¡®Operaci¨®n Tamames¡¯, c¨®mo blanquear los or¨ªgenes ultraderechistas de Vox
La candidatura del exdirigente del PCE est¨¢ firmada por diputados que pugnaban por acabar con el sistema democr¨¢tico durante la Transici¨®n
Cualquiera que sea el efecto de la moci¨®n de censura presentada por Vox, que se debatir¨¢ en el Congreso a partir de ma?ana martes, la formaci¨®n liderada por Santiago Abascal ha conseguido ya un primer beneficio: blanquear su imagen como partido ultraderechista. Pese a su deriva ideol¨®gica, Ram¨®n Tamames tiene un pedigr¨ª inequ¨ªvocamente democr¨¢tico. Preso del franquismo por la revuelta estudiantil de 1956, dirigente del PCE en la clandestinidad, diputado en las primeras...
Cualquiera que sea el efecto de la moci¨®n de censura presentada por Vox, que se debatir¨¢ en el Congreso a partir de ma?ana martes, la formaci¨®n liderada por Santiago Abascal ha conseguido ya un primer beneficio: blanquear su imagen como partido ultraderechista. Pese a su deriva ideol¨®gica, Ram¨®n Tamames tiene un pedigr¨ª inequ¨ªvocamente democr¨¢tico. Preso del franquismo por la revuelta estudiantil de 1956, dirigente del PCE en la clandestinidad, diputado en las primeras Cortes democr¨¢ticas, padre de la Constituci¨®n, fundador de la Federaci¨®n Progresista e Izquierda Unida y miembro del CDS de Adolfo Su¨¢rez, adem¨¢s de prestigioso catedr¨¢tico y economista y autor de varias decenas de libros, alguno tan exitoso como Estructura Econ¨®mica de Espa?a, que acumula 26 ediciones. Su ¨²nica mancha fue usar en 1989 su acta de concejal de IU para arrebatar al socialista Juan Barranco la alcald¨ªa de Madrid y entreg¨¢rsela al centro derecha (CDS y PP).
Con la autoridad moral que le confiere su trayectoria, el profesor Tamames ha recriminado que ¡°desde el banco azul¡± del Gobierno ¡°se niegue el car¨¢cter democr¨¢tico a formaciones que representan a millones de ciudadanos¡±. ¡°Como es el caso de mis proponentes, que no han dejado ni un momento de observar la ley y la Constituci¨®n¡±, ha subrayado. Seg¨²n el borrador de su discurso de investidura, que adelant¨® el mi¨¦rcoles eldiario.es, Tamames se presentar¨¢ en el Congreso como uno de los ¨²ltimos supervivientes de la clase pol¨ªtica que protagoniz¨® la transici¨®n de la dictadura a la democracia y recriminar¨¢ al presidente Pedro S¨¢nchez que ponga en peligro el esp¨ªritu de reconciliaci¨®n que la hizo posible cuestionando, entre otras medidas, la ley de Amnist¨ªa de 1977 que permiti¨® saldar cuentas pasadas.
Aunque parte del discurso lo dedicar¨¢ a criticar la Ley de Memoria Democr¨¢tica, a la que acusa de presentar una visi¨®n ¡°idealizada¡± de la Segunda Rep¨²blica, lo que se pondr¨¢ en revisi¨®n no es la historia de la Guerra Civil y la dictadura, sino la de la Transici¨®n a la que, seg¨²n Tamames, el PSOE y sus socios han traicionado. La paradoja radica en que el partido que patrocina al candidato no es el heredero del sector del franquismo que abraz¨® la democracia y pilot¨® la transici¨®n, sino del que se opuso a la misma e intent¨® torpedearla, incluso violentamente. Algunos de quienes han prestado su firma para proponer a Tamames como candidato ni siquiera son herederos, sino que militaron personalmente en las fuerzas pol¨ªticas que intentaron hacer naufragar la fr¨¢gil y reci¨¦n recuperada democracia.
Por ejemplo, Juan Jos¨¦ Aizcorbe Torra, diputado de Vox por Barcelona, portavoz en la Comisi¨®n de Trabajo y suplente de la Diputaci¨®n Permanente del Congreso. En octubre de 1982, cuando el PSOE gan¨® por mayor¨ªa absoluta las elecciones generales, Aizcorbe se present¨® como n¨²mero cuatro en la candidatura barcelonesa de Fuerza Nueva, el partido del neofranquista de Blas Pi?ar que aspiraba a perpetuar la dictadura e instaurar en Espa?a un Estado confesional que prohibiera el divorcio y suprimiera las autonom¨ªas. Tras el fracaso de Fuerza Nueva, en 1988, se present¨® al Parlamento catal¨¢n por las Juntas Espa?olas, surgidas de un llamamiento de Antonio Izquierdo, director del diario El Alc¨¢zar y promotor del golpe de Estado del 23-F. Su peregrinar por los grup¨²sculos de la extrema derecha le llev¨® un a?o despu¨¦s a figurar en la lista del Frente Nacional para el Parlamento Europeo. No se trataba de una fiebre juvenil, entonces ya hab¨ªa cumplido 30 a?os. Pero tendr¨ªa que esperar otros 30 para conseguir, al cuarto intento, su acta de parlamentario; esta vez como n¨²mero dos en la lista de Vox por Barcelona en las elecciones de noviembre de 2019.
