El sentido de la moci¨®n de censura

Me refiero, en concreto, al art¨ªculo ¡®El s¨ªndrome Ram¨®n Tamames¡¯, de Ignacio S¨¢nchez Cuenca, publicado este jueves en EL PA?S. Un texto en el que hay elementos muy a considerar, a partir de la Transici¨®n y hasta la situaci¨®n actual. Sin embargo, entiendo que en varios casos se trata de una visi¨®n demasiado admirativa de lo que hoy es Espa?a, gobernada por un Ejecutivo al que sustenta una coalici¨®n de investidura de lo m¨¢s antit¨¦tica en sus t¨¦rminos. Una coalici¨®n compuesta con personas con las qu...

Me refiero, en concreto, al art¨ªculo ¡®El s¨ªndrome Ram¨®n Tamames¡¯, de Ignacio S¨¢nchez Cuenca, publicado este jueves en EL PA?S. Un texto en el que hay elementos muy a considerar, a partir de la Transici¨®n y hasta la situaci¨®n actual. Sin embargo, entiendo que en varios casos se trata de una visi¨®n demasiado admirativa de lo que hoy es Espa?a, gobernada por un Ejecutivo al que sustenta una coalici¨®n de investidura de lo m¨¢s antit¨¦tica en sus t¨¦rminos. Una coalici¨®n compuesta con personas con las que el propio Pedro S¨¢nchez dijo que nunca se aliar¨ªa: separatistas como los de Bildu, ciertas formaciones catalanas independentistas y grupos pol¨ªticos populistas que van a lo suyo y hablan de la Constituci¨®n como el candado de 1978.

Por lo dem¨¢s, de la moci¨®n de censura pr¨®xima se dice a veces que hay un cierto morbo por encabezarla yo, con el apoyo de los diputados de Vox. Sencillamente, no veo morbo alguno, porque, como se ha dicho desde el propio PSOE, la moci¨®n de censura es una operaci¨®n normal dentro de la Constituci¨®n y el se?or S¨¢nchez lleg¨® a presidente de Gobierno gracias a ella. Y no hay que buscarle m¨¢s misterios a algo tan regulado en los art¨ªculos 113 y 114 de la Constituci¨®n. Lo que pasa es que se ataca esa moci¨®n para que no se celebre, porque en ella pueden esclarecerse algunos males de la patria, que habr¨ªa dicho el regeneracionista Lucas Mallada.

En el repaso hist¨®rico del art¨ªculo que comento parece como si hubiera una lamentaci¨®n por las tristes referencias que se hacen al presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien someti¨® la pol¨ªtica espa?ola de su momento en una serie de avatares tan innecesarios como contraproducentes. Entre ellos, la revisi¨®n, que nadie ped¨ªa seriamente, de unos estatutos de autonom¨ªa que iban funcionando m¨¢s o menos, para acabar convirtiendo el nuevo trance de revisi¨®n en la v¨ªa imposible del separatismo en el caso de Catalu?a, adem¨¢s de otras inconveniencias graves.

Adicionalmente, con el entretenimiento de esos temas y otros, Rodr¨ªguez Zapatero parece que se enter¨® de la Gran Recesi¨®n, la fuerte crisis econ¨®mica mundial, muy tard¨ªamente, hecho por el cual tir¨® la toalla en el oto?o de 2011 y fue a las elecciones generales que le dieron mayor¨ªa absoluta a Rajoy. Rajoy, por cierto, no supo gobernar Espa?a de la manera m¨¢s adecuada, y perdi¨® finalmente su presidencia en una moci¨®n de censura que le gan¨® S¨¢nchez. As¨ª son las cosas de la vida.

Han venido despu¨¦s otras historias igualmente lamentables, como la Memoria Democr¨¢tica, y se ha ensalzado a la II Rep¨²blica por doquier ¡ªcontra la que atent¨® en 1934 el propio Partido Socialista con una revoluci¨®n terrible de m¨¢s de mil muertos¡ª, de tal forma que la impresi¨®n que hoy tienen los escolares y estudiantes de bachillerato es que esa II Rep¨²blica fue la que realmente gan¨® la Guerra Civil.

Todo lo anterior es un repaso que no pretende enmendar ninguna plana, sino ofrecer una visi¨®n, tambi¨¦n cr¨ªtica, de la trayectoria que se lleva ¨²ltimamente desde La Moncloa, al igual que ya han hecho muchos otros, entre los cuales podr¨ªan mencionarse a Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra.