, dej¨¢ndolo herido. L¨®pez G¨®mez se baj¨® de su coche para acercarse al hombre, pero inmediatamente este le grit¨®: ¡°?M¨¦tete, m¨¦tete, que te va a matar!¡±. El conductor mir¨® bien a su entorno y avist¨®, a unos 100 metros, a otro hombre que, escopeta en mano, se mov¨ªa de un lado a otro de una valla de madera frente a una casa: era el hijo de quien le ped¨ªa ayuda.
¡°Me resguard¨¦ al otro lado del coche¡±, cuenta horas despu¨¦s. ¡°Entonces el hombre dispar¨®. Fueron dos tiros que impactaron en la parte trasera del veh¨ªculo¡±, afirma. ¡°Me podr¨ªa haber matado¡±, recuerda con el susto y la pena metidos en el cuerpo. Un polic¨ªa local de 41 a?os, Alejandro Congosto, y un agricultor de 61, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, no pudieron esquivar las balas que salieron de la misma arma. Y ambos han fallecido este mi¨¦rcoles a consecuencia de esos balazos, disparados por Alfonso Lamas G., un vecino de la zona que la emprendi¨® a tiros tras discutir con su padre, que logr¨® huir del tiroteo. Otras tres personas han resultado heridas. Alrededor de las 12.30, el autor de los disparos result¨® abatido, seg¨²n fuentes de la subdelegaci¨®n del Gobierno en Ciudad Real. El teniente coronel jefe de la comandancia provincial de la Guardia Civil, Juan Antonio Valle, ha asegurado que no hubo ¡°opci¨®n a negociar con el tirador, porque todo el que se pon¨ªa a su alcance le disparaba con un fusil¡±.
La carretera CR-4116, que une Argamasilla de Calatrava y Villamayor de Calatrava, dos pueblos de Ciudad Real, ha sido el lugar del suceso. El origen, una discusi¨®n entre un padre, el octogenario que ped¨ªa ayuda, y su hijo, el autor de los disparos. En esta zona de paisajes amarillos y cultivos de cereal, a padre e hijo los conocen como Los Alfonsos, cuentan los vecinos, que aseguran que ambos sol¨ªan ir juntos. Su domicilio habitual est¨¢ en Ciudad Real, pero tienen una casa al lado de la carretera, y en la ma?ana de este mi¨¦rcoles estaban trabajando en el huerto, cuenta Jes¨²s Ruiz, el alcalde de Argamasilla (unos 5.900 habitantes). En aquel inmueble ocurri¨® todo.
Antes que a Antonio L¨®pez G¨®mez, el padre sali¨® a pedir ayuda a Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, que trabajaba en los campos de la zona. Pero, cuando este intent¨® mediar en la disputa, recibi¨® un disparo, que le caus¨® la muerte.
Los primeros agentes en llegar al lugar de los hechos fueron polic¨ªas locales, tras una llamada al servicio de urgencias 112. Poco despu¨¦s, polic¨ªas nacionales, a los que el francotirador apunt¨® con su fusil de caza, posiblemente del calibre 30-06 (springfield, con cartucho de camisa met¨¢lica), capaz de atravesar chalecos antibalas y la chapa de los veh¨ªculos. Los agentes locales Alejandro y Javier aprovecharon entonces para acercarse a auxiliar a Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, que estaba tendido en el suelo. Pero Alfonso Lamas se dio cuenta y comenz¨® a dispararles. Hiri¨® de muerte a Alejandro y alcanz¨® en el abdomen a Javier, que se recupera de esas heridas, ya fuera de peligro, en hospital de Puertollano.
El regidor se deshace en elogios hacia Alejandro, el polic¨ªa fallecido. ¡°Era un chico muy agradable. Era representante sindical y estaba muy involucrado con el servicio de polic¨ªa¡±. Viv¨ªa en Argamasilla desde hac¨ªa 14 a?os, pero proced¨ªa de Talavera (Toledo). Ten¨ªa una ni?a. Su pareja, de 43 a?os, estaba siendo atendida este mi¨¦rcoles en el Ayuntamiento. Hasta all¨ª se han desplazado psic¨®logos de Cruz Roja de Guadalajara, Toledo y Albacete. El pueblo le va a conceder la medalla de oro al m¨¦rito policial categor¨ªa de oro, anuncia el alcalde.
Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, el agricultor muerto a tiros, tambi¨¦n era muy querido. Los tres heridos fueron atendidos en las urgencias del hospital de Puertollano: el padre del agresor, de 81 a?os, presentaba heridas leves en la cabeza y contusiones, pero esta tarde, aunque permanec¨ªa en observaci¨®n, segu¨ªa consciente y fuera de peligro; el agente de la Guardia Civil y el de la Polic¨ªa Local, llegaron con heridas de arma de fuego, el primero en la pierna, el segundo en el abdomen. Ninguno de los dos presentaba riesgo vital, seg¨²n fuentes sanitarias de Castilla-La Mancha.
Pasadas las dos y media de esta tarde, la carretera segu¨ªa cortada mientras una docena de agentes trabajaba en los alrededores de la casa blanca con tejas, y un amplio porche. A esa misma hora, una furgoneta negra entraba para llevarse uno de los cad¨¢veres. Un tractor azul segu¨ªa apostado justo delante. ¡°Era mi amigo¡±, dec¨ªa afectado Antonio Doctor Lozano, en Argamasilla, sobre Jos¨¦ Luis.
¡°Desde el 112 me indican que nadie, repito, nadie use la carretera de Villamayor a Argamasilla. Hay un tiroteo¡±. Fue el mensaje que empez¨® a correr de m¨®vil en m¨®vil hacia las diez y media de la ma?ana entre los vecinos de Villamayor, donde no llegan a los 700 habitantes y cuyo alcalde, Juan Antonio Callejas, decidi¨® tirar de WhatsApp para alertar a la poblaci¨®n. ¡°Recib¨ª la llamada del 112, me indicaban que por favor cortara la carretera. Me dijeron que estaba disparando a los veh¨ªculos que circulaban por all¨ª¡±, se?ala.
Los Alfonsos eran procedentes de Andaluc¨ªa. El padre fue ¡°guarda rural, funcionario del Instituto Nacional de Conservaci¨®n de la Naturaleza¡± y aficionado a la caza, recuerda uno de los vecinos. ¡°Antes de la pandemia tuvo en venta un rifle, no s¨¦ si lleg¨® a venderlo, pero puso carteles por el pueblo. Siempre estaba pendiente de su hijo, que hab¨ªa tenido un accidente de joven. Eran gente afable¡±.
Pasadas las seis de la tarde, Manoli Trujillo, una vecina de Argamasilla de 76 a?os, mira con cara de pena el vaiv¨¦n de los coches en la puerta de su casa, a diez metros del cuartel de la Polic¨ªa Local. Dos mujeres pasan a su lado y le anuncian: ¡°Ya tiene sus flores¡±. ¡°Pobrecito¡±, contesta ella con la mano en la boca. Trujillo recuerda con la voz entrecortada que esta misma ma?ana hab¨ªa saludado a los polic¨ªas locales Alejandro y Javier, que luego resultaron muerto y herido, respectivamente, cuando estos cortaban el tr¨¢fico para que los ni?os entraran al colegio Virgen del Socorro. La mujer desped¨ªa a su nieta con un beso en la mejilla y un abrazo. Javier, con el tono cari?oso que asegura la vecina le caracteriza, le dijo:
¡ª?C¨®mo se notan los besos de abuela!
¡ªA ti tambi¨¦n te los dar¨¢n, contest¨® ella.
¡ª¡°Yo ya no tengo abuelas, Manoli¡±, le respondi¨® ¨¦l.
La pareja desmont¨® el peque?o operativo y march¨® a patrullar. Dos horas despu¨¦s recibir¨ªan el aviso m¨¢s importante de sus vidas. A las siete de la tarde de este fat¨ªdico mi¨¦rcoles, los vecinos de Argamasilla han comenzado a montar un altar espont¨¢neo como homenaje al polic¨ªa local fallecido.
Un silencio sepulcral envolv¨ªa a la vecina Ferreter¨ªa S¨¢nchez. Antonia S¨¢nchez, de 65 a?os, due?a del local desde hace 50 a?os, atend¨ªa a sus clientes sin mirar a los ojos. ¡°Conoc¨ªa a todos, a Los Alfonsos, a Jos¨¦ Luis y a Alejandro, eran clientes habituales¡±, explica. ¡°Aqu¨ª nunca pasa nada, pero esta ma?ana vi que [los agentes] recib¨ªan una llamada y se pusieron muy nerviosos. Salieron tan deprisa que dejaron la puerta abierta. Parec¨ªa un accidente de coche sin m¨¢s; ha acabado siendo una tragedia¡±.