El ¡®piso piloto¡¯ del PP y Vox en Castilla y Le¨®n anticipa la nueva era de pactos entre Feij¨®o y Abascal
Esta comunidad anticip¨® hace un a?o la coalici¨®n de Ma?ueco y Gallardo, marcada por las pol¨¦micas y el sello ultra
El ¡°piso piloto¡° ¡ªcomo lo llam¨® Santiago Abascal¡ª que empezaron a construirse PP y Vox en 2022 ha tardado un a?o en convertirse en urbanizaci¨®n. Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco (PP) y Juan Garc¨ªa-Gallardo (Vox), uno como presidente y el otro como vicepresidente de Castilla y Le¨®n, han habitado la primera casa compartida entre estos partidos. Ambos abrieron la puerta a los pactos previsibles en las m¨²ltip...
El ¡°piso piloto¡° ¡ªcomo lo llam¨® Santiago Abascal¡ª que empezaron a construirse PP y Vox en 2022 ha tardado un a?o en convertirse en urbanizaci¨®n. Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco (PP) y Juan Garc¨ªa-Gallardo (Vox), uno como presidente y el otro como vicepresidente de Castilla y Le¨®n, han habitado la primera casa compartida entre estos partidos. Ambos abrieron la puerta a los pactos previsibles en las m¨²ltiples regiones y Ayuntamientos donde sus formaciones pueden gobernar juntas. La coalici¨®n castellana y leonesa ha exhibido las coincidencias de las derechas, con bajadas de impuestos y el antisanchismo en mira nacional, y el sello ultra: recortes a los sindicatos y el impulso de una ley de violencia intrafamiliar. Bajo el tejado de la Junta tambi¨¦n se han vivido discusiones, pues Gallardo protagoniza frecuentes pol¨¦micas que Ma?ueco regatea con un mantra: son dos ¡°partidos distintos¡± unidos por un proyecto pol¨ªtico.
El l¨ªder de Vox, Abascal, defini¨® como ¡°piso piloto¡± el acuerdo al que empujaban los n¨²meros tras el 13 de febrero de 2022. Ma?ueco hab¨ªa roto con Ciudadanos y aspiraba a mandar en solitario, pero sus 31 procuradores no bastaron y necesit¨® los 13 de la extrema derecha. El apret¨®n de manos lleg¨® apurando plazos tras semanas de mensajes cruzados y supuso una primera cesi¨®n del PP, que pas¨® de su aspiraci¨®n inicial a gobernar en solitario a ceder en todo lo que pidieron sus socios: presidir las Cortes, una vicepresidencia y tres consejer¨ªas. Vox no iba de farol. Su presidente, al conocer el resultado de este domingo, insiste: no dar¨¢n ¡°regalos¡± ni acatar¨¢n ¡°chantajes¡±.
El programa de Gobierno compartido en 2022, con 11 ¡°ejes¡± y 32 ¡°acciones¡±, se ciment¨® sobre el ¡°compromiso con el mundo rural o el ¡°impulso de todas las capacidades productivas¡± pero incorpor¨® el marchamo ultra al incluir un decreto de ¡°concordia¡± contra el de Memoria Hist¨®rica, aprobado por el propio PP en 2017, o una ley contra la ¡°violencia intrafamiliar¡±. Tambi¨¦n aludi¨® a combatir el ¡°adoctrinamiento en las aulas¡± o gestionar una ¡°inmigraci¨®n ordenada¡± en una autonom¨ªa despoblada y con bajos ¨ªndices de extranjeros.
El acuerdo abogaba por ¡°fomentar la natalidad¡± y Vox emple¨® ese argumento para impulsar un protocolo antiabortista el pasado enero. El vicepresidente anunci¨® para las embarazadas nuevas medidas ¡°provida¡±, t¨¦rmino usado por la extrema derecha para intentar evitar interrupciones voluntarias del embarazo, tales como la escucha del latido fetal, una radiograf¨ªa del feto en 4D o atenci¨®n psicol¨®gica para las mujeres. Los m¨¦dicos, a?adi¨®, estar¨ªan obligados a ofrecerlo. Todo, en una comunidad con una alta objeci¨®n de conciencia de los sanitarios para permitir abortos, un ¡°drama¡± y ¡°tragedia social¡± seg¨²n el alto cargo. El Gobierno mand¨® varios requerimientos pidiendo impedir ese recorte en el derecho al aborto, Ma?ueco sostuvo que no hab¨ªa ¡°protocolo¡± y que no se forzar¨ªa a los doctores a plantearlo, mientras Gallardo insisti¨® que se impulsar¨ªa. De momento a los hospitales no ha llegado nada.
