Jos¨¦ Juan Toharia: ¡°Mi hermano el meteor¨®logo acierta m¨¢s con el tiempo que yo con las encuestas¡±
El soci¨®logo, de 80 a?os, introductor de los sondeos electorales en Espa?a, considera que somos ¡°cada vez m¨¢s pr¨¢cticos¡± al votar y sostiene que las campa?as mueven muy poco el voto
Lleva casi medio siglo sondeando a los espa?oles desde que, en 1977, en las primeras elecciones generales tras la dictadura, pusiera en pr¨¢ctica sus estudios de Sociolog¨ªa en la Universidad de Yale. Ten¨ªa 35 a?os. Hoy, sigue divirti¨¦ndose como un ni?o con juguete nuevo en estas v¨ªsperas de las elecciones, dado que ha delegado el d¨ªa a d¨ªa de las encuestas y ejerce de ¡°reina madre¡± en su despacho de presidente de Metroscopia, la empresa de demoscopia que fund¨® en 2004. Hablamos en su nueva sede de Madrid, donde un equipo de ...
Lleva casi medio siglo sondeando a los espa?oles desde que, en 1977, en las primeras elecciones generales tras la dictadura, pusiera en pr¨¢ctica sus estudios de Sociolog¨ªa en la Universidad de Yale. Ten¨ªa 35 a?os. Hoy, sigue divirti¨¦ndose como un ni?o con juguete nuevo en estas v¨ªsperas de las elecciones, dado que ha delegado el d¨ªa a d¨ªa de las encuestas y ejerce de ¡°reina madre¡± en su despacho de presidente de Metroscopia, la empresa de demoscopia que fund¨® en 2004. Hablamos en su nueva sede de Madrid, donde un equipo de j¨®venes, a los que duplica o triplica la edad, se afanan ante sus pantallas. No aparenta sus 80 a?os. He ca¨ªdo en la trampa. Porque hay tantas formas de tener 80 a?os como octogenarios.
Su hermano Manuel, m¨ªtico meteor¨®logo televisivo, predec¨ªa el tiempo; usted, los votos. ?Se pican mucho entre ustedes?
Bromeamos mucho con eso. Nuestros oficios tienen paralelismos, pero Manolo es m¨¢s guapo y m¨¢s listo. Y, ahora, encima, acierta mucho m¨¢s ¨¦l con el tiempo que yo con las encuestas, porque sus instrumentos han mejorado much¨ªsimo. Antes, eran globos-sonda y cosas as¨ª. Ahora, tienen sat¨¦lites casi a la carta y te lo clavan. Encima, su hijo es nuestro inform¨¢tico jefe. Es un abus¨®n.
?La inteligencia artificial no les es de ayuda en su gremio?
Eso nunca suplir¨¢ una buena encuesta. Ayudar a analizar los datos a posteriori, puede. Pero ninguna m¨¢quina puede reemplazar el pensamiento y la voluntad individual, que es lo que indagamos en los sondeos. T¨² puedes hacer simulaciones, pero no puedes anticipar qu¨¦ va a hacer alguien. Preguntamos qu¨¦ van a hacer, y luego pueden hacer otra cosa, o no hacer nada. El contacto humano es insustituible. Lo ideal ser¨ªa encuestar cara a cara, pero eso es car¨ªsimo. Por tel¨¦fono, es m¨¢s f¨¢cil mentir. Y online, te pierdes a una generaci¨®n entera que no es digital, tan grande como los de menos de 35. Los mayores votan todos, los j¨®venes, a partir de 18. La encuesta perfecta no existe ni existir¨¢.
?Mienten mucho los encuestados?
No tanto mienten, te pueden decir la verdad, su verdad, en el momento de la encuesta. Y luego puede hacer un d¨ªa fant¨¢stico y se van a la playa. Esto es como las notas: si te dicen que van a votar, seguro, del 1 al 10, un 7, pueden ir o no. Si te dice, un 10, va seguro. Digamos que, fiable, fiable, solo es el sobresaliente.
?Se vota m¨¢s con la cabeza, el coraz¨®n, o las tripas?
La gente digamos que vota con una emoci¨®n razonable. Somos cada vez m¨¢s pr¨¢cticos. El voto es cada vez menos ideol¨®gico y m¨¢s t¨¢ctico. Mira el caso de Rivas, en Madrid. El censo vota Podemos en las municipales, PP en las auton¨®micas y PSOE en las generales. Y son los mismos. La sociedad actual, compleja y plural, es una sociedad serena, que tiene la mala suerte de que, desde hace 15 a?os, viene quej¨¢ndose de que la clase pol¨ªtica se ha apalancado en la bronca y la descalificaci¨®n. Pero, cruzando todos los datos, se ve claramente que la gente quiere pactos, entendimiento y di¨¢logo.
?Y la bronca y la polarizaci¨®n?
Hay una especie de efecto espejo. Los pol¨ªticos se miran en los medios y hablan para ellos, y viceversa; son como espejos. Y la gente no se ve reflejada ni en unos ni en otros. Venden el sensacionalismo y el lanzarse puyas unos a otros, pero cualquiera que haga encuestas sabe que, incluso entre los votantes de los partidos m¨¢s a la izquierda y m¨¢s a la derecha, creen que los dos grandes partidos, con los que guardan enormes diferencias, deber¨ªan hablar y entenderse. La idea de reconocer que nadie tiene toda la raz¨®n todo el tiempo.
