Los sue?os de independencia de Zahra regresan a Marruecos en un ata¨²d
La temporera fallecida en un accidente de tr¨¢fico en Huelva hab¨ªa mejorado su situaci¨®n laboral en Espa?a y tramitaba su separaci¨®n conyugal
¡°Y Mahoma le dijo: ¡®Eres el que se lleva a los muertos¡±. El im¨¢n salmodiaba su letan¨ªa del Cor¨¢n al atarceder de este s¨¢bado junto a un montoncito de piedras reci¨¦n apilado sobre los restos de Zahra A. A, una campesina de 40 a?os curtida en el ¨¢rido suroeste de Marruecos, entre olivares y plantaciones de arg¨¢n, durante casi dos d¨¦cadas. No le amedrentaron ni el cierre de las fronteras de su pa¨ªs durante la pandemia, que atrap¨® en 2020 a m¨¢s de 7.000 temporeras en Espa?a, ni la crisis en las relaciones bilaterales del a?o siguiente, que dej¨® en el aire el retorno de otras 12.600. Desde hac¨ªa cu...
¡°Y Mahoma le dijo: ¡®Eres el que se lleva a los muertos¡±. El im¨¢n salmodiaba su letan¨ªa del Cor¨¢n al atarceder de este s¨¢bado junto a un montoncito de piedras reci¨¦n apilado sobre los restos de Zahra A. A, una campesina de 40 a?os curtida en el ¨¢rido suroeste de Marruecos, entre olivares y plantaciones de arg¨¢n, durante casi dos d¨¦cadas. No le amedrentaron ni el cierre de las fronteras de su pa¨ªs durante la pandemia, que atrap¨® en 2020 a m¨¢s de 7.000 temporeras en Espa?a, ni la crisis en las relaciones bilaterales del a?o siguiente, que dej¨® en el aire el retorno de otras 12.600. Desde hac¨ªa cuatro a?os, esta madre de cinco hijos con edades comprendidas entre los 20 y los seis a?os, en tr¨¢mite de separaci¨®n de su marido, trabajaba varios meses por temporada en la recogida de frutos rojos en la campi?a de Huelva. Las fresas estaban a punto de ofrecerle una vida independiente para poder sostener a los suyos. Ya no como temporera sino como empleada fija discontinua ¡ªtras la reforma laboral en 2022¡ª, con opci¨®n a obtener un visado espa?ol que la habilitaba para trabajar hasta nueve meses cada a?o, durante cuatro a?os.
Sus aspiraciones se estrellaron al alba del Primero de Mayo en medio de una densa niebla en una rotonda de Almonte (Huelva), cuando volc¨® el autocar que la transportaba a los fresales junto a otras 39 trabajadoras marroqu¨ªes. Sus sue?os reposan desde este s¨¢bado en un sencillo cementerio de las afueras de Esauira (450 kil¨®metros al sur de Rabat), desde donde casi se divisa un Atl¨¢ntico de playas v¨ªrgenes batidas por el viento y el oleaje. Sus hijos se abalanzaron sobre el f¨¦retero cuando fue depositado sobre la tierra. Su marido, Addul¨¢, de 44 a?os, acababa de llegar desde Casablanca, 320 kil¨®metros al norte, donde trabaja como guarda de seguridad. ¡°Tuvimos problemas, pero segu¨ªa siendo mi esposa¡±, musitaba.
¡°Era m¨¢s que mi hermana. Era mi amiga, nos lo cont¨¢bamos todo. Era casi como una hija, me llamaba ¡®segunda madre¡±, recuerda con el rostro a¨²n descompuesto por el dolor su hermana Radia, una esteticista apenas dos a?os mayor que Zahra y que ha quedado al cuidado de los hijos de la campesina muerta. ¡°?ramos siete hermanas, ahora solo somos seis¡±, prosigue compungida. Radia aguardaba junto a otros familiares ya desde la tarde del viernes, en Esauira, la llegada del cad¨¢ver de la temporera transportado desde Espa?a. Finalmente, un error burocr¨¢tico lo retras¨® todo: los responsables de la morgue de Esauira tardaron este s¨¢bado m¨¢s de ocho horas en entregar a la familia el cuerpo de Zahra, que hab¨ªa sido transportado desde T¨¢nger la v¨ªspera. Los familiares reconocieron el cad¨¢ver sin ning¨²n tipo de dudas, pero un funcionario les advirti¨® de que la documentaci¨®n recibida correspond¨ªa a otra fallecida cuyos restos hab¨ªan sido depositados por los transportistas funerarios en Casablanca.
Zahra viv¨ªa con sus tres hijos menores en una peque?a casa ¡ªun zagu¨¢n semidescubierto y dos cuartos peque?os¡ª a las afueras de Unaga, 30 kil¨®metros al este de Esauira, donde se hab¨ªa establecido despu¨¦s de abandonar a comienzos de a?o la vivienda de Radia, que se hab¨ªa trasladado a la capital provincial por razones de trabajo. Ahmid S. y Said M., dos de sus vecinos en una especie de corrala lineal, recuerdan su esp¨ªritu jovial. ¡°Siempre sonre¨ªa a pesar de sus problemas¡±, se emocionan. Pagaba un alquiler mensual de 480 dirhams (43 euros) por la modesta vivienda, pero hab¨ªa tenido que desembolsar una fianza de 5.000 dirhams, el equivalente a dos meses de sueldo medio en Marruecos. Como la inmensa mayor¨ªa de las miles de temporeras marroqu¨ªes que trabajan en Espa?a (unas 16.000 en 2023, seg¨²n el Ministerio de Migraciones), ella y su familia viv¨ªan todo el a?o de los ahorros por los meses de trabajo recogiendo fresa (entre 3.000 y 5.000 euros por temporada), de acuerdo con un estudio de la organizaci¨®n marroqu¨ª Proyecto Irtiqoo.