Peso verbal
Ese ambicioso programa de 2022 ha tenido m¨¢s peso verbal que en tinta y papel. Gallardo reitera un discurso ideol¨®gico, niega la violencia de g¨¦nero y el cambio clim¨¢tico, pide a los j¨®venes meditar sobre si la Segunda Rep¨²blica era un ¡°r¨¦gimen democr¨¢tico¡±, critica la ¡°hipersexualizaci¨®n¡± social como causante de la despoblaci¨®n, propugna que ¡°el medio rural necesita mujeres que asienten poblaci¨®n¡± y ha tildado a los sindicatos de ¡°vendeobreros¡±, entre muchos otros l¨ªos. Estos excesos verbales no se han plasmado en legislaci¨®n. La criticada ¡°ley contra la violencia intrafamiliar¡± tampoco ha avanzado. Las Cortes han aprobado seis decretos ley, la mayor¨ªa en cuestiones administrativas y uno de ellos en materia de incendios tras los graves fuegos del pasado verano y la escasez de medios, y tres leyes. Uno de los momentos clave del mandato lleg¨® con la Ley de Presupuestos, pues PP y Vox la ratificaron, pero se equivocaron al votar la Ley de medidas tributarias y financieras que los sustenta, que recog¨ªa bajadas fiscales. La normativa volvi¨® a elaborarse y, esta vez sin errores, sali¨® adelante. Castilla y Le¨®n ha reducido del 9,5% al 9% el tramo m¨¢s bajo del Impuesto sobre las Rentas de las Personas F¨ªsicas (IRPF). Otras tres leyes (sobre Juego, Patrimonio y Derechos de final de vida, esta ¨²ltima muy atascada) se hallan en tramitaci¨®n.
El tono de la pol¨ªtica auton¨®mica tambi¨¦n ha apreciado los nuevos tiempos. El Parlamento ha vivido insultos, con Gallardo llamando ¡°imb¨¦cil¡± a su predecesor, Francisco Igea (Ciudadanos), y burl¨¢ndose de Noelia Frutos, procuradora socialista con discapacidad, espet¨¢ndole que le responder¨ªa ¡°como si fuese una persona como todas las dem¨¢s¡±. La crispaci¨®n ha saltado hasta el Di¨¢logo Social, hist¨®ricamente engrasado entre la patronal, la Junta y los sindicatos, pero la animadversi¨®n de Vox hacia estos colectivos ha propiciado recortes en su financiaci¨®n, traducidos en reducir prevenci¨®n de riesgos laborales y ayudas a mujeres, y otro requerimiento del Ejecutivo por suprimir los fondos para la mediaci¨®n laboral, finalmente recuperados parcialmente. El consejero de Empleo, de Vox, les llama ¡°sindicatos comegambas¡± y hace unos meses asegur¨® en el Parlamento que en el territorio no faltaban trabajadores, sino ¡°ganas de trabajar¡±, gan¨¢ndose la ¨²nica rega?ina de Ma?ueco durante este a?o m¨¢s all¨¢ del ¡°somos partidos diferentes¡±.
El acuerdo suscrito entre las formaciones reivindicaba asimismo la ¡°reducci¨®n significativa del gasto institucional superfluo¡± y lo esgrimieron para menguar la aportaci¨®n a los grupos parlamentarios, perjudicando especialmente a los peque?os (Ciudadanos y Podemos). Por contra, los Presupuestos reflejan que la coalici¨®n gasta un 12,5% m¨¢s en altos cargos que la previa del PP con Ciudadanos. Gallardo cobra 80.000 euros anuales, no dirige ninguna consejer¨ªa y su vicepresidencia destina 1,2 millones de euros a gestionar 200.000 euros.