El siguiente en esa misma candidatura era Juan Carlos Segura Just. En junio de 1980, con 20 a?os, fue detenido por participar en un ataque con c¨®cteles molotov contra la sede en Barcelona de la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), el partido de Adolfo Su¨¢rez que hizo posible el pacto constitucional. Segura Just, miembro del Frente Nacional de la Juventud, una escisi¨®n neofascista de la rama juvenil de Fuerza Nueva, fue condenado a un a?o de c¨¢rcel. En mayo de 1982 result¨® detenido de nuevo por la quema de la figura del rey Juan Carlos en el Museo de Cera de Barcelona, pero no fue encausado.
Segura Just consigui¨® su esca?o en el Congreso, donde ma?ana martes se sentar¨¢ para escuchar a Tamames, en mayo de 2021, despu¨¦s de que el actual secretario general del partido, Ignacio Garriga, dimitiera para presentarse candidato al Parlamento catal¨¢n. Estrecho colaborador de Garriga es el poderoso vicesecretario de Organizaci¨®n de Vox en Barcelona, Jordi de la Fuente, exdirigente del Movimiento Social Republicano (MSR), de ideolog¨ªa neonazi, por el que se present¨® candidato en las elecciones al Parlamento Europeo en 2010. De la Fuente fue detenido en 2009 por unas pintadas antisemitas junto a una sinagoga en Barcelona y, una d¨¦cada despu¨¦s, acusado del ataque xen¨®fobo a un centro de menores en El Masnou (Barcelona), que dej¨® cuatro heridos. Admirador y prologuista de Alexander Duguin, el ide¨®logo de cabecera de Putin, ha colaborado con medios del Kremlin, como RT, donde ha defendido la pol¨ªtica rusa en Ucrania. Antes de desembarcar en Vox, fue dirigente de la racista Plataforma per Catalunya (PxC), como el presidente de Vox en Barcelona, Joan Garriga, primo del secretario general del partido.
La lista de dirigentes de Vox que militaron en grup¨²sculos violentos de extrema derecha incluye a Jorge Cutillas, diputado de la Asamblea de Madrid y exsecretario general de Patria y Libertad, detenido en 1982 por apedrear un autob¨²s con escolares vascos en Madrid; o Kiko M¨¦ndez Monasterio, que fue dirigente de la Alianza por la Unidad Nacional (AUN) ¡ªel grupo de Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas, hijo del comandante golpista asesinado por ETA¡ª y condenado por agredir en 1998 en la universidad a un grupo de estudiantes entre los que figuraba el que ser¨ªa m¨¢s tarde l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias.
La candidatura de Tamames tambi¨¦n est¨¢ firmada por Ricardo Chamorro, portavoz de Vox en la Comisi¨®n de Agricultura del Congreso, que en 1999 fue candidato al Parlamento Europeo por Democracia Nacional, junto a exdirigentes del partido nacionalsocialista CEDADE; y, al a?o siguiente, concurri¨® en la lista al Congreso por Palencia de Espa?a 2000, una plataforma de grupos de extrema derecha.
Pero el m¨¢s destacado de los antiguos camisas azules que se sentar¨¢n junto a Tamames en los esca?os del grupo parlamentario ultra es el exsecretario general y ahora vicepresidente de Vox Javier Ortega Smith, que fue militante de Falange, la versi¨®n espa?ola del partido fascista italiano, hasta los 23 a?os. En su libro Vox. El retorno de los ultras que nunca se fueron (Ediciones Akal, 2023), Xavier Rius Sant ha repescado los art¨ªculos que Ortega escribi¨® en As¨ª, el bolet¨ªn de Falange Espa?ola de las JONS en el distrito madrile?o de Ciudad Lineal, entre 1986 y 1988. En uno de ellos, recrimina la tibieza de los nost¨¢lgicos que homenajeaban a Franco cada 20 de noviembre, pero hab¨ªan renunciado a hacer la revoluci¨®n nacional-sindicalista e instaurar de nuevo en Espa?a un r¨¦gimen de partido y sindicato ¨²nicos.
Todo el mundo puede evolucionar ideol¨®gicamente y renegar de su pasado. El propio Tamames ha argumentado que, en realidad, nunca fue comunista y que si se afili¨® al PCE fue porque era la ¨²nica organizaci¨®n desde la que se pod¨ªa luchar contra la dictadura. Nunca comparti¨®, ha insistido, ni la dictadura del proletariado ni el denominado socialismo cient¨ªfico.
Ning¨²n dirigente de Vox ha hecho una autocr¨ªtica semejante. En noviembre de 2018, ya con 50 a?os y como secretario general de un partido que estaba a punto de entrar en las instituciones democr¨¢ticas, Ortega pronunci¨® un discurso laudatorio de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, difundido por La Marea, en el que asegur¨® que el fundador de la Falange combati¨® en los a?os treinta del siglo pasado a los mismos ¡°enemigos de la patria¡± a los que Vox se enfrenta ahora, ¡°aunque vayan cambiando de nombre y de formas¡±. A su lado se sentaban los m¨¢ximos responsables de la Fundaci¨®n Francisco Franco.
Cuando preguntaron al vicepresidente primero de Vox, el eurodiputado Jorge Buxad¨¦, si se arrepent¨ªa de su pasado falangista, respondi¨®. ¡°De lo que me arrepiento es de haber militado en el PP¡±. La publicaci¨®n de la noticia de que Buxad¨¦ hab¨ªa sido candidato por Falange Espa?ola de las JONS en 1995 y por Falange Aut¨¦ntica en 1996, como pod¨ªa comprobarse en listas electorales publicadas en el BOE, hizo que Vox prohibiera a EL PA?S acceder a sus ruedas de prensa.