El programa de migraci¨®n circular entre Espa?a y Marruecos (oficialmente, Gesti¨®n Colectiva de Contrataciones en Origen (Gecco) est¨¢ respaldado por la Organizaci¨®n Mundial de Migraciones. El Banco Mundial est¨¢ elaborando un estudio exhaustivo sobre su funcionamiento ¡ªcomparando la econom¨ªa de las temporeras con la de las mujeres que se quedan en su tierra¡ª como posible modelo para otros pa¨ªses. El principal requisito para la selecci¨®n de las temporeras es que tengan familiares a su cargo.
Negociado en 2001 y puesto en marcha en 2005, el programa de contrataci¨®n de campesinas marroqu¨ªes se redujo considerablemente entre 2009 y 2015, a causa de la crisis econ¨®mica que llev¨® a muchos trabajadores espa?oles a solicitar puestos a los que antes no optaban. En 2019 llegaron ya m¨¢s de 14.500 temporeras a Huelva, una cifra similar a la registrada en 2023. No era la primera campa?a para unas 11.000 de ellas, como Zahra. ¡°Los conocimientos y la experiencia vital que adquieren estas mujeres marroqu¨ªes en Espa?a les permiten tener autonom¨ªa econ¨®mica al retornar a su pa¨ªs, donde pueden gestionar y rentabilizar sus ingresos y crear, en su casa, su propia actividad empresarial¡±, destacaba Ferm¨ªn Y¨¦benes, consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad en la Embajada de Espa?a en Rabat, en declaraciones al diario Le Matin el pasado octubre.
Las temporeras regresan a Marruecos tan cargadas de regalos para los suyos que a veces no se les permite embarcar en los autobuses y transbordadores mar¨ªtimos. Lo mismo hac¨ªa Zahra cada vez que volv¨ªa de Espa?a, seg¨²n relata su familia. Apenas tres semanas antes del accidente hab¨ªa comenzado la actual campa?a en Surexport, una de las principales empresas del sector de frutos rojos. Trabajaba jornadas de seis horas y media, seis d¨ªas a la semana, a raz¨®n de 8,4 euros la hora. Seg¨²n c¨¢lculos de los servicios de empleo marroqu¨ªes, de los 1.260 euros mensuales (con las pagas extras prorrateadas, y sin contar horas extras) que perciben las temporeras suelen ahorrar unos 1.000 euros, ya que las empresas les ofrecen alojamiento.
¡°Zahra se fue a trabajar a Espa?a con un solo objetivo: ayudar a sus hijos y a su familia¡±, enfatizaba este s¨¢bado su hermana a la entrada de la morgue de Esauira, situada frente al vetusto palacio real en la ciudad costera. ¡°Estaba contenta en Huelva. Habl¨¢bamos a menudo por tel¨¦fono. La ¨²ltima vez fue tres d¨ªas antes de accidente, para felicitarnos por las fiestas del Eid el Fitr, a final de Ramad¨¢n¡±, recuerda. Preguntaba mucho por sus hijos. Pidi¨® con tanta intensidad que felicitara a sus hijos por el Eid que Radia tuvo un mal presentimiento. ¡°Tem¨ªa que algo pudiera pasarle¡±. La llamada que recibi¨® desde el Anapec, el servicio p¨²blico de empleo marroqu¨ª, en la ma?ana del 1 de mayo, unas seis horas despu¨¦s de la muerte de Zahra, le rompi¨® el coraz¨®n.
Indemnizaci¨®n
Las 39 trabajadoras marroqu¨ªes que viajaban junto a Zahra en el autob¨²s siniestrado est¨¢n de baja laboral (nueve de ellas, a¨²n hospitalizadas). Todas van a recibir su salario ¨ªntegro, al completar las empresas el 25% restante que no cubre la Seguridad Social. El vuelco del autocar en Almonte es el accidente laboral m¨¢s grave que recuerdan fuentes diplom¨¢ticas en Rabat en casi dos d¨¦cadas de inmigraci¨®n circular, fundamentalmente en los cultivos de fresas de Huelva.
De conformidad con la legislaci¨®n laboral espa?ola, los cinco hijos de Zahra percibir¨¢n cada uno una pensi¨®n de orfandad de 2.452 euros anuales (20% de la base de cotizaci¨®n) hasta cumplir los 21 a?os. Su marido puede percibir el doble, como pensi¨®n de viudedad, tambi¨¦n con cargo a la Seguridad Social. Los herederos recibir¨¢n adem¨¢s la indemnizaci¨®n que corresponda pagar a la compa?¨ªa de seguros de la empresa transportista.
Solo un 7% de las temporeras marroqu¨ªes incumpli¨® el a?o pasado su compromiso de retorno y no se subi¨® al ferri de vuelta a Espa?a. Su enso?aci¨®n de alcanzar la residencia permanente por la v¨ªa de los hechos consumados se suele estrellar contra las mafias que las explotan y acosan. El Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones ha incorporado en la actual campa?a a unas 5.000 nuevas trabajadoras marroqu¨ªes.