Los beneficios y los perjuicios de la moci¨®n, a¨²n por dilucidar
Los partidos digieren la iniciativa de Vox con Tamames en busca de r¨¦ditos
Parece ser que los actores pol¨ªticos necesitan alejarse de la extra?a jornada y media parlamentaria para analizar lo que ha ocurrido.. De nuevo, el cui prodest, a qui¨¦n beneficia esta rareza, escrupulosamente reglamentaria, desarrollada en el Congreso. Esta fue la pregunta en las v¨ªsperas de la ...
Parece ser que los actores pol¨ªticos necesitan alejarse de la extra?a jornada y media parlamentaria para analizar lo que ha ocurrido.. De nuevo, el cui prodest, a qui¨¦n beneficia esta rareza, escrupulosamente reglamentaria, desarrollada en el Congreso. Esta fue la pregunta en las v¨ªsperas de la sexta moci¨®n de censura de la democracia, pero el interrogante ha estado presente en el largo proleg¨®meno hasta llegar a la sesi¨®n en la que el profesor Ram¨®n Tamames tom¨® la palabra desde un esca?o de la bancada de Vox, aupado por los 52 parlamentarios de ese grupo.
El primer term¨®metro del estado de ¨¢nimo se tom¨® en el patio del Congreso en los numerosos corrillos de periodistas con los portavoces. El r¨¦cord de permanencia para comentar lo ocurrido lo gan¨® con creces el portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros. Su grupo se reafirma en que su iniciativa fue ¨²til y que muchos espa?oles lo valorar¨¢n. El cu¨¢nto qued¨® en el aire; tambi¨¦n si el objetivo, no solo de afianzar a su electorado m¨¢s fiel, sino de atraer un flujo relevante de las aguas del PP, se habr¨¢ conseguido. Por si acaso, la carga cr¨ªtica contra el PP continu¨® en el exterior del viejo palacio de las Cortes. Entre la intervenci¨®n de Santiago Abascal y la de Espinosa, los males de Espa?a por culpa del Gobierno quedaron enmarcados. Despu¨¦s, con la dif¨ªcil de catalogar exposici¨®n de Ram¨®n Tamames, se cerr¨® el c¨ªrculo de los argumentos contra el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. Vox recordar¨¢ todos los d¨ªas que el PP no ha querido sumarse a la censura del Gobierno. Los populares reconocen el riesgo de haber defraudado a alg¨²n sector propio o cercano, pero tampoco tienen un diagn¨®stico rotundo del beneficio o perjuicio de esta singular moci¨®n de censura que tanto les ha contrariado. Pudiera ser que votantes de Vox, tras esta moci¨®n, hayan podido resultar decepcionados o incluso molestos por tanto tiempo perdido.
Nada pod¨ªa hacer el Gobierno salvo afrontar el espacio que le abr¨ªa Vox para expandir su balance, mostrar que la brecha con la coalici¨®n no impide que el Ejecutivo contin¨²e su camino hasta el final de la legislatura y que si el electorado de la izquierda mantiene la apat¨ªa, el brioso bloque de las derechas tomar¨¢ el relevo. Los dirigentes de Podemos no abdican de su persistente aguijoneo a la parte socialista del Gobierno por el bloqueo de leyes que demostrar¨ªan que el PSOE est¨¢ en la izquierda. S¨ª ha servido la moci¨®n para que la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, mostrara un perfil marcadamente presidencial antes de presentarse como candidata el 2 de abril al frente del espacio Sumar. Siempre con el contrapunto de sus compa?eros de Podemos. Tambi¨¦n durante la moci¨®n se le ha recordado que sin negociaci¨®n previa de los espacios de representaci¨®n de cada grupo, no asistir¨¢n a su puesta de largo como candidata. La digesti¨®n de la moci¨®n a¨²n tardar¨¢ hasta poder dilucidar a qui¨¦n le ha ido mejor o menos mal.