El PP afronta el dilema de pactar en la Comunidad Valenciana con un candidato de Vox condenado por violencia machista: ¡°Es m¨¢s que un sapo¡±
Los populares reconocen la encrucijada que les plantea un posible acuerdo en la Generalitat valenciana por el perfil del cabeza de lista de la extrema derecha
Para la direcci¨®n del PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o cualquier pacto con Vox es inc¨®modo, pero hay uno, sobre todo, que puede convertirse en un quebradero de cabeza tras el 28 de mayo. Se trata del posible acuerdo con la extrema derecha en la Comunidad Valenciana, necesario seg¨²n todas las encuestas para que los populares puedan desalojar del poder al socialista Ximo Puig ¨D...
Para la direcci¨®n del PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o cualquier pacto con Vox es inc¨®modo, pero hay uno, sobre todo, que puede convertirse en un quebradero de cabeza tras el 28 de mayo. Se trata del posible acuerdo con la extrema derecha en la Comunidad Valenciana, necesario seg¨²n todas las encuestas para que los populares puedan desalojar del poder al socialista Ximo Puig ¨Del sondeo de 40dB. para EL PA?S atribuye a Vox 14 a 15 esca?os decisivos para que el PP, con entre 33 a 35, pueda alcanzar la mayor¨ªa absoluta, que est¨¢ en 50¨D. El problema de esta alianza es que plantea un dilema espec¨ªfico al PP, porque el candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Carlos Flores Juber¨ªas, de 58 a?os, est¨¢ condenado en una sentencia de 2002 por violencia machista a su exmujer. El PP, seg¨²n fuentes tanto de la direcci¨®n nacional como de la valenciana, afronta con inquietud esta encrucijada, sin que de momento nadie haya definido como l¨ªnea roja que pueda convertirse en vicepresidente del Gobierno valenciano. Pero la preocupaci¨®n es patente. ¡°Es m¨¢s que un sapo¡±, confiesan en el PP.
Flores Juber¨ªas, que es adem¨¢s catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, fue condenado a un a?o de prisi¨®n por un ¡°delito de violencia ps¨ªquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones¡± contra su expareja, a la que provoc¨® ¡°un quebranto psicol¨®gico¡±, seg¨²n la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia de 2002, que ratific¨® el fallo de un juzgado de lo penal. Entonces a¨²n no se hab¨ªa tipificado el delito como violencia machista, como se hizo dos a?os despu¨¦s. La secci¨®n quinta de la Audiencia decret¨® tambi¨¦n una inhabilitaci¨®n de un a?o para ser elegido por sufragio pasivo, la prohibici¨®n de acercarse a su exesposa durante tres a?os y una indemnizaci¨®n por responsabilidad civil de 6.000 euros.
Los tribunales consideraron probado que el candidato de Vox persigui¨® entre 2000 y 2001 a su expareja hasta en 21 ocasiones, profiri¨¦ndole insultos, vejaciones y amenazas tanto en su domicilio como en el colegio de los hijos y por la calle, seg¨²n se recoge en la sentencia. El fallo refleja que el acusado fue en siete ocasiones en un mes y medio hasta la calle del domicilio de la exesposa, con la que se hab¨ªa divorciado en 1999, y bajo su balc¨®n le grit¨® calificativos como ¡°ladrona, secuestradora de ni?os, due?a de calabozo, puta¡±.
¡°Tengo la conciencia tranquila¡±, ha declarado el dirigente de Vox en una entrevista en EL PA?S. ¡°He cometido errores en mi vida, pero si con 58 a?os uno puede decir que lo m¨¢s grave es utilizar palabras subidas de tono en un momento de conflictividad hace un cuatro de siglo no vamos mal de todo¡±. El candidato de la extrema derecha asegura adem¨¢s estar ¡°al 100% identificado¡± con su partido sobre la violencia de g¨¦nero, que evita definir como tal. ¡°La violencia contra las mujeres es una lacra social, tan condenable como la violencia contra cualquier otro sector social. La ideolog¨ªa de g¨¦nero no es una medida de protecci¨®n de la mujer, es una estructura ideol¨®gica para determinadas situaciones de conflicto¡±, sostiene.
El cabeza de lista de Vox en la Comunidad Valenciana form¨® parte, adem¨¢s, con 18 a?os, de la lista por Valencia del partido ultraderechista Fuerza Nueva, que lideraba Blas Pi?ar, tal y como public¨® el BOE del 2 de octubre de 1982.
El PP afronta con inquietud el posible pacto con este dirigente ultra en la Comunidad Valenciana ante el riesgo de que el partido de Santiago Abascal lo imponga como vicepresidente de un Gobierno presidido por Carlos Maz¨®n, en caso de que la derecha sume el 28-M. ¡°Lo del candidato de Vox no es que sea un sapo, es que es m¨¢s que un sapo¡±, reconocen fuentes del PP valenciano.
La preocupaci¨®n es extensiva en la direcci¨®n nacional del PP, donde admiten que va a ser un problema dif¨ªcil de gestionar y algunas fuentes encuentran ¡°razonable¡± plantear que este candidato renunciara a entrar en un hipot¨¦tico Gobierno. Pero todo depender¨¢ del resultado. En general, la c¨²pula del PP es consciente de que solo una distancia amplia entre PP y Vox les permitir¨¢ intentar sortear acuerdos de Gobierno con la extrema derecha. ¡°Depender¨¢ de la distancia que saquemos con respecto a Vox y al PSOE. Si tenemos mucha distancia, a lo mejor podemos pensar en presentarnos a una investidura sin acordar nada con Vox, pero si no la hay... Por eso es muy importante el resultado del 28 de mayo¡±, apuntan fuentes de la direcci¨®n nacional.
El PP valenciano no ha definido como l¨ªnea roja que el cabeza de cartel sea un condenado por violencia machista. El candidato popular, Carlos Maz¨®n, aspira a gobernar en solitario, pero reconoce que ¡°si no hay una mayor¨ªa parlamentaria para gobernar en solitario¡±, tendr¨¢ que buscar otras opciones, incluida Vox. ¡°Hablaremos con todos para buscar la mayor estabilidad posible. El di¨¢logo diario debe ser una constante. Tenemos que empezar a acostumbrarnos a hablar con todo el mundo sobre las medidas que sean beneficiosas para todos¡±, ha defendido en una entrevista en EL PA?S.
Los acuerdos con Vox son el principal riesgo para el PP el d¨ªa despu¨¦s del 28 de mayo. Algunos dirigentes de la c¨²pula sostienen que ¡°Vox ya no da ning¨²n miedo a la sociedad espa?ola¡±, pero en general en el PP son conscientes de que la izquierda puede aprovechar esos pactos para aguarles una posible victoria electoral. Feij¨®o evitar¨¢ mancharse todo lo posible, pero la direcci¨®n popular se prepara para que Vox pida una negociaci¨®n en clave nacional, as¨ª que el l¨ªder del PP tendr¨¢ dif¨ªcil sortear el dilema.
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