?En su negocio es m¨¢s importante la pregunta o la respuesta?
La pregunta, absolutamente.
?Y qui¨¦n las formula?
Entre todo el equipo, discutiendo mucho. Todas las preguntas, todas, tienen sesgo. Por eso no hay que hacer una, sino muchas. A veces se hacen mal, claro. Unas veces se hace sin mala intenci¨®n, por torpeza, y otras con intenci¨®n. T¨², como periodista, sabes que el arte de preguntar es muy dif¨ªcil. Adem¨¢s, en una encuesta tienen que ser preguntas que entienda todo el mundo. Porque la gente somos todos. Todos somos los otros. Por ejemplo, nadie te dir¨¢ en una encuesta que es racista. Tienes que preguntarle si la gente es racista alrededor, ir cerc¨¢ndolo. Tirar de eso que llaman el efecto ¡°tercera persona¡±. Ah¨ª entra el olfato, la experiencia y...
... la cocina
S¨ª, con todos los datos, tu experiencia, tu olfato, y un poquito de apuesta, cocinas los datos y das las horquillas finales. En unas elecciones, es dif¨ªcil no acertar el ganador si la muestra es suficiente y est¨¢ bien hecha. Tienes que preguntar hasta en el infierno. Ahora, lo que medimos son tendencias, y no van a cambiar en 15 d¨ªas.
?Entonces, todo este espect¨¢culo de candidatos para nada?
Las campa?as sirven para muy poco. Infinitamente menos que el dinero que ganan algunos con ellas. El pol¨ªtico se juega en unos d¨ªas todo, y echa el resto. Pero tanto las encuestas como las campa?as mueven muy poco voto. Hay un peque?o porcentaje que puede apuntarse al efecto ganador, o al rev¨¦s, salvar al perdedor, pero hacia d¨®nde va es imprevisible. Por eso, no publicar encuestas a partir de determinada fecha es rid¨ªculo, aparte de tratar al votante como menor de edad. Est¨¢ obsoleto.
O sea que son ustedes unos charlatanes. ?Recuerda su mayor acierto y su mayor error?
Procuramos no serlo nunca. Nunca damos un dato que no consideremos que sea reflejar lo que la gente dec¨ªa que pensaba hacer en el momento de preguntarle. Luego cambia de opini¨®n y no lo hace. Nuestro mayor acierto, un poco de chiripa, fue clavar el 3,7% que le sac¨® el PP al PSOE en las europeas de 2009. Nos sal¨ªa un 3,5%, nos parec¨ªa muy redondo, subimos al 3,7, y ?bingo! Rubalcaba nos llamaba ¡°los chicos del 3,7%¡±. Hasta hicimos camisetas con esa leyenda. El mayor error, sin serlo, fueron las generales del 2004, en las que vaticin¨¢bamos la victoria del PP y gan¨® el PSOE despu¨¦s del 11-M. Me toc¨® pasar el trago la noche electoral en directo en Telecinco. Gajes del oficio.
Su equipo es jovenc¨ªsimo e hiperdigitalizado. ?Nota la c¨¦lebre brecha con ellos?
Brecha, como tal, no. La gente joven que tengo aqu¨ª hace maravillas, y yo les admiro. Puedo entender lo que hacen y lo aprovecho, pero no se me ocurre ponerme a aprenderlo porque, para el tiempo que me queda de vida, no merece la pena y prefiero dedicarlo a otras cosas. Lo que no hago es la memez de decir que en mis tiempos se hac¨ªa mejor. No, se hace mucho mejor ahora, y mis tiempos tambi¨¦n son estos.
?Qu¨¦ le renta hacer ahora, hablando como sus empleados?
El problema a cierta edad, que en este caso es una edad cierta: 80 a?os, es que te cuesta mucho admitir que no tienes futuro, como dec¨ªa Ram¨®n y Cajal, en un libro que me regalaron al cumplir los 80. Entonces, tienes que aceptar que estas viviendo en un presente permanente y no puedes hacer planes. Y eso es jodido, digo fastidiado. Cuesta tiempo adaptarte, porque toda la vida has estado planificando el futuro, y yo lo sigo haciendo, pero sabiendo que tu horizonte es finito.
?Y eso c¨®mo se hace? Es por irme haciendo a la idea.
Cultivando a la buena gente en general. Personas que tengan un fondo de bondad y generosidad. Escuchando m¨²sica, Brassens, el Leonard Cohen viejo, Aute. Incluso a mi hermano Manolo, que, encima, toca el piano. Sigo vivo, no soy un muerto viviente, mis tiempos son estos, sigo enganchado a la vida.
Usted ha visto en directo c¨®mo ha cambiado Espa?a en el ¨²ltimo medio siglo. ?Le gusta como ha quedado?
Mira, yo a los 20 a?os, aborrec¨ªa c¨®mo era este pa¨ªs. La dictadura, la grisura, todo lo que llevaba la falta de libertad. Ahora me encanta. Somos una sociedad decente, tolerante, pac¨ªfica. Y eso me encanta. Lo ven todos los sondeos internacionales, menos, a veces, nosotros. Nos va en el ADN.
S? SABE, S? CONTESTA
Los indecisos son la pesadilla de cualquier firma de encuestas, como Metroscopia, la empresa que fundó José Juan Toharia (Madrid, 80 años) en 2004. Catedrático de Sociología, y doctor por Yale, Toharia fue el fundador de la revista Cuadernos para el diálogo y el primer director de la Escuela de Periodismo de